El Comando Sur de EE.UU. está ensayando «un sistema de vigilancia persistente» con aerostatos estratosféricos sobre el Medio Oeste, se desprende de un documento revelado recientemente por la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC, por sus siglas en inglés), sobre el que llamó la atención el 2 de agosto The Guardian.
El texto es una autorización, otorgada por el departamento militar estadounidense a Sierra Nevada Corporation, una de las principales empresas de defensa nacionales, de para desplegar 25 dirigibles no tripulados con el fin de «proporcionar un sistema de vigilancia persistente para localizar e impedir el tráfico de drogas y las amenazas a la seguridad nacional».
Según el documento, las aeronaves —capaces de subir por encima de los 19.800 metros— deben permanecer, desde el 12 de julio hasta el 1 de septiembre, en un radio de 400 kilómetros de un punto geográfico ubicado al sureste de Dakota del Sur. De este modo, la operación afecta parcialmente cinco otros estados: Minesota, Iowa, Wisconsin, Misuri e Illinois.
Se detalla que los aerostatos se unen mediante una red en malla, lo que les posibilita intercambiarse datos sin interrupción. «Lo que esta nueva tecnología propone es observar todo de una vez […] cuando ocurre algo en algún lugar del área vigilada, se puede rebobinar la cinta para ver exactamente lo que ocurrió, y rebobinar aún más para ver quiénes estuvieron involucrados y de dónde vinieron», explicó a The Guardian Arthur Holland Michel del Colegio Bard.
Desde la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés), organización más grande dedicada a la preservación de los derechos y libertades de los ciudadanos de EE.UU., condenaron las pruebas.
«Tecnología como esta corre el riesgo de convertir a Dakota del Sur en un estado de vigilancia y violar la privacidad de todos sus habitantes […] No estamos hablando de cámaras de circuito cerrado o de cámaras en lugares discretos. Esta es una vigilancia que esencialmente crea un control omnipresente sobre ciudades y áreas metropolitanas enteras«, comentó Libby Skarin, directora de políticas de la ACLU en el estado.