Cada uno de nosotros prefiere una estación y un clima. Hay quienes adoran el invierno, el frío y la lluvia; quienes prefieren el sol y las temperaturas cálidas. Pero más allá de un simple gusto, esta distinción a veces se basa en el impacto que tienen las condiciones medioambientales en nuestras emociones. Por eso hoy queremos explicarte cómo afecta el verano al estado de ánimo.
Como seres complejos que somos, recibimos influencias a distintos niveles. Nuestra biología, nuestros estados internos y nuestras conductas cambian y se adaptan en función de las condiciones externas. Por ello, las explicaciones son múltiples y las experiencias de cada ser humano pueden diferir. A continuación repasamos los principales hallazgos científicos al respecto.
¿Cómo afecta el verano al estado de ánimo?
Mejor ajuste a los ciclos de luz-oscuridad
La preferencia por el verano tiene