Jeff Bezos, Bill Gates y Warren Buffet lideran la lista de las 400 personas más ricas de Estados Unidos.

El club de multimillonarios concentra cerca de un 3% de toda la riqueza que genera el país.

A modo de comparación, si hubiera una enorme fiesta en la que se reparte un pastel para todos los invitados, el club se quedaría con un trozo más grande del que le toca a 150 millones de personas.

¿Qué es lo novedoso?: que la tajada del exclusivo grupo se ha triplicado en los últimos 30 años, de acuerdo a un estudio publicado por Gabriel Zucman, académico de la Universidad de California, Berkley, que ganó el premio «Mejor Economista Joven 2018» entregado por la European Economic Association.

Desde 1986 este exclusivo grupo, que representa al 0,00025% de la población, pasó de concentrar el 1,1% de la riqueza nacional a 3,2% en 2016.

En contraste, la fortuna que concentra la mayor parte de la población en ese mismo período ha caído, según la Base de Datos de Desigualdad Mundial (World Inequality Database).

El economista advierte que probablemente la concentración de la riqueza es aún mayor, dado que las personas con grandes fortunas «tienen acceso a muchas oportunidades para eludir y evadir impuestos».

«Para los ricos, la riqueza genera poder», dice.

¿Y cómo se puede disminuir esa brecha?, le preguntó BBC Mundo a Zucman.

«La mejor manera de cambiar la desigualdad en Estados Unidos es tener un impuesto a la riqueza que sea progresivo», es decir, que tenga un efecto en la redistribución de los recursos, contestó por correo electrónico.

¿El regreso a la década de los años 20?

La investigación, llamada «Desigualdad económica global» y publicada por el National Bureau of Economic Research, señala que la situación de desigualdad que existe hoy en EE.UU. es similar a la que existía hace casi un siglo, considerando la evolución histórica de la riqueza del 0,1% de la población más acaudalada.

«La concentración de la riqueza ha vuelto a niveles que no se veían desde los años 20», escribe Zucman.

Otro aspecto que señala la investigación es que el capital que acumulan las personas es utilizado para diferentes propósitos.

En el caso de los multimillonarios, la riqueza en sí misma genera ingresos a través de intereses, dividendos, ganancias de capital y rentas. Es decir, al llegar a un punto de acumulación, se auto-reproduce.

Pero en el caso de la gente común, el ahorro sirve para enfrentar imprevistos o financiar la jubilación.

Para analizar la riqueza, Zucman incluyó el valor de todo lo que posee una persona, excepto sus deudas. Eso incluye propiedades, tierras, rentas, acciones, participación en empresas o dinero en cuentas bancarias.

El aumento de ingresos

Como contraparte, otros economistas platean que más allá de la desigualdad, el país en su conjunto ha seguido creciendo y las personas con menos ingresos se han beneficiado de la prosperidad.

Y critican que fijarse únicamente en la desigualdad es una forma muy sesgada de analizar los resultados de las políticas económicas, sin mirar cómo la mayor riqueza se ha expandido a sectores más amplios de la población.

Según la última encuesta a consumidores que realiza la Reserva Federal cada tres años, el ingreso medio de los hogares aumentó 10% entre 2013 y 2016.

Pero además, en los distintos grupos socioeconómicos, étnicos y de distinto nivel educacional, el ingreso medio también se incrementó.

Por otro lado, aunque el ingreso medio todavía está por debajo de su nivel previo a la crisis financiera de 2008 (cerca de US$2.000 menos que en 2007, ajustado por inflación) los últimos datos disponibles sugieren una tendencia positiva en la última década.

En relación a los últimos años, el gobierno de Donald Trump siguió el camino exactamente opuesto a lo que propone Zucman.

El mandatario implementó la mayor rebaja impositiva de las últimas décadas, incluyendo un recorte del impuesto a las sociedades del 35% al 21% y una reducción del tramo máximo para las mayores rentas del 39% al 37%.

La Casa Blanca defiende esta política porque a su juicio, cuanto más baja la presión fiscal, más se estimula la economía porque los consumidores tienen más dinero para gastar y las empresas para invertir.

Así las cosas, los republicanos apuestan por generar más riqueza disminuyendo gravámenes y no aumentándolos de manera redistributiva, como propone Zucman.

La lista de los 400

En las últimas tres décadas la lista de las 400 personas más ricas en Estados Unidos ha variado, especialmente tras la aparición de las grandes empresas tecnológicas, aunque algunos grupos familiares mantienen su posicionamiento en la lista.

En el último ranking elaborado por Bloomberg sobre las dinastías familiares más adineradas del mundo, las primeras son de origen estadounidense.

Se trata de los Walton, que controlan la mitad de Walmart; los Koch, con intereses en distintas industrias; y los Mars, dueños de las mayores marcas de chocolates del planeta.

A nivel de individuos, la revista Forbes hace un seguimiento diario de cómo varía la fortuna de los llamados «Forbes 400».

Este es el top ten de la lista, que sigue encabezada por el dueño de Amazon, Jeff Bezos, quien ostenta el título de ser el hombre más rico del mundo.