La psicología transpersonal es un enfoque nacido a comienzos del siglo XX en el que se integra el concepto de “espiritualidad” para comprender los procesos de psiquismo, desarrollo personal, salud y enfermedad. De este modo, fusiona los principios psicológicos con las prácticas espirituales.
La palabra “transpersonal” significa ‘a través de» o ‘más allá de» lo personal. Ese “más allá” en el marco de la psicología transpersonal hace referencia a lo espiritual. Esto es, a las experiencias trascendentes del yo y no solo a las conductas observables habituales.
La psicología transpersonal aborda la psiquis como una experiencia que incluye estados de conciencia superiores. Por eso abarca, además de la conducta práctica, las experiencias místicas, metafísicas, de expansión, conocimiento interior profundo y estados amplificados de amor y fraternidad universales.
“La nueva psicología transpersonal que emerge está interesada específicamente en el estudio científico y empírico así como de una responsable aplicación de los descubrimientos relevantes sobre: los valores últimos, conciencia unitiva, éxtasis, experiencias místicas, autorrealización, el significado último, la trascendencia del yo, el espíritu, la unidad, la conciencia cósmica, la sinergia entre individuos y especies, la felicidad, lo sagrado, fenómenos trascendentes, percepción extrasensorial…”.
-Antony Sutich-
El origen de la psicología transpersonal
La psicología transpersonal comienza con las lecciones que William James impartió en la Universidad de Edimburgo, entre los años 1901 y 1902. Este psicólogo fue el primero en abordar las experiencias religiosas como parte del estudio psicológico. También fue el primero en emplear el término “transpersonal”.
Más adelante, la psicología humanista de Abraham Maslow recogió el interés por las experiencias trascendentales. Algunos psicólogos de la vertiente siguieron esta declinación, dando origen a la psicología transpersonal propiamente dicha en los años 60.
Tal enfoque retomó planteamientos del psiquiatra Maurice Bucke. Así mismo, Carl Jung y Roberto Assagioli contribuyeron con valiosos planteamientos para lo que luego se convirtió en la psicología transpersonal.
Ámbitos que abarca este enfoque
La psicología transpersonal se centra en las llamadas “experiencias cumbre”: vivencias trascendentales en las que se produce un estado de “interconexión e integración espiritual” en palabras de Maslow.
El objetivo central de este enfoque es lograr que las personas encuentren un sentido trascendente para sus actos y su vida. Así mismo, que logren identificarse con una conciencia superior. Desde esta corriente se reconocen tres niveles en el desarrollo de ese tipo de conciencia:
- Nivel prepersonal. Corresponde al estadio en el cual los seres humanos aún no tienen conciencia. Por ejemplo, los bebés, quienes tienen discapacidad cognitiva, etc.
- Nivel personal. Aparece con la conciencia de uno mismo, es decir, cuando una persona se da cuenta de que es alguien diferente a los demás y único.
- Nivel transpersonal. Corresponde a la conciencia trascendente, en la que hay desarrollo espiritual y se ha sobrepasado el nivel de cuerpo y mente como la base de todo.
¿Cómo funciona la psicología transpersonal?
Lo que se busca de una terapia de psicología transpersonal es que las personas descubran el núcleo de su ser esencial. Se construyen y se amplían las virtudes, al tiempo que se promueve la espiritualidad y el autodesarrollo. El camino para ello es el ejercicio de la libre voluntad y la puesta en marcha de los recursos internos para equilibrar y armonizar la vida.
En este contexto, existen tres áreas de trabajo esenciales:
- Ego trascendido.
- Fuerzas transformadoras.
- Fuerzas integradoras.
Para el trabajo terapéutico se emplean una serie de técnicas que se aplican tanto en consulta como fuera de ella. Estas promueven el saber intuitivo que conduzca al bienestar psicológico y espiritual.
Algunas de las técnicas utilizadas son sanación del niño interior, conocimiento del cuerpo el movimiento, trabajo de respiración, escritura de diario, meditación, yoga, visualización guiada, entrenamiento asertivo, regresión, obra de arte simbólica, etc.
Aportes y cuestionamientos
La psicología transpersonal se aplica en particular a los casos de ansiedad, depresión, fobias y adicciones. En general, es provechosa para las personas que buscan reconocer y apreciar su valor real y que, al mismo tiempo, tienen dificultades en esos terrenos, las cuales se traducen en un estado de malestar o infelicidad.
Las técnicas empleadas en este marco hacen más sólido nuestro equilibrio emocional y nos ayudan a mantener una posición más abierta y compasiva con los demás. También aumentan la confianza en uno mismo y favorecen una perspectiva más positiva de la vida.
Como es natural, este enfoque también ha recibido críticas. En particular, se pone en tela de juicio su falta de rigor científico y su escaso desarrollo conceptual. Así mismo, desde el budismo se argumenta que esta escuela toma conceptos del zen, pero los descontextualiza y los desarrolla de una forma inadecuada.
Pese a todo, la psicología transpersonal se ha ganado un lugar propio y en la actualidad se aplica en todo el mundo. Si bien no satisface, en sentido estricto, el academicismo y el cientifismo, lo cierto es que ha sido aprovechada por muchas personas para aliviar su sufrimiento.
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