Un comentario en “No hay peor mentira que la que tiene una parte de verdad: ¿Están enfermando los vacunados?”
Occidente está equivocando la estrategia frente a la covid 19 y vivimos en un auténtico desastre.
La estrategia de cohabitación con el virus, dejando que circule mientras se trata de contener las muertes y casos graves con vacunas ( mal llamadas así ya que no inmunizan ), y se mantienen unos niveles de contagios manejables por el sistema de salud; es ineficaz y sólo minimiza, aunque también perpetúa, el problema. Y da pie a la aparición de numerosas variantes con el riesgo de que alguna de ellas se vuelva especialmente grave.
La estrategia adecuada es la de aplastamiento del covid, la lucha directa y sin concesiones, el covid cero. Pero Occidente piensa demasiado en términos económicos y prefiere el desangrado continuo y lento. Y lo vamos a pagar caro, muy caro.
Cerrar fronteras, cerrar movilidad, acabar con los contagios controlando brotes y rastreando casos. Y cuando haya cero covid, abrir pero controlando todo lo que entra y circula. Lo que no sea ésto es perpetuar el desastre.
Es difícil sí, pero se puede hacer. Lo que estamos haciendo ahora es, básicamente, rezar para que las vacunas nos protejan y no aparezcan mutaciones potentes. Y rezar solamente nunca ha sido una solución.
Occidente está equivocando la estrategia frente a la covid 19 y vivimos en un auténtico desastre.
La estrategia de cohabitación con el virus, dejando que circule mientras se trata de contener las muertes y casos graves con vacunas ( mal llamadas así ya que no inmunizan ), y se mantienen unos niveles de contagios manejables por el sistema de salud; es ineficaz y sólo minimiza, aunque también perpetúa, el problema. Y da pie a la aparición de numerosas variantes con el riesgo de que alguna de ellas se vuelva especialmente grave.
La estrategia adecuada es la de aplastamiento del covid, la lucha directa y sin concesiones, el covid cero. Pero Occidente piensa demasiado en términos económicos y prefiere el desangrado continuo y lento. Y lo vamos a pagar caro, muy caro.
Cerrar fronteras, cerrar movilidad, acabar con los contagios controlando brotes y rastreando casos. Y cuando haya cero covid, abrir pero controlando todo lo que entra y circula. Lo que no sea ésto es perpetuar el desastre.
Es difícil sí, pero se puede hacer. Lo que estamos haciendo ahora es, básicamente, rezar para que las vacunas nos protejan y no aparezcan mutaciones potentes. Y rezar solamente nunca ha sido una solución.