Para algunas personas “su mundo” es su hogar, para otras es su barrio, para otras su ciudad, para otras la provincia o el estado, para la mayoría su país, para otras el continente, pocos se ven a sí mismos como habitantes del planeta tierra y sólo unos pocos se ven a sí mismos como seres del universo.
Si bien la definición anterior puede parecer trivial, es muy real y dependiendo de dónde se ubique cada uno, el impacto en su vida diaria es bastante diferente.
Las personas limitan su conocimiento por el área geográfica con la que se identifican o se sienten integradas. No hace falta decir que cuanto mayor sea el área con la que uno se sienta integrado, mayor será la posibilidad de expansión de la mente y el conocimiento.
Cuanta más información y conocimientos se adquieran, así será la posibilidad de avanzar en el proceso evolutivo. Existe un paralelo entre el aumento del conocimiento y el desarrollo de la conciencia. La definición de sabiduría se puede resumir como la mejor aplicación del conocimiento. El conocimiento por sí solo es inútil, debe aplicarse, de lo contrario Wikipedia se consideraría «sabiduría», tal como lo habría sido la Enciclopedia Británica en otro momento.
Volviendo a las áreas que pueden o no limitar el conocimiento, pongamos este ejemplo que puede ilustrar lo dicho. Tomemos cualquier pescado; estudiamos su fisiología, sus peculiaridades, sus métodos de alimentación, reproducción y demás, pero en esta evaluación damos por sentado que este pez se encuentra en el agua, sea un océano, un río o un lago. Pequeño detalle, si no hubiera agua, no habría peces.
En un documental podemos ver cómo el pez pasa por su vida diaria y tenemos un conocimiento pleno y completo de su vida. Cualquier día escuchamos una noticia donde muestra miles y miles de peces muertos en la playa o flotando en el agua y se investiga la causa.
En esta situación, la relación y / o influencia del medio ambiente y el pez puede ser reconocida o no. El pez del que tanto conocemos sólo vive si se dan las condiciones esenciales para su vida. Si el agua cambia su PH, si una bacteria o alga creció en exceso o cualquier otra variante que pudiera ocurrir en el agua cambia, el cambio en el ambiente influirá en los peces.
Ahora llevemos esto a nuestra vida diaria. Nos encontramos expuestos a influencias algunas de las cuales vemos u oímos y otras que no vemos que trascienden las definiciones geográficas no solo de “nuestro mundo”, sino de la tierra. De la misma manera que los ríos y las mareas del océano y la agricultura están influenciados por eventos celestiales, así también nosotros, como los peces en el agua, estamos influenciados en todo momento por energías que no vemos, además de las del entorno circundante.
Hay tres tipos de influencias que podrían afectar nuestra vida y desarrollo «normales». Uno es el entorno inmediato, el otro es el entorno general y sobre todo, las influencias que recibimos del universo. Debemos recordarnos a nosotros mismos que somos parte de esa pequeña bola azul que se encuentra en el sistema solar. La mayoría de las veces perdemos perspectiva.
El entorno inmediato viene dado por el nivel de identificación (creencia) que tiene la persona. El entorno general, que es el que la mayoría de la gente apoya o cree, y el otro que trasciende cualquier límite en la tierra y tiene que ver con el orden universal de las cosas.
¡Sí, existe un orden universal! No olvide que el Sol sale todos los días a la hora y minuto exactos en que se espera que salga, nunca es tarde.
El nivel o creencia inmediata viene dada por el proceso de aprendizaje o programación que tiene la persona. Ese es el punto de partida desde donde suele actuar cada persona. No es ni bueno ni malo, es lo que es.
Dependiendo de donde la persona establezca su perímetro de alcance (evolución), en consecuencia, este será su estado de expansión de conocimiento y horizonte de programación alcanzado. Cada uno pone sus límites.
La visión del mundo será bastante diferente a la de una persona que nunca abandonó la ciudad donde nació, o no quiere irse, con quien viajó, vivió y evaluó otras culturas, sistemas de creencias y formas de vida. No se trata de viajar y ser un ‘turista’, sino de ser un ‘explorador’, analizando el porqué de cada costumbre o creencia y su origen. Esto proporcionará una visión general más amplia y ese conocimiento puede romper las barreras limitantes a las creencias anteriores. En otras palabras, actualizar el sistema operativo.
