Las agresiones y ataques a la Guardia Civil en Cataluña se producen al menos una vez al mes. Los vástagos son cambiados de colegios por señalamiento o enviados a otras Comunidades Autónomas.
Pintadas en las fachadas, acoso a los hijos en el colegio, agresiones directas en manifestaciones y en la actuación del referéndum ilegal del 1-O o familias separadas por el clima irrespirable en Cataluña. Es el día a día de los guardias civiles desplazados a esta Comunidad Autónoma, que aún no tiene oficialmente la categoría de zona peligrosa. Pero también lo sufren los hijos de estos agentes, quienes para «protegerles» les cambian de colegio o bien les envían a otras Comunidades Autónomas.
No son pocos los menores de los agentes de guardias civiles que han tenido que recibir o reciben ayuda psicológica para poder afrontar el duro día al que se enfrentan a Cataluña. En algunos colegios son directamente señalados por profesores, como ocurrió tras el 1-O en el centro educativo El Palau, donde hasta 6 profesores han cambiado de destino tras recibir las duras críticas del resto del alumnado por promocionar el acoso a los hijos de guardias civiles.
Numerosos agentes viven incómodos e intranquilos desde el último año, una situación de la que se contagian sus familias, siendo los niños los más vulnerables. El equipo de psicólogos ha atendido a más de una decena tras el acoso y señalamiento. La terrible situación ha provocado que parejas e hijos de los guardias civiles se tengan que separar para no verse aún más perjudicados por el acoso separatista. «Es más fácil soportarlo así», ha confirmado el portavoz de la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC) a Vozpópuli en una entrevista en Barcelona.
«Unos 200 agentes de la Guardia Civil en Cataluña han pedido el traslado por el acoso de los independentistas», ha asegurado. Otros agentes han optado por tener a la familia en otras Comunidades Autónomas mientras realizan su servicio a los ciudadanos en Cataluña.
Este territorio no tiene graves problemas con las mafias del narcotráfico, al menos no al nivel de La Línea de la Concepción, tampoco hay un grupo terrorista activo, como pasaba con ETA en el País Vasco, pero el ambiente es irrespirable por el acoso y agresiones de los separatistas.
«No hay un mes sin algún tipo de incidente», ha afirmado a este medio el portavoz de la AUGC en Barcelona, un guardia civil experimentado y residente en la Ciudad Condal.
Jóvenes recién salidos de la academia reemplazan a los agentes que piden el traslado
«Ahora no están mandando agentes con experiencia, sino que Cataluña es uno de los destinos obligatorios nada más salir de la academia», ha matizado al ser preguntado si los agentes que se han marchado por petición propia son reemplazados.
El juicio del 1-O, una nueva excusa para los separatistas
La Guardia Civil en Cataluña tiene un gran reconocimiento desde fuera de la Comunidad Autónoma, más después del 1-O, pero dentro la vida se hace cuesta arriba a diario. La denuncia de la Asociación Unificada de la Guardia Civil en Barcelona se produce en un período de «calma chicha».
«A partir del 5 de febrero la presión va a aumentar», ha augurado el portavoz de la Asociación Unificada de la Guardia Civil en declaraciones a Vozpópuli. En esa fecha se inicia el juicio contra los políticos presos en prisión preventiva acusados de delitos tan graves como «rebelión«, que puede llegar a acarrear hasta 30 años de prisión.
«Estamos preparados para cuando llegue el juicio«, aunque esperan que solo se presente ante las puertas de la residencia un puñado de separatistas, o bien un grupo de centenares de ellos, como ocurrió los días posteriores al 1-O, con la intención de asaltar este cuartel, aunque no llegaron a hacerlo.
Este cuerpo de seguridad tiene a su servicio un gabinete psicológico, activado desde el referéndum ilegal para preservar la salud psicológica de los menores.
La AUGC señala al Mosso separatista Albert Donaire
Uno de los principales agitadores de los llamados CDR y de las CUP es Albert Donaire, un mosso abiertamente independentista, denunciado por delitos de odio e injurias. En uno de sus discursos, Donaire, que aún insiste en la república inexisten, pedía «abrir las cárceles» y «sacarles de allí», en referencia a los políticos presos.
«Nadie del Gobierno español puede impedirlo», aseguraba este mosso. Al mismo tiempo, decía que la Policía Nacional y la Guardia Civil no pueden tener el control de todo el territorio, ni siquiera con el apoyo de Mossos o el Ejército. «Somos más fuertes», recibiendo así el aplauso de los asistentes al acto donde se pronunciaba.
El portavoz de la AUGC no descarta que se esté trasladando información ya no solo desde los Mossos d’Esquadra a los CDR, sino también desde la Dirección de los colegios, al disponer de los datos de la profesión de los padres, obligatoria para el registro.
Los constitucionalistas ‘se olvidan’ de la Guardia Civil
Mientras todas las manifestaciones de los llamados constitucionalistas han pasado por Vía Laietana, donde se encuentra la emblemática Comisaría de la Policía Nacional, que los independentistas pretenden convertir en un museo de la Memoria Histórica y archivo de la represión franquista en Cataluña, la Benemérita no tiene quien la arrope, más allá de un reducido grupo de catalanes que se desplazan expresamente para darles las gracias y rendirles un pequeño homenaje.
Hasta ahora ninguna manifestación constitucionalista ha pasado por delante de los cuartes de la Guardia Civil, tampoco se han acercado públicamente a ellos para darles las gracias por el servicio, un hecho que sí recibe la Policía Nacional. «No deben olvidarse las agresiones en Cataluña sufridas por agentes de la Benemérita», ha señalado el portavoz de la AUGC en Barcelona.
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