Hace poco más de un año, la ONG holandesa The Ocean Cleanup compartía con el mundo el invento que, según ello, salvaría las aguas contaminadas por plásticos: una barrera de 600 metros de diámetro cuya función era capturar la basura flotante. Y, aunque aquella primera versión no fue tan eficaz como entusiasta, este segundo prototipo sí funciona y lo hace gracias a un paracaídas que permite que exista una sincronización entre la velocidad de los plásticos y la de la barrera.
Ocean Cleanup. Este es el nombre de la ONG que tras 7 años de estudios y pruebas acaba de anunciar la viabilidad y eficacia del primer succionador de plásticos. Los ingenieros encargados de supervisarlo, lanzaron en junio la segunda versión del prototipo. Para probar su funcionamiento fueron al océano pacífico, concretamente al área situada entre la costa de California y Hawai. ¿Razón? Esta es una de las zonas del planeta con mayor acumulación de basura.
Isla de basura. Así es como los científicos han denominado a esta gran masa de plásticos que ocupa tres veces la superficie de Francia y cuyas cifras son especialmente alarmantes: hay más de 80 millones de kilos de plástico flotando en la superficie y casi dos trillones de microplásticos, los cuales representan el 53% de la basura total.
¿Cómo funciona? Según puede leerse en la web de la ONG, se trata de un sistema autónomo que utiliza la fuera natural del mar para succionar, atrapar y concentrar grandes cantidades de basura. Es algo así como una barrera con forma de «U» de la cual cuelga una red por debajo de la superficie que arrastra los plásticos que encuentra.
La última versión lanzada en junio incorporó una novedad cuyo objetivo era resolver los problemas relacionados con la velocidad. Como la barrera se mueve gracias a la fuerza de las olas y el viento, a veces, este impulso es excesivo y no es posible capturar los plásticos. Y es que, para poder atraparlos debe haber una diferencia entre la velocidad a la que estos flotan y a la que se mueve la barrera. Así, para ralentizar de alguna forma el sistema, esta última versión permanece anclada a un paracaídas.
Sin embargo, a pesar de que el funcionamiento ahora sí sea el adecuado, parece que la barrera está capturando algo más que plásticos: también parte de la fauna. Según cuenta Rebecca R. Helm en su cuenta de Twitter, el sistema de Ocean Cleanup se estaría llevando por delante distintas especies marinas, a pesar de que teóricamente está diseñado para que estos puedan pasar por debajo.
En este imagen compartida por la bióloga de la Universidad de Carolina los círculos rojos representarían los animales capturados por error.
Extraer, enviar, reciclar. La idea del proyecto se basa de alguna forma en la ley más elemental del reciclaje: reutilizar, reciclar y reducir. La idea es que el sistema permanezca en el océano durante varios meses para, después, una vez que esté lleno, acuda una embarcación a recoger todos los residuos. Así, al igual que sucede con la gestión de basura en las ciudades, el paso siguiente sería seleccionar los diferentes tipos de plásticos para después proceder a su reciclado.
150 millones de toneladas. Esta es la cantidad de plástico que hemos acumulado hasta la fecha. Se estima que cada año a esta cifra se incorporan entre 4,8 y 12,7 millones de toneladas más, una realidad que no solo afecta a la contaminación de las aguas, sino también a las especies que viven en ellas y confunden los microplásticos con comida. Para atajar esta situación y sumarse a iniciativas como la de Ocean Cleanup, desde el Parlamento Europeo piden para 2025 el 25% del plástico de las botellas sea reciclado y que se prohíban los plásticos de un solo uso cuando existan otras alternativas.
Imagen: The Ocean Cleanup
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