Cuanto más conocimiento se tenga de otras culturas y costumbres, más fácil será salir de la camisa de fuerza, que son las creencias que limitan evaluar las cosas desde una perspectiva más amplia. No olvidemos que cada creencia fue creada o promovida por algo o alguien, no es de nuestro origen, fue adquirida.
Tomemos por ejemplo a los Estados Unidos, una persona puede ser identificada como “estadounidense” por el mero hecho de haber nacido dentro de uno de los 50 estados de la Unión Americana. Pero eso es hoy, antes del año 1776 cuando se declaró la independencia de Estados Unidos con solo 13 estados, las personas nacidas en el territorio actual de lo que se conoce como tal, no eran estadounidenses. Lo mismo ocurre con América Latina o Europa. Lo que conocemos como India y Pakistán era un país antes de la división. Lo contrario sucedió con Irak, donde en un momento determinado se acotó un área geográfica y se definió como Irak agrupando etnias originarias que tenían grandes diferencias entre ellas en el pasado. Este tipo de cambios continúan hoy en todo el mundo.
¿A dónde vamos con todo esto? Simplemente estamos tratando de mencionar que las creencias que tenemos en un momento determinado son solo circunstanciales, no siempre fueron así, no son absolutas, y estas creencias podrían cambiar en el futuro.
Entonces, ¿son válidas las creencias que tenemos actualmente? En los ejemplos mencionados, estamos hablando de países, pero también hay personas que manejan creencias que son más limitantes que un país y tienen diferencias por región. Tomemos, por ejemplo, España.
Las creencias religiosas se suman a la segmentación.
Lo que tiene que quedar claro es que cada sistema de creencias limita nuestra evolución personal.
¿Es todo esto una coincidencia, tiene que ser así o hay algo más detrás?
A medida que las personas gastan sus energías defendiendo sus ‘creencias’ o puntos de vista sobre lo que está bien o mal, no se dan cuenta de que están viendo una película y piensan que son parte de ella, cuando en realidad son meros espectadores.
Si la persona no sale de su propia camisa de fuerza, que se puede definir como sus creencias limitantes, la persona no puede desarrollarse ni evolucionar o, como diríamos, “ser parte de la película en lugar de ser un espectador”.
La noticia en todos los países es generalmente sesgada ya que tiene el propósito de mantener viva la llama de alguna preocupación real o imaginaria que aflige o pueda afectar a sus ciudadanos, la sociedad o el país. Por otro lado, la clase dominante, independientemente de su color político, su único objetivo es convencer al electorado de que los vote en las próximas elecciones, mientras justifica los problemas y el deterioro general por causas ajenas a su voluntad. Las causas siempre vienen de otra parte, nunca se responsabilizan por promesas incumplidas o errores, siempre hay una justificación, pero eso sí, aseguran que la próxima vez las cosas saldrán bien si continúan en el gobierno.
La programación masiva que existe en todo el mundo ha alcanzado niveles tan sofisticados que la gente sigue pensando que las ideas que tienen son propias y no se dan cuenta de que han sido inducidas. El proceso de razonamiento se ha anulado y se ha sustituido por el de consumo directo.
Prepárate para lo que viene.
Estamos en una bifurcación en el camino en el proceso evolutivo de la humanidad, y estos son bastante diferentes entre sí.
Las personas que no pueden salir de su programación y su camisa de fuerza y solo están esperando que se les diga lo que pueden o no pueden hacer, son como los peces cuyas condiciones ambientales cambiaron. Similar a lo que sucedió cuando el pez apareció flotando, epílogo las autoridades y expertos intentarán analizar qué provocó tal evento.
Por otro lado, las personas que hayan podido salir de su programación y tengan libertad de pensamiento y movimiento, podrán decidir qué camino seguir a su antojo.
Según la teoría de la evolución, éramos microorganismos en el agua, que luego evolucionaron y pudimos salir de ella y caminar por la tierra. Esta teoría, independientemente de que la aceptes o no, se aplica al proceso en el que estamos inmersos en este momento.
El proceso de evolución es personal y abrazar ese proceso es una elección personal. Nada ni nadie puede hacerlo por ti y por otro lado, una vez que hayas elegido seguirlo, nada podría impedirte ejercer tu libre albedrío.