Por Luys Coleto.- Manual del probable pucherazo del próximo martes. Receta del fraude electoral. Y, súbitamente, muchos comienzan a coscarse, por fin, del impresionante poro abierto. No se prestó apenas atención en las generales del 2019, abril y noviembre, sobre todo las primeras. Ambos procesos electorales hieden. Y recordemos que Sánchez maneja todo a su antojo. Recordemos glorioso momento de Cum Fraude. “¿La Fiscalía de quién depende, del gobierno? Pues ya está”. Pues ya está. Fiscalía, y adenda: INE, Correos, CIS. Ingeniería electoral, pues. Y Soros, ese gran amigo de España y de la humanidad entera, tan vinculado en su día a los siniestros milikitos de Indra.
Los seis pasos del fraude
Paso uno. Falsificación del fraude electoral (INE), españoles/madrileños “fabricados”, “inventados”, creados exnovo.
Dos. Voto por correo.
Tres. Tezanos o Tenazas, vulgo Masterchef, guisa las encuestas para condicionar a la gente y hacerla asumir resultados profundamente disparatados e inverosímiles (CIS).
Cuatro. En España, sistémica y sistemáticamente, no se cumple la ley electoral. Es obligatorio realizar un escrutinio general. No se hace. El desinterés de todos, generalizado. Y la pútrida connivencia de los ropones de las Juntas Electorales Provinciales, esencial. La Junta Electoral debería restituir una nítida cadena de custodia de los votos, inmediatamente, con las urnas perfectamente precintadas y donde se hallen presentes en la citada “protección” algún policía y/o magistrado… cómo era antes, por cierto, de que Rajoy la suprimiese.
Cinco. Los datos de las elecciones pueden ser perfecta, hábil y algorítmicamente manipulados por la empresa militar Indra. Otro Masterchef, éste más sofisticado. Seis. Por supuesto, dato esencial: en ningún lugar de la ley electoral (LOREG) se indica que haya que utilizarse un sistema informático para la gestión del voto.
Las últimas noticias confirman que todo continúa apestando
Últimas noticias, bastante gente empieza seriamente a desconfiar. La mayoría versa sobre Correos, el gran caballo de Troya contra Trump, por ejemplo. Enumeración de ejemplos recientes. Perfeccionamiento del voto por moto. Televoto, al estilo de Telepizza o Telefarlopa. Otra: asignación en Correos de “3 votos” a un presidente de mesa electoral que votará el 4M. Pululando por doquier tickets de Correos donde aparece el concepto “voto emitido” sin haberlo hecho. Y sin estar censado en Madrid.
Correos argumenta que, como el voto no cuesta dinero, no se emite ticket, y por eso le aparece al siguiente cliente. Obviamente, Correos miente: multitud de gestiones de coste cero tienen su pertinente registro. Además, otrosí: la fecha de la emisión del voto es anterior a la del paquete, luego no cuadra. En el fondo, nada cuadra. Y otro asunto muy turbio: entregando al siguiente cliente el localizador de voto por correo que corresponde a la persona anterior. Absolutamente ilegal. Protección de datos violada.
Cómo se cocinará el probable pucherazo en las elecciones autonómicas madrileñas del 4 de marzo
Intenso aroma a pucherazo
Después de que la Junta Electoral se hiciera eco de la petición de OKDIARIO de investigar el asunto de los ticket emitidos por Correos con votos que no habían sido efectuados, obligando al organismo público a explicar lo sucedido y a cesar de inmediato con esta práctica, las chapuzas -dejémoslo ahí, por el momento-se siguen sucediendo. Un ciudadano acudió a enviar dos cartas ordinarias y recibió el ticket correspondiente, sin ser avisado de la anomalía por parte del personal de Correos. No fue hasta horas después, cuando las denuncias corrían ya por las redes sociales, cuando se dio cuenta de que en su ticket figuraban hasta cuatro votos emitidos, pero tachados. O sea, que Correos, que no ha dado ninguna explicación convincente, más allá de la inicial de que por un fallo informático los tickets con los votos emitidos se consignaban al siguiente usuario, aunque este no hubiera emitido voto alguno, ha decidido, para cumplir con el requerimiento de la Junta Electoral, tachar a bolígrafo en el ticket la referencia a los votos emitidos.
Una solución chapucera que no disipa las dudas y revela el grado de desdén de un organismo que está ofreciendo una imagen tercermundista de España. Es grave que la incompetencia de los responsables políticos de Correos, encabezados por Juan Manuel Serrano, amigo de Pedro Sánchez, acrecienten las sospechas de «pucherazo» o «estafa». Eso de que como el usuario que acude a efectuar el voto por correo no efectúa gasto alguno, el sistema no está preparado para emitir tickets sin gasto y se traslada al siguiente cliente que sí haga uso de algún servicio de pago en su ticket es, sencillamente, surrealista. Es más, esa versión se contradice con el relato de otros usuarios que aseguran que emitieron votos por correo y recibieron el correspondiente ticket con el detalle y el importe 0 euros. Correos tiene que explicar hasta el último detalle lo ocurrido y la Junta Electoral ponerse seria, porque esto ya pasa de castaño a oscuro.