«Nunca antes habíamos vivido en un mundo virtualmente sin cuerpos o empeñado en desanclarse de los cuerpos; y en el que los cuerpos, negados por la tecnología y la publicidad, aparecen sólo como residuos, sobras u obstáculos; en las guerras, en los muros fronterizos o en las “acechanzas” de la población inmigrante racializada.
Nadie quiere tener cuerpo, pues los cuerpos enferman, envejecen y mueren; y eso es cosa de los extranjeros que amenazan sin cesar nuestras imágenes. El cuerpo o es contagioso o es terrorista. Nosotros, por eso, preferimos “comunicarnos”. Santiago Alba Rico.
pregunta Marta Peirano, periodista, en «El enemigo conoce el sistema».
No estamos evolutivamente preparados para gestionar la abundancia. Si algo nos produce dopamina, lo consumimos hasta que se acaba. Con el scroll, el muro siempre tiene noticias nuevas, y el YOUTUBE sirve a cada usuario un menú propio, una playlist infinita y automática basada en un algoritmo de recomendación.
«Si el algoritmo estuviera casado con el usuario y fueran los dos al cine varias veces al día, la mayor parte de las veces la película la elegiría él», explica Peirano.
Reed Hastings, fundador de NETFLIX, dijo «competimos por el tiempo de los clientes, así que nuestra competencia incluye Snapchat, YouTube, dormir, etc» «Cuando estás viendo una serie de Netflix y te vuelves adicto a ella, te quedas viéndola hasta muy tarde. Competimos con el sueño, en los márgenes.»
El problema es que hemos convertido la vida en un scroll infinito. El capitalismo superacelerado nos mantiene suspendidos en un trance del que no podemos descansar.
Hito Steyerl escribió que «caer es relacional: si no hay nada contra lo que caerse, puede que ni te des cuenta de que te estás cayendo. Si no hay suelo, la gravedad puede ser menor y tú sentirte ligero. (…) Sociedades enteras podrían estar cayendo a tu alrededor, igual que tú»
Remedios Zafra, en su libro “El entusiasmo”, explica que esta volatilidad de la vida online genera sensaciones contrapuestas.
“De un lado, la satisfacción de la plena disponibilidad; de otro, la imposible saciedad ante la glotonería de querer tenerlo todo, sabiendo que una vida no daría para ver, leer, consumir tanto.
«Así, ante la predominancia de «lo mucho», el pago más fácil, porque es el más rápido, es el «pago con ojos». Ser visto es lo que mejor puede ser registrado e inscrito en la lógica de los criterios de mercado ayudando además a asentar los nombres como marcas.»
«A nadie extraña el agotamiento de los sujetos, que ante la dificultad de abarcarlo todo, fluyen o se dejan fluir hacia lo emocional, buscando deleitarse con lo pequeño: esa foto, ese mensaje privado, esa vida de ahora.(…) Ciertamente resulta paradójico que, teniendo nuestra disposición un universo de datos e información para contrarrestar y documentarnos, la verdad sea percibida como un inabarcable lodazal que termina sometiendo la vida a «la apariencia» y a la actualidad (…)».
“Cuando todo está bajo sospecha, lo que aparenta mayor grado de realidad tiene más valor, invirtiendo la lógica de compartir lo vivido por compartir lo que quiero que crean que he vivido.»
El gran problema es que «(…) son los imaginarios conservadores los que más partido están sacando a la pareja velocidad y exceso. Ante la celeridad, la inercia solo tolera ideas preconcebidas, es decir, aquellas que ya estaban en nosotros. Justamente las que precisan apoyarse en sensaciones y emociones.” Lo intuitivo.
«No puede ser que las cosas se hayan reducido a su piel y que se cambie pensamiento por listado, texto por titular (…) Hace tiempo que la imagen y el pantallazo se rebelaron frente a la reflexión pausada.»
A lo que Peirano añade el peligro de la manipulación de los algoritmos que “ofrecen una visión de lo que está pasando diseñada para nosotros de manera única”, por separado. Y estas noticias «a la carta», escogidas para nosotros, según nuestros intereses y radicalizadas para crear más «engagement», enganche, nos lo filtran por el mismo canal por el que nos llegan los mensajes familiares, personales o incluso privados.
Esta reagrupación algorítmica genera un entorno de consenso permanente, aislado del mundo real. El rasgo de pertenencia se arremolina en torno al rechazo a “el otro” y su deriva es racismo y deshumanización. Refuerzan y radicalizan nuestro sesgos: “Ya no somos vegetarianos sino veganos, no somos progresistas sino radicales de izquierda, no somos personas sino activistas de nuestra propia visión del mundo.(…) Las tribus identitarias son un monocultivo; la falta de diversidad atrae plagas y enfermedades.”
nuevo partido político.” alega Evgeny Morozov, investigador informático teórico. (La locura del solucionismo tecnológico) “Quieren reunir tantos datos como puedan.” Por ejemplo, a través de los llamados «dispositivos inteligentes«: relojes inteligentes, termostatos inteligentes; cualquier cosa que tenga un sensor generará un dato.
“Habría que oponerse a que el paradigma de la propiedad privada se extienda a los datos. Los datos, sin la capacidad de analizarlos, no son gran cosa. Hoy en día solo algunas grandes empresas son capaces de estudiarlos. Esa información debería estar bajo un control público, que no significa un control del Estado, sino de los ciudadanos. La reciente fascinación en Europa por esa idea del común, que no tiene nada que ver con la de los comunes, es un marco sano.”
“Durante demasiado tiempo se ha pensado el trabajo digital y de internet como espacio comunitario» escribe Silvia Federici. «Esta concepción del común tiene problemas muy grandes, porque internet no nos permite reproducirnos”. «En cambio, tierra, bosques y aguas son fundamentales para nuestra reproducción.»
Fuentes:
“La locura del solucionismo tecnológico”, Evgeny Morozov.
“El entusiasmo. Precariedad laboral y trabajo creativo en la Era digital.” Remedios Zafra.
“El enemigo conoce el sistema: Manipulación de ideas, personas e influencias después de la economía de la atención.” Marta Peirano
https://ctxt.es/es/20200108/Firmas/30456/ruinas-capitalismo-alba-rico-inconsistente-incompleto-arquitectura-alquiler.htm#.XhdaueksnQE.twitter
https://www.pikaramagazine.com/2012/06/%e2%80%9cdesvalorizar-el-trabajo-reproductivo-de-las-mujeres-ha-destruido-nuestra-relacion-con-la-tierra%e2%80%9dentrevista-a-silvia-federici-activista-especializada-en-trabajo-domestico-reproductiv/
https://elpais.com/elpais/2015/12/17/eps/1450358550_362012.html