¿Notas embotamiento mental con el calor? O, por el contrario, ¿es el invierno el que te invita a recogerte y no pensar demasiado? El conocimiento popular apunta directamente a que la cognición es estacional o, dicho de otro modo, que el pensamiento es más rápido y eficiente en unas estaciones que en otras.
Pasa algo parecido con las emociones. Ante la cantidad de personas cuyo estado de ánimo parecía decaer siguiendo un patrón estacional -normalmente en invierno-, incluso llegó a incluirse en el DSM un trastorno llamado depresión estacional. En este manual se recoge el enlentecimiento o dificultad para pensar como uno de los síntomas de la depresión.
Los expertos han tratado de desentrañar esta cuestión por varias vías, encontrando varias incongruencias por el camino. A continuación tienes una revisión de las investigaciones que se han interesado por esta cuestión.
Relación entre luz y estado de ánimo
Los ciclos de luz y oscuridad tienen una influencia en nuestras emociones. La unión de serotonina y melatonina regula procesos como el estado de ánimo y, en parte, el funcionamiento cognitivo. Por eso, en lugares donde las horas de sol son reducidas, parece ser que hay una mayor incidencia de depresión estacional.
También existe evidencia de la síntesis de vitamina D desempeña un papel en la regulación emocional, proceso que se altera también en emplazamientos con pocas horas de luz.
Partiendo de estos supuestos biológicos tiene sentido pensar que la cognición es estacional. Sin embargo, es necesario revisar la literatura, pues existe cierta tendencia a sesgar esta información en favor de la estacionalidad cognitiva, influenciada a su vez por partir desde la perspectiva del trastorno de depresión estacional.
¿La cognición es estacional?
Este fenómeno se ha estudiado desde muchas perspectivas: lugares con ciclos de luz-oscuridad extremos -como la Antártida-, altas latitudes o incluso la incidencia de éstas en la salud pública. Más adelante resumimos los principales estudios que han abordado esta cuestión.
1. Cognición en los polos
Pasar un invierno en el Ártico no es fácil. Los exploradores polares y los científicos deben reunir una serie de requisitos, tanto físicos como mentales para desempeñar sus tareas de manera adecuada. Estas personas deben vivir en condiciones climáticas extremas, con ciclos de luz que implican meses de oscuridad y acompañados de un grupo reducido de personas durante mucho tiempo.
En un artículo publicado en Journal of Environmental Psychology se evaluó la capacidad cognitiva de un grupo de científicos durante su estancia en la Antártida a través del autoinforme.
Sus resultados apoyan la estacionalidad del estado de ánimo en relación con los ciclos de luz, pero su rendimiento cognitivo no se vio afectado por estas condiciones extremas de vida.
2. ¿La cognición es estacional en latitudes altas?
Eliminando el factor de la socialización reducida que existe en expediciones a los Polos, los investigadores también han profundizado en la estacionalidad en poblaciones que viven en latitudes altas.
Las personas que viven en estos lugares llevan una vida urbana en un entorno con unos ciclos de luz extremos, lo que les hace ser una buena muestra para este tema.
El estudio más significativo a este respecto encontró unas sutiles diferencias entre tiempos de reacción simple a estímulos, que le daban ventaja al invierno. Sin embargo, no fueron significativas.
3. Estudios de imagen cerebral
Ante estos resultados, llamativos pero estadísticamente irrelevantes, Meyer y sus colaboradores estudiaron a un grupo de sujetos en las diferentes estaciones del año con resonancia magnética funcional. La idea era averiguar si estos datos se reflejaban en la actividad cerebral.
Las tareas eran de vigilancia y memoria de trabajo compleja bajo condiciones controladas, ya que se eliminaron las señales estacionales en el laboratorio. Los resultados que arrojó esta investigación son los siguientes:
- En la tarea de vigilancia, las respuestas cerebrales encontraron su pico en el verano.
- En cuanto a la memoria de trabajo, el mayor rendimiento no varió a lo largo del año, pero la mayor activación cerebral se desarrolló en en otoño y primavera.
4. Estudios de salud pública
También se ha realizado una búsqueda de evidencias en grandes bases de datos, como las instituciones de salud mental. Aquí, a gran escala, se encuentran resultados más sólidos para la idea de que la cognición es estacional.
Salvando las diferencias entre los diferentes estudios, la impresión general es que la cognición se ve más afectada por la depresión que por los ciclos estacionales. Los sujetos deprimidos que no se habían expuesto a mucha luz solar veían su cognición más deteriorada, pero esta condición no aparecía en personas sanas.
Consideraciones sobre la idea de si la cognición es estacional
Normalmente, las intuiciones o el conocimiento popular no suele ir desencaminado en sus análisis -suelen ser bastante precisos a la hora de identificar un fenómeno y no tanto a la hora de precisar sus causas o las variables que entran en juego-. Sin embargo, cuando se trata de salud mental y su investigación científica, los factores a tener en cuenta suelen ser muchos y estar interrelacionados entre sí de forma compleja.
Es por eso que, ante la ambigüedad de resultados, se debe ser prudente a la hora de hacer afirmaciones como que la cognición es estacional. No obstante, la ciencia sigue avanzando, y seguramente solo sea cuestión de tiempo obtener respuestas a este interrogante.
https://lamenteesmaravillosa.com/cognicion-es-estacional/