Los mantras se conocen desde hace siglos, sobre todo en la India, donde se revisten de particular importancia. Sin embargo, solo ahora la Psicología y las Neurociencias han comenzado a interesarse por ellos y redescubrir su poder.
Reforzados por la respiración y la concentración, los beneficios de los mantras no se limitan a nuestra salud emocional, sino que pueden extenderse a nuestro cuerpo, por lo que es una práctica meditativa que podemos incluir an nuestra rutina. Y lo mejor de todo es que no necesitamos dedicarles mucho tiempo: bastan 10 o 15 minutos al día.
¿Qué es un mantra?
La palabra “mantra” proviene del sánscrito y se puede traducir como “herramienta mental” o “instrumento del pensamiento”. No obstante, si prestamos atención a su etimología revela un significado más profundo. La raíz “man” significa “mente” y “tra” “liberación”, de manera que el significado de mantra sería “aquello que libera la mente”.
Por tanto, los mantras son una combinación de sonidos trascendentales para liberar la mente de las ansiedades de la vida cotidiana. Son una frase, palabra o sílaba que se repite de manera continua y rítmica. Como mantienen ocupada la mente, tienen el poder de detener el flujo habitual de los pensamientos y preocupaciones para aclarar nuestra visión y facilitar un estado de relajación.
¿Qué tipos de mantras existen?
Existen muchísimos tipos de mantras. Los mantras tradicionales suelen provenir del sánscrito ya que muchos tienen sus raíces en el hinduismo. De hecho, se piensa que cada mantra vibra de una manera única e influye en nuestra mente y cuerpo de formas diferentes.
En sentido general se puede hacer referencia a dos grandes tipos de mantras:
- Mantras tántricos. Estos mantras tienen origen en los Tantras y se suelen practicar con fines específicos, como promover la longevidad, mantener la salud o mejorar de una enfermedad. Suelen ser más difíciles de practicar y, según la tradición hindú, se deben aprender con un gurú.
- Mantras pouranicos. Son relativamente simples y fáciles de aprender, de manera que cualquier persona puede recitarlos. Se suelen utilizar para calmar las emociones y encontrar un estado de relajación y concentración.
Uno de los mantras más populares entre los budistas tibetanos es “Om mani padme hum”, que se centra en desarrollar la compasión. “Om gam ganapataye namaha” es otro mantra muy usado para encontrar la fuerza que nos ayude a enfrentarnos a los retos vitales y salir fortalecidos de ellos.
Sin embargo, hay otros mantras más sencillos, como el universal y famoso “Om”. En la cultura hindú, “Om” es el tono original y primordial del universo pues se entiende que todo el universo siempre está pulsando y vibrando. Es el sonido de la creación. De hecho, es curioso que cuando se recita este mantra, vibra a la frecuencia de 136,1 Hz, que es la misma que se ha encontrado en todo en la naturaleza, según un estudio realizado en la Universidad Amity.
Se afirma que el sánscrito, que es el lenguaje de la mayoría de los mantras, tiene un impacto más profundo en nuestro cuerpo y mente. Podría deberse a que se trata de la madre de todos los idiomas ya que la mayoría de las lenguas modernas han evolucionado del sáncrito. De hecho, Jung sugirió que los mantras sánscritos actúan sobre nuestra mente inconsciente activando antiguos arquetipos. En cualquier caso, el sánscrito también es un lenguaje muy rítmico y, hasta cierto punto, imita los sonidos de la naturaleza, lo cual puede reforzar su impacto a nivel mental.
¿Cómo actúan los mantras sobre el cerebro?
El lenguaje tiene un profundo impacto en nuestro cerebro y emociones. Cuando escuchamos ciertos sonidos experimentamos reacciones viscerales particularmente intensas. Un grito puede generarnos una reacción instantánea de tensión y miedo. Escuchar a un lobo aullar en medio de la noche puede hacernos sentir un miedo irracional. El sonido de un accidente de tráfico activa la adrenalina. El ronroneo de un gato nos calma y relaja. Una canción puede ponernos la piel de gallina. La risa de un bebé nos hace sonreír. El discurso de odio genera odio mientras que las palabras amables generan compasión y amor.
Por tanto, es razonable suponer que los mantras también tienen un efecto a nivel emocional y físico. De hecho, varios estudios realizados con resonancia magnética funcional mientras las personas recitaban mantras han comprobado que se producen cambios importantes en el funcionamiento cerebral.
Una investigación realizada en la Universidad de Universidad de Hong Kong constató que los mantras pueden generar un aumento de las ondas alfa y theta a nivel cerebral. Las ondas alfa y theta son aquellas que facilitan un estado de relajación, creatividad y visualización.
También se ha apreciado que los mantras “desactivan” las zonas corticales del cerebro vinculadas con el razonamiento y la lógica mientras activan la red neuronal por defecto, la cual se ha asociado con actividades mentales como la resolución creativa de problemas, el talento artístico y la introspección. De esta manera el cerebro entra en un estado de plena concentración sin esfuerzo.
Al mismo tiempo, los mantras activan áreas del cerebro como el tálamo, que está relacionado con la percepción sensorial, y el hipocampo, que está vinculado a la memoria y el aprendizaje, lo cual podría ayudarnos a mejorar nuestro rendimiento cognitivo. Además, facilitan la interconexión entre los dos hemisferios cerebrales, permitiendo que nuestro cerebro trabaje como un todo perfectamente integrado.
