Las Empusas son monstruos femeninos que están bajo el control de la diosa Hécate.
Empusa es una palabra originaria de la mitología griega. Significa “Ser Ancestral”, y describe a una criatura que sería algo parecido a un híbrido entre un vampiro y una serpiente (o sirena). Espíritus tan perversos y demoníacos que salieron de la caja de Pandora con todos los males para asustar a la humanidad. Los demonios funcionaban como soldados de Hécate, siendo enviados a resolver «misiones especiales». Su forma de actuar era simple y práctica, con su forma metamorfoseada, también engañaba a sus víctimas con su voz convincentemente mágica.
A veces se las equipara con Hécate. No se trata de un espíritu errante que haya estado encarnado en alguna ocasión y podría decirse que tiene poca entidad por sí misma. Es una emanación de Hécate en su aspecto de maga negra, de la que se sirve la Diosa e incluso algunas hechiceras para realizar sus trabajos nefastos.
Las Empusas son hijas de Hécate y Mormo.
Las Empusas son criaturas fantásticas del folclore griego antiguo, identificadas a veces con las Lamias. Según Robert Graves , la Empusa era una semidiosa, la hermosa hija de la diosa Hécate, la Oscura Diosa Lunar. y el espíritu Mormo.
La diosa Hécate fue considerada Reina de los Fantasmas, pues podía evitar que estos saliesen del mundo de los espíritus, pero por otro lado también permitir su fuga. Así pues, era la guardiana de los senderos que cruzaban ambos mundos, y por tanto, poderosa en los cementerios. Era la culpable de enviar a los humanos los terrores nocturnos (pesadillas), apariciones de fantasmas y espectros de todo tipo.
Mormo (griego antiguo: Μορμώ, Μορμών) es uno de los vampiros más extraños que aparecen en los mitos griegos. Según los escritos de Aristófanes, se señala como compañero de Hécate, reina de los Fantasmas y diosa de la hechicería. Juntos engendraron a la abominable Empusa, una vampiresa parecida a Lamia.
La Empusa es un fantasma. Es una vampira.
La Empusa tomaba forma humana para seducir a jóvenes incautos y luego devorarlos. Sus lugares favoritos para emboscar a los caminantes imprudentes son las encrucijadas.
La Empusa es una criatura fantástica del folclore griego antiguo, identificada a veces con Lamia, y al igual que ellas, se las considera las precursoras de las leyendas de vampiros, ya que, se dice, chupan la sangre de los jóvenes para adquirir consistencia y vitalidad. Sólo así se liberan de su propio horror consistente en saber que no son nada más que un vacío revestido de apariencias quiméricas y cambiantes, ya que al parecer podían cambiar de forma a voluntad.
Les agrada merodear por parajes desiertos, sobre todo cuando hay luna llena. La Empusa es uno de los fantasmas espeluznantes ( Hekataia ) enviados por la diosa Hécate para asustar a los vagabundos y la gente desafortunada y tiene la habilidad de aparecer en las formas más variadas. Como fantasma vinculado a Hécate gusta de merodear por lugares desiertos e inhóspitos y es fácil encontrarla en las encrucijadas de noche, bajo las formas más variadas y peligrosamente atractivas.
Las nociones populares de la figura de Empusa como un fantasma sediento de sangre son similares a la creencia posterior en los vampiros de los Balcanes. Se deleitaba con la sangre seduciendo a los jóvenes mientras dormían, antes de beber su sangre y comer su carne. Cuando vio a un hombre durmiendo en el camino, lo atacó, sin saber que era Zeus, rey de los dioses. Zeus se despertó y vertio su ira sobre ella y la Empusa murio.
En la Noche de Walpurgis descrita en la segunda parte de su Fausto , Goethe también describe una Empusa y una Lamia.
