Decenas de vacas que mueren cada año sin explicación, vacas que no dejan que se les ordeñe o que se comportan de forma extraña. Desde la llegada de turbinas eólicas en 2012, dos explotaciones del oeste de Francia viven una pesadilla, y los expertos no tienen respuesta.
Con unas 250 vacas muertas desde 2013, la explotación de Didier y Murielle Potiron, instalada desde 1989 cerca de Nantes (centro-oeste), es una de las que más intriga a los expertos.
«Los problemas comenzaron a finales de 2012 con las obras de instalación de ocho turbinas eólicas» en la zona, cuenta Murielle Potiron, de 52 años. Poco a poco comenzó a constatar una disminución de la producción de leche, dificultades en los partos y retrasos en el crecimiento de sus vacas.
Pero los síntomas no se limitan a los animales. Los propios ganaderos afirman sufrir de dolores de cabeza, dolores en las piernas e insomnio. Desde abril, unos veinte están siendo tratados por médicos del hospital de Nantes para «tratar de encontrar la causa común a sus síntomas».
Para los ganaderos no hay duda. Las culpables son las turbinas eólicas y la corriente eléctrica que se filtra en el suelo.
«Nuestro robot de ordeño se encuentra en la encrucijada de dos fallas de agua en un subsuelo rico en hierro y estaño, todo ello a unos cientos de metros de un cable de 20.000 voltios enterrado a 60 cm de profundidad que conecta las turbinas entre ellas. No es una buena mezcla», afirma Didier Potiron.
Este ganadero exige el «cierre total del parque (de Nozay) durante tres semanas» para intentar determinar responsabilidades, pero el operador del parque, que estima que esta opción es demasiado costosa, reclama una compensación de 80.000 euros por día.
Según un estudio realizado en 2017 por grupo de expertos enviados por las autoridades existe una «concomitancia entre la instalación y la puesta en funcionamiento de las turbinas y la alteración de rendimiento y los cambios de comportamiento de los animales».
Estos expertos basaron su estudio en datos de los robots de ordeño que establecieron «claramente un vínculo» entre los incidentes en el ordeño y la producción de electricidad.
Pero no detectaron ninguna anomalía eléctrica ni corrientes parásitas en las explotaciones o en el parque eólico, según la autora del estudio, Arlette Laval.
«Desde 2013 hemos hecho todo lo posible para encontrar una explicación. Pero cuanto más buscamos, más gente dice que si buscamos es porque pensamos que estamos causando estos problemas y que somos responsables de lo que está sucediendo», dice Patrick Bessière, gerente de ABO Wind, que opera el parque en nombre del fondo de inversión alemán KGAL.
En Alemania, el principal productor de energía eólica de Europa, la Federación de Productores Lecheros dijo a la AFP que nunca ha oído hablar de problemas similares.
Si los problemas son las turbinas «debería haber casos en todas partes de Francia, donde se han instalado 8.000 turbinas» y muchas de ellas «cerca de granjas», abunda la asociación France Energie Eolienne (FEE), que representa a la filial.
» Lo que te dá la vida, te la quita «.
La electricidad supuso un salto enorme en la historia humana. La excesiva acumulación de electricidad y la sobreexposición a ella puede convertirla en un problema serio.
Solemos creer que el problema ecológico y medioambiental grave es encontrar alternativas a los combustibles fósiles. Buscamos energías » limpias «, sostenibles, amigables,……etc. Pero el verdadero problema es que consumimos monstruosas cantidades de energía; y seguir satisfaciendo la , cada vez más, creciente demanda se vuelve misión imposible.
Son horribles esos molinos gigantescos llenándolo todo, las torres de alta tensión, los repetidores telefónicos, las centrales solares, las nucleares,…….
La humanidad es un caminante que se dirige hacia un acantilado. Hace tiempo aceleró el paso, y últimamente corre.