El mundo que se abre ante nosotros cuando dormimos es vasto, dando lugar a una gran cultura alrededor de lo onírico: hablar con los fallecidos, visitar otros lugares o incluso soñar con el futuro. Algunas personas hablan de esto último, asegurando que el contenido de sus sueños se cumplía después.
Las memorias y conocimientos se entrelazan dentro de los sueños. Aunque predecir el futuro está más relacionado con la imaginación -cerebralmente hablando-, es indudable que para crear un contenido inexistente, dentro o fuera de los sueños, nos basamos en la experiencia vital.
¿Significa esto que los sueños premonitorios se van a cumplir o son probables? Como suele ocurrir, entre los mitos y la realidad siempre hay un puente, en forma de estudios científicos que explica los fenómenos que antiguamente se atribuían a la magia.
¿Qué ocurre en el cerebro durante un sueño?
El sueño profundo oscila entre dos fases, la REM y la nREM. Existen ciertas diferencias relevantes entre ellas:
- Fase REM o Random Eye Movement: de manera paradójica, la actividad durante esta etapa es muy parecida a la de la vigilia, salvo porque el tronco cerebral bloquea el movimiento muscular para que no se reproduzcan las acciones que se sueñan. Se caracteriza por ondas cerebrales rápidas.
- Fase no REM o nREM: en esta fase se duerme de forma más profunda, con cerebrales de frecuencias bajas -menos de 4 Hz-. Durante este estado. el cerebro reacciona mínimamente a los sonido externos y es menos probable despertar.
En la fase REM se experimentan los sueños más extraños, largos y fáciles de recordar. Sin embargo, para cualquiera de las dos fases, soñar es más probable cuando las ondas cerebrales son débiles. Cuando éstas son más fuertes, la sensación del sujeto no es tanto la de haber soñado como la de sentirse inconsciente durante toda la noche.
El área parietal posterior y la corteza prefrontal son responsables de la experiencia del sueño.
Sueño y memoria: soñar con el futuro
Un estudio publicado este mismo año reveló algunos datos interesantes sobre la relación entre sueño y memoria. El más relevante es que el sueño nREM está implicado en la consolidación de la memoria episódica, mientras que el sueño REM asienta y regula preferentemente la información emocional y favorece la creatividad y la percepción.
Además, el momento de la noche en el que se sueña también es relevante. Este estudio encontró que los sueños de la madrugada se relacionan más claramente con la vida cotidiana, mientras que en los nocturnos tomaba más relevancia desde el punto de vista emocional.
Tomando esto en cuenta, cabe esperar que el contenido de los sueños opere con información vital del sujeto.
Durante la vigilia, los recuerdos se procesan como parte de la acción de prevenir posibles riesgos y amenazas. Esta combinación de memoria e imaginación cumple una función adaptativa básica: predecir el futuro. Puesto que es un mecanismo implícito en el pensamiento, ¿es posible que soñar con el futuro sea posible también? En las siguientes líneas tienes la respuesta.
El valor evolutivo de predecir el futuro
En términos evolutivos, cualquier animal que pueda moverse debe poder predecir dónde se pueden encontrar alimentos, depredadores y parejas. Para hacer estas estimaciones, por tanto, debe basarse en su propia experiencia o en experiencias que de alguna manera le hayan comunicado: haber pasado por esa misma zona y que hubiese comida, depredadores o competición con otras especies.
Esta predicción, ya sea por pura supervivencia o para hechos cotidianos en una vida urbana, se hace a partir de un código que combina imágenes mentales, razonamientos y emociones. Pues bien, durante el sueño, donde el cerebro puede estar tan activo como cuando se está despierto, también ocurre este proceso de predicción.
Entonces, ¿es posible soñar con el futuro?
No en el sentido místico de la expresión. Si se piensa en soñar con el futuro como un viaje mental que da una respuesta infalible a lo que nos va a pasar, no es así como funciona. Es una inferencia que tiene tantas probabilidades de acertar como cuando estamos despiertos.
El estudio que revisó esta cuestión encontró que, a través de patrones de discernimiento inherentes a experiencias vitales y conocimientos, los sueños REM pueden representar las asociaciones entre la memoria y la imaginación, creando un nuevo contenido mental. Por tanto, mediante este proceso se podría soñar con una escena futura de forma especulativa.
Es decir, que no se trata de precognición, sino de una inferencia inconsciente que tiene una cierta probabilidad de cumplirse. Por eso, cuando en la vida real se cumple lo que se ha soñado, aparece la sensación de “yo esto lo he soñado”.
Como ves, soñar con el futuro y que después se cumpla es perfectamente posible. De hecho, pacientes que perdían la capacidad de soñar tras lesiones bilaterales de la región ventromedial o la unión parieto-temporo-occipital tampoco eran capaces de imaginar posibles escenarios futuros, lo que prueba que ambos procesos están unidos a nivel cognitivo.
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