Su objetivo siempre es la seducción. Para ello se vale de una técnica amatoria descomunal, que deja extenuados a los hombres, y le permite alimentarse tranquilamente mientras duermen, antiguamente se atribuía provocar la parálisis del sueño en las personas, esto le permitía a ella saciar su sed de sangre impunemente.
Hay muchas versiones acerca de la empusa, una de ellas es en las Ranas de Aristófanes. En las Ranas de Aristófanes aparecen como guardianas del Hades. Las empusas son más conocidas por su aparición en Las ranas de Aristófanes, en el que asustaron a Dioniso y Jantias en su camino hacia el Inframundo. Atemorizaban o incluso devoraban a quienes transitaban los senderos o caminos que frecuentaban.
Las Empusas son Cambia Formas.
VER: Las Brujas Cambia Formas.
Las Empusas , tienen el don de cambiar de forma. Recorre los viejos montes y yermos en busca de víctimas humanas (particularmente viajeros) o animales; adquiriendo casi siempre la forma de varios mamíferos menores, adoptando apariencia de animal doméstico (perro, vaca, conejo) o de bella hetera. Cuando se hacen pasar por mujer, se las reconoce porque una de sus patas es de bronce (uno de los personajes de Aristófanes añade, quizá bromeando, que la otra es bolítinon, de «excremento de vaca»).
Se deja ver especialmente en las noches de luna llena. La Empusa podía tomar cualquier forma: las más comunes eran las de puta o vaca y, para atraer a sus víctimas, podían cambiar su apariencia por la de una mujer débil o seductora; en el último caso, podrían colarse en las camas de los jóvenes. A pesar de la metamorfosis, en una inspección más cercana todavía revelaron personajes monstruosos o extraños, como una pierna de estiércol de burro y una pierna de bronce.
A veces llevaban lomos de burro y sandalias de bronce. En su forma natural, además de las extrañas piernas, poseían garras largas, colmillos pequeños pero afilados, ojos completamente rojos, piel pálida, eran muy rápidos y cuando morían se convertían en fuego que podía encenderse y prender fuego.
Las Empusas más poderosas podrían estallar para escapar del enemigo y sus rostros aparecerían en el fuego. La Empusa es aquí comparada con una serpiente, por la rapidez de su movimiento, su capacidad de cambio y su ponzoña. Este fantasma suele aparecer en forma de vaca, perro, serpiente y hetaira, bella cortesana que atrae a sus amantes al lecho para chuparles la sangre.
La Novia de Corinto
La novia de Corinto es uno de los episodios de la Vida de Apolonio de Tiana, escrita por el autor griego Filóstrato (160-249).
El autor cuenta que uno de los discípulos de Apolonio era un joven licio de veinticinco años de edad, atractivo y atlético que un día se encontró con una mujer que dijo estar desde hacía tiempo enamorada de él, que procedía de Fenicia y vivía en un barrio de Corinto cuyo nombre le dio, citándose con él por la noche.
Esa noche el joven acudió a la cita y desde entonces frecuentó su compañía, amándola como si fuera su amante y finalmente concertando la boda entre ambos. Sin embargo, su maestro Apolonio desconfiaba y tras examinar la figura de su discípulo le dijo que acudiría al banquete nupcial.
Durante la boda Apolonio se presentó a los invitados, afirmando que lo que les rodeaba era una ilusión semejante a los jardines de Tántalo, y que la bella mujer de Menipo no era tal, sino una empusa, un ser que utilizaba la pasión y el amor para devorar la carne de los seres humanos atrayendo a sus presas con sus caricias.
La dama se sintió disgustada ante las palabras de Apolonio, negando sus palabras y ordenándole que se marchara. Sin embargo, quedó demostrado que las copas de oro y los objetos de la boda eran meras ilusiones tan ligeras como el aire y todos los servidores se esfumaron ante las palabras del filósofo.
