Una experiencia de despertar no es el Despertar

Por Enric Corbera Extractos de: yo soy tú

Yo soy Tú

Si se me pregunta si he despertado, mi respuesta es un no rotundo. Si se me pregunta por qué hablo del despertar, mi respuesta es: porque he tenido varias experiencias de despertar. La Comprensión no es gradual, ni por etapas, pues está fuera del tiempo. Cuando se tiene una Comprensión y el cuerpo-mente la procesa, éste tiene una experiencia de despertar.

Por eso debo pensar que la Comprensión, el conocimiento de Sí Mismo, reside fuera de la experiencia humana. La cualidad que hay que desarrollar en la mente es el no-posicionamiento. No olvidemos que a la mente le encanta opinar, y las opiniones siempre son peligrosas por su carga emocional. Una mente que vive en la aceptación no es una mente pasiva, sino en pleno estado de alerta. Es una mente que sabe que es muy fácil caer en la tentación de opinar, que nos lleva directamente al juicio. La aceptación vive en una mente no-lineal, una mente que sabe que todo lo que existe y podemos ver tiene su lugar en la Totalidad.

La aceptación nos lleva a un estado de rendición, de ausencia de lucha, a un estado mental de acción impelida por el Gran Poder que emana de cada uno y que sostiene a Todos.

  • En definitiva, la Rendición y la Comprensión son lo mismo: «Hágase la Voluntad». Esta voluntad alimenta todo movimiento y toda acción. Es una voluntad que nos permite vivir sin la tan cacareada y manida fuerza de voluntad. Como diría David R. Hawkins, hay una gran diferencia entre el Poder y la Fuerza. En sus palabras: «Conviene recordar que el desarrollo espiritual influye en todos los demás desde el interior, mientras que la fuerza intenta cambiar solo lo externo». La Fuerza intenta cambiar lo externo.
  • El Poder cambia lo interno influyendo en todos. Se irradia y se comparte.

Cuando dejas de opinar se produce una gran liberación de la causalidad. Te liberas de la necesidad de controlar y, por supuesto, de defender tus opiniones. Te liberas de la búsqueda de argumentos y posicionamientos. Preparas tu mente para el desarrollo de la Comprensión, que te aleja de juicios, de deseos, de preocupaciones, y de la compasión revestida de pena y desasosiego.

Para una persona espiritualmente avanzada, las opiniones que los demás puedan tener de ella son irrelevantes. Esta persona está al margen de cualquier validación, pues vive plenamente en la coherencia emocional. Se muestra al mundo tal como siente, pues no hay mayor acto de amor que mostrar al mundo nuestro auténtico ser. Es una mente libre del cómo mostrarse; es como un niño en un estado de inocencia que le permite ser libre.

Hemos de recordar que todo lo que se explica sobre la Comprensión son descripciones, y tenemos que evitar convertirlas en prescripciones. A través de la experiencia espiritual es como surgen las religiones y como se desarrollan prácticas y rituales, porque la mente dual siempre se pregunta cómo, de qué manera. En Perfecta, Brillante Quietud, David Carse nos dice:

«La Comprensión total y la habilidad para expresar con exactitud la Comprensión no van necesariamente de la mano. Algunos de los que están verdaderamente y profundamente despiertos son incapaces de expresarla, mientras que algunas de las mejores expresiones provienen de aquellos que tienen una excelente percepción intuitiva del significado de la enseñanza a nivel intelectual, aun cuando tal penetración no haya sido lo bastante profunda como para haber dejado de experimentar al yo separado.»

La Consciencia se experimenta a Sí Misma a través del mundo fenoménico, en el mundo del tiempo y del espacio, que es el marco perfecto para experimentar la ilusión de la separación, para jugar a No-Ser. En este juego, la mente, al sentirse separada, cree estar separada y entonces crea el ego, una entidad que vive por y para la separación. El ego se alimenta de la mente, y como está hecho de la sustancia universal, también fabrica su mundo con una coherencia perfecta y unas leyes que la sustentan. Es el marco perfecto para vivir la separación como algo real. El ego tiene entidad propia, que consigue gracias a que la mente se siente desconectada de su origen. El ego hace todo lo posible por evitar que esta mente, de la cual se alimenta, tome Consciencia de que puede aniquilarle, pues él solo existe en un sueño que la mente asocia a este cuerpo, creyendo que es el cuerpo.