Los beneficios de los mantras para la mente y el cuerpo
Todos los años se publican nuevas investigaciones sobre los beneficios de escuchar mantras. Un metaanálisis de más de 2.000 estudios realizados en los últimos 40 años concluyó que “los mantras pueden mejorar la salud mental y la afectividad negativa en las personas”, actuando específicamente sobre la ansiedad, el estrés, la depresión, el agotamiento, la ira y la angustia.
Una de las claves consiste en que los mantras generan una respuesta de relajación que no solo calma la mente y aleja los pensamientos y preocupaciones, sino que también sincroniza la respiración y la frecuencia cardíaca generando un estado de paz interior.
Otro estudio realizado a pequeña escala con niños, en la Universidad Amity, comprobó que recitar mantras durante tan solo 15 minutos tiene un efecto beneficioso sobre el cociente intelectual. Los niños que recitaban mantras tenían un mejor rendimiento cognitivo en las pruebas escolares.
Sin embargo, quizá lo más interesante es que los beneficios de los mantras se extienden a nivel físico. Un estudio desarrollado en la Universidad de Virginia Occidental analizó los efectos de la meditación con mantras en la longitud de los telómeros (de la cual depende nuestro envejecimiento), la actividad de la telomerasa (la enzima que alarga los telómeros) y los niveles plasmáticos de amiloide-β (un péptido que se ha vinculado con las enfermedades neurodegenerativas).
Al cabo de 12 semanas, practicando 12 minutos al día, las personas que siguieron el programa de meditación con mantras presentaron una mejoría en esos marcadores plasmáticos. Presentaron “mejoras en la función cognitiva, el sueño, el estado de ánimo y la calidad de vida, lo que sugiere posibles relaciones funcionales”, según estos científicos.
De hecho, existen evidencias de que los beneficios de los mantras para la salud no dependen de nuestra fe religiosa en ellos, sino de la concentración. Como escribiera George Leonard: “en el corazón de cada uno de nosotros, sean cuales sean nuestras imperfecciones, existe un pulso silencioso con un ritmo perfecto, compuesto de ondas y resonancias, que es absolutamente individual y único, pero que sin embargo nos conecta con todo en el universo”.
Aunque la ciencia aún tiene un largo camino por delante para comprender los efectos de los mantras sobre nuestra mente y cuerpo, lo cierto es que esta práctica nos ayuda a reencontrar el imprescindible equilibrio psicológico que puede convertirse en una base sólida sobre la cual construir un estilo de vida que cuide nuestra salud física.
¿Cómo elegir un mantra personal?
No es imprescindible que aprendas mantras sánscritos. Lo más importante para elegir un mantra personal es que tenga un significado especial que haga resonancia en ti. El mantra que elijas debe dirigir tu energía e intención para alcanzar ese estado de relajación. Por tanto, puedes elegir un mantra clásico o apostar por una palabra o frase corta y convertirla en tu mantra personal.
¿Cómo saber si el mantra funciona?
Si recitas un mantra durante 10 minutos todos los días, en poco tiempo sabrás si has elegido los sonidos adecuados para ti. La primera señal es que debe atraer completamente tu atención, llevándote al aquí y ahora, ya que su principal objetivo es acallar la mente y desvanecer ese rumor constante de los pensamientos. La segunda señal de que has elegido el mantra personal adecuado es que te haga sentir bien, en calma y/o empoderado.
Como regla general, al recitar un mantra debes pasar por diferentes estados de conciencia, los cuales te indicarán si es el mantra es beneficioso para ti:
- Estado mental relajado y concentrado. Como el mantra debe suplantar los pensamientos, distracciones y preocupaciones habituales, la mente logra relajarse y concentrarse, sin nada que la perturbe.
- Rotación de la conciencia alrededor del mantra. Poco a poco notarás que tu mente comienza a “girar” en torno al mantra, acumulando esa energía psicológica que estabas desperdiciando en las preocupaciones y las distracciones.
- Estado Sakshi Bhava. Es un estado peculiar, también conocido como “conciencia testigo”, en el que te conviertes en un observador imparcial de tu propia mente. Puedes observar los fenómenos psicológicos que están sucediendo sin aferrarte a esos pensamientos, sentimientos y sensaciones, de manera que no generen aversión o apego.
- Pérdida de conciencia del mundo exterior. Cuando utilizas los mantras para meditar adecuados, es probable que en cierto punto pierdas la conexión con tu entorno y tu conciencia se vuelque hacia dentro en un estado de instrospección.
- Conciencia del mantra. Cuando practicas mucho, puedes llegar a perder la conciencia del “yo” ya que te fundes por completo con el mantra. Es un estado en el que te olvidas de ti mismo para dedicarte en cuerpo y alma a la meditación.
¿Cómo recitar un mantra?
Si quieres recitar un mantra personal, puedes hacerlo de tres maneras diferentes:
- Baikhari (audible). Implica recitar el mantra en voz alta, una práctica recomendada para quienes están dando sus primeros pasos en la meditación ya que facilita la concentración.
- Upanshu (susurro). En este caso no es necesario alzar la voz, el mantra se recita en un susurro, por lo que es una técnica adecuada para quienes ya tienen cierta práctica con la meditación a través de los mantras.
- Manasik (mental). Para recitar un mantra no es necesario hablar o susurrar, también puedes repetirlo mentalmente. Es una práctica más compleja ya que demanda una mayor concentración para que los pensamientos y preocupaciones no interfieran en la recitación del mantra, pero suele conducir a estados superiores de conciencia.
Fuentes:
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¿Qué es un mantra personal? Sus beneficios para cuerpo y mente