Descubren desafíos sorprendentemente modernos a los que se enfrentaron los habitantes de una ciudad de hace 9.000 años

Ruinas de Çatalhöyük
Ruinas de Çatalhöyük. Wikimedia Commons / Omar hoftun

Los habitantes de Çatalhöyük, uno de los primeros grandes asentamientos urbanos de la historia, sufrían de problemas bien conocidos para los residentes de las ciudades de nuestros tiempos: enfermedades causadas por la sobrepoblación, violencia, cambios climáticos y mala dieta, según se desprende de un estudio de un equipo internacional de arqueólogos publicado este lunes en la revista PNAS, de la Academia de Ciencias de EE.UU.

La urbe surgió poco después de la transición humana a la agricultura y floreció en el centro de Anatolia (Turquía) entre los años 7100 y 5950 a. C.

A pesar de que el cultivo de cereales y la ganadería jugaron un papel importante en el nacimiento de Çatalhöyük, el incremento de su población —que alcanzó en su cénit entre 3.500 y 8.000 personas, una cifra increíble para el Neolítico— obligó a sus habitantes a intensificar la explotación del medio ambiente.

Como resultado, los autores del estudio, que sintetiza seis décadas de excavaciones en el sitio, infirieron importantes transformaciones en el ecosistema local basándose en el análisis de los restos esqueléticos hallados en el sitio, que mostró que los habitantes de la ciudad en su período tardío solían caminar más que sus antecesores.

«Creemos que la degradación ambiental y el cambio climático obligaron a los miembros de la comunidad a alejarse más del asentamiento para dedicarse a la agricultura y encontrar suministros como leña», explica el autor principal del estudio, Clark Spencer Larsen, en un comunicado emitido por la Universidad de Ohio.

Otro problema consistía en la falta de saneamiento y en la proximidad del ganado, principalmente ovejas, algunas de las cuales hospedaban parásitos peligrosos para los humanos. En consecuencia, uno de cada tres esqueletos hallados en el sitio portaba trazas de enfermedades causadas por microorganismos patógenos.

Por su parte, el consumo de carbohidratos provocó una presencia muy alta de la caries dental entre la población.

Aparte de eso, de los 93 cráneos analizados por los investigadores, 25 tenían fracturas curadas, doce de los cuales contaban con más de una. La tasa de los esqueletos heridos más alta corresponde al período de mayor poblamiento, indica el estudio.

«Se podría argumentar que el hacinamiento provocaba un elevado nivel de estrés y conflicto dentro de la comunidad», opina Larsen.

Con todo eso, se puede decir que Çatalhöyük no era una excepción, sino un modelo ejemplar de cómo se desarrolló la transición de los humanos hacia la agricultura. Algunos de los problemas aparecidos entonces siguen vigentes en nuestros tiempos.

«Los hallazgos de Çatalhöyük permiten una perspectiva alternativa desde la cual considerar desafíos de salud que caracterizan a muchas comunidades hoy en día, donde la dependencia excesiva de una gama limitada de alimentos (especialmente carbohidratos), la elevada exposición a patógenos, el origen y rápida evolución de nuevos patógenos y la expansión de la población sin precedentes empeora la salud y aumenta la mortalidad», advierten los autores.

Descubren desafíos sorprendentemente modernos a los que se enfrentaron los habitantes de una ciudad de hace 9.000 años

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