«Nos juntamos casi todas las plataformas de consultas en barrios y referéndums en universidades», explica a infoLibre Lucía Nistal, una de las portavoces y promotoras del proyecto. La coordinación, cuenta, nace de la necesidad de continuar con la iniciativa. «Y una buena manera era unir fuerzas y hacer una macroconsulta en el centro de Madrid por el impacto que puede tener», detalla. Se celebrará el próximo 22 de junio y por el momento se preparan «hasta cien mesas en todo el centro de Madrid –de Malasaña a Lavapiés y desde El Retiro hasta Plaza de España–, durante todo el día, para que todo el mundo pueda participar».
Los motivos que defendían hace unos meses no han perdido peso. «El derecho a decidir sigue cuestionado», explica la portavoz, «frente a la inviolabilidad y la continuidad de la corona». Los promotores del proyecto y sus simpatizantes, por el contrario, sí quieren «seguir cuestionándola, ahora que se retira el rey emérito y nos deja como herencia esta monarquía en manos de su hijo». El régimen, sentencia Nistal, «no nos quiere dar voz ni dejar decidir, como ocurrió con los catalanes».
La macroconsulta del 22 de junio se alimenta del éxito previo. «Registramos más de cien mil votos y una mayoría aplastante para abolir la monarquía o abrir procesos constituyentes para decidir«, subraya Nistal. A partir de ahí, se abrió la puerta a la «autoorganización de los vecinos para seguir con acciones y que este cuestionamiento sea real». El balance, no obstante, «es positivo pero insuficiente: hay que seguir sumando fuerzas», lanza la activista.
¿De qué manera? Lo cierto es que, como en todo movimiento amplio, existen «muchas sensibilidades diferentes, muchas asambleas y organizaciones«. Pero con algo en común: «Queremos acabar con la monarquía y abrir procesos para decidir qué tipo de república queremos». Cómo llegar a ese punto precipita disensos entre los grupos, pero todos los participantes de la iniciativa coinciden en que la vía tiene que ver necesariamente con la «autoorganización y la movilización» ciudadana.
En cuanto a la respuesta de los partidos políticos, Nistal cree que «no van a tener más remedio» que escucharles. Pero hasta hoy, denuncia, «todos sin excepción han pretendido sacarlo de la agenda«. Algunos de ellos «parece que prometían una tímida revisión de la monarquía, pero eso se ha olvidado», lamenta la activista.