Las autoridades chilenas están investigando una serie de objetos que cayeron el pasado 25 de septiembre en la isla de Chiloé y que generaron varios incendios.
Muchos de los vecinos aseguraron que se trataba de meteoritos.
Sin embargo, el análisis realizado por los científicos del Servicio Nacional de Geología y Minería de Chile (Sernageomin) en la zona de Dalcahue, en la isla de Chiloé, descartó que un bólido haya sido el causante de los incendios que tuvieron lugar ese día.
La información no tardó en difundirse en la prensa y de generar cierto debate entre la comunidad científica. Esto no hizo más que alimentar la curiosidad de un grupo de personas que aseguran que se trata de algo más.
El astrónomo y astrofísico chileno José Maza dijo a la cadena de noticias chilena TVN que los cuerpos en llamas probablemente eran meteoritos o escombros espaciales que se habían desprendido de cohetes o satélites.
Por su parte, el astrónomo Jonathan McDowell, del Centro Harvard-Smithsoniano de Astrofísica, señaló en su cuenta de Twitter que «no había candidatos obvios de desechos espaciales que [él pudiera] ver. Pero [a veces] lleva algunos días obtener datos relevantes».
No obstante, los geólogos publicaron su evaluación oficial: ninguno de los siete sitios contenía rastros de meteoritos.
Las autoridades realizarán análisis más detallados de las muestras de suelo recolectadas para encontrar el causante de los incendios, mientras que el misterio alimenta la imaginación de los que prefieren una explicación más sobrenatural.
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