La dama se echó a llorar e imploró a Apolonio que no la torturara y obligara a confesar lo que era en realidad. Sin embargo Apolonio insistió hasta que admitió ser una empusa, y que había embaucado a Menipo procurándole placeres para devorar su cuerpo, ya que necesitaba alimentarse con cuerpos jóvenes y hermosos, de sangre fuerte y pura.
Finalmente la empusa desaparece con todo lo que la rodea, y Menipo muere de pena tiempo después.
Este episodio tuvo una gran influencia en la literatura vampírica del siglo XVIII y XIX, determinando la figura de la mujer vampiro que utiliza su seducción para devorar a sus presas. John Keats escribió un poema Lamia basado en este episodio, aunque muestra a la mujer vampiro bajo una perspectiva más favorable. Edgar Allan Poe también escribió un poema basado en este episodio, considerándolo como un símbolo de la «fría filosofía» que destruye la belleza y la imaginación.
Al pensar en estas criaturas femeninas, cuyo cuerpo está marcado por características animalescas, sobre todo en la parte inferior del cuerpo, no podemos dejar de pensar en las grandes Diosas asiáticas y sus iconografías, que las vinculan al mundo natural y salvaje, ya que para los griegos el origen de la magia femenina está relacionado muy directamente con Oriente.
Para la mentalidad griega, basada en el orden y la armonía, resulta difícil encajar con naturalidad lo extraño, caótico e instintivo, pero en ningún momento dejaron de reconocer su necesaria existencia, su importancia, poder y extraña belleza.
Conforme su historia se fue propagando, también se fue pervirtiendo, y terminó usándose como un espanta niños, una figura horrenda que las madres y niñeras utilizaban para amedrentar a los niños en Grecia. Así fue a parar a los cuentos populares como un personaje vulgar parecido al hombre del saco.
La creencia en este monstruo malvado persiste en los tiempos modernos.
Hoy en dia, el término Empusa se utiliza en Grecia para referirse a un duende que cambia de forma ( shapeshifting) y molesta a los pastores griegos, algunas veces transformado en perro, otras en buey y otras en asno. Los pastores actuales la culpan de los accidentes que les ocurren a sus animales, alegando que ella aparece de repente, los lastima y desaparece nuevamente. Los cuentos posteriores describen toda una raza de estos monstruos, los Empusae, que viven en la costa del norte de África en Libia.
La Empusa o Mantis Palo (Empusa pennata).
Este término ha sido utilizado en el lenguaje científico para nombrar un género de mantis, insectos cuyas características han inspirado su asociación con este ser mitológico.
La empusa o mantis palo (Empusa pennata) es una especie de insecto mantodeo de la familia Empusidae caracteriza por su aspecto de palo y su inconfundible penacho o cresta en la cabeza. La forma de las empusas realmente son espectaculares, parecen que no sean de este mundo y pude que el relato mitológico de sentido al nombre que se le ha dado. Como mínimo añade un toque fantástico a estos increíbles insectos.
Se encuentra en la península ibérica (España y Portugal) y en el litoral continental mediterráneo de Francia, Italia y el norte de África, así como en la mayoría de las islas mayores del mediterráneo occidental. Vive en zonas cercanas al litoral y en zonas de matorral seco, acechando a insectos en el suelo.
La Empusa es un insecto depredador, tiene una dieta exclusivamente carnívora, siendo su principal fuente de alimento otros tipos de insectos voladores y arácnidos.
FUENTES:
Las fuentes primarias de la empusa en la Antigüedad son Aristófanes y sus obras de teatro ( Las ranas y Ecclesiazusae ) y Filóstrato y su obra «Vida de Apolonio de Tiana» .
- Wikipedia
- Grimal, Pierre. Diccionario de mitología griega y romana. 4ª Edición. Rio de Janeiro; Bertrand Brasil – 2000
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https://www.elsantuariodelalba.com/2020/12/09/las-empusas-hijas-de-hecate/
Un ejemplo indudable de antiguos astronautas y visitas de extraterrestres ¿ no ?