Cuando la persona está dispuesta a cuestionar sus valores, sus creencias, a renunciar a su verdad, entonces se puede experimentar una liberación más o menos gradual como consecuencia de abrir la mente, la conciencia, a una visión integral y holística. Esta comprensión se produce en un instante. La persona ya no ve las cosas como antes; esto es lo que yo llamo el proceso de tomar conciencia. Ya no hacen falta más explicaciones, la persona pasa a la acción con plena conciencia de quién quiere ser con relación a lo que antes era un problema. Este proceso de liberación tiene sus pautas y su tiempo; no así la toma de conciencia, que no está sujeta al espacio ni al tiempo. La persona va a su ritmo y va adaptándose a los cambios increíbles que se producen a su alrededor sabiendo que se manifiestan debido a los cambios que se están produciendo dentro de ella. La vida parece seguir igual, pero las relaciones han cambiado porque uno se relaciona consigo mismo de otra manera, sabiendo que afuera no hay nada, salvo la interpretación que doy a cada situación.

Uno ya no pregunta el porqué de las cosas. Comprende que es esta una manera que tiene la mente dual, la mente egótica, de intentar controlar. Cuando dejas que la Consciencia se manifieste plenamente en tu Conciencia, todo ocurre de la mejor manera posible, todo surge espontáneamente.

No hacedor

Estamos soñando constantemente, cuando dormimos y en estado de vigilia, y no somos conscientes de que nuestros sueños siempre son el reflejo de unos programas inconscientes que proyectamos por doquier allí donde nos encontramos.

Dejar que fluya en tu mente la energía que lleva todo el conocimiento, todo el saber, todas las soluciones a tus problemas imaginarios te permite vivir en un estado ―para mí maravilloso― llamado incertidumbre.

El estado de incertidumbre te permite vivir la vida, dejar que esta suceda a través de ti. Te permite tener plena conciencia de que todo tiene un sentido y un para qué. El azar solo es una elucubración mental basada en la creencia de que todo está separado. En este estado permites que tu mente se aquiete, lo que significa no pensar en buscar soluciones, sino en dejar que se te provean. Este estado mental de incertidumbre te lleva a preguntarte: «¿Eres tú el hacedor?»

Comprendes que hay algo que está experimentando y gestionando la experimentación de la experiencia en nosotros.

Hay una cita atribuida a Buda: «Los eventos suceden, las acciones se ejecutan, pero no hay un individuo que sea su hacedor».

Cuando empiezas a convencerte de que tú no eres el agente que ejecuta tus acciones, el sentido del yo empieza a desmoronarse. Empieza un proceso de des-identificación como entidad separada; este es el kilómetro cero del desmoronamiento del sentido del yo.

Que una situación sea dolorosa o placentera es consecuencia de un proceso mental llamado identificación. Cuando me identifico con alguien o algo, lo estoy haciendo mío, pues mi mente no-lineal es incapaz de separar el sujeto del objeto. Para ella, todo está unido y tiene un significado.

Cuando observo una situación y me convierto en testigo de ella con una mente aquietada, puedo ver lo que realmente sucede. Si me identifico ―mente lineal― caigo en la trampa de la dualidad, y entonces aparecen en mi mente el sujeto bueno y malo.

En una mente en la que no hay identificación ―mente no-lineal― nunca se percibe el dos, solo se ve el uno. Es una mente que no separa el día de la noche; es una mente que sabe que, sin uno, no existe el otro. No ve el dos, ve la expresión de lo mismo en distintos aspectos o situaciones. No hay efecto sin causa. Lo importante es colocar el efecto en el lugar adecuado, pues de ello se deriva la plena comprensión de todo cuanto sucede en nuestras vidas.

«Cuando se disuelva tu individualidad no verás individuos en parte alguna, solo el funcionamiento que acaece en la Conciencia. Si lo pillas, es muy fácil de entender. Si no, es de lo más difícil. Si se entiende bien, es muy profundo y muy simple. Lo que estoy diciendo no forma parte del conocimiento espiritual común.»

(Cita de Nisargadatta Maharaj en Perfecta brillante quietud, David Carse, pág. 175)

Los sucesos llamados milagros o milagrosos pertenecen al dominio de la mente no-lineal. Esta mente deja de culpar, de proyectar en los demás la causa de sus vicisitudes y de sus males. Esta mente vive en la comprensión, en la ausencia de miedo y de culpa. Es un estado de aceptación total. No hay un tú y un yo, solo la experiencia que se complementa, y a cuyo movimiento se le puede llamar el baile de Shiva. La vida es una danza en la que los bailarines son atraídos por fuerzas complementarias que dan sentido a su existencia y a su proceso de despertar. Para ello, hay que destruir la dualidad. Esto es lo que significa el baile de Shiva: es la danza cósmica de la divinidad en la dualidad, de la Consciencia en la conciencia, del Yo en el yo-tú, para volver a la plena conciencia del Yo.

Fuente: Enric Corbera. Yo soy tú (Ed. El Grano de Mostaza, 2016)
https://www.nodualidad.info/textos/una-experiencia-de-despertar-no-es-el-despertar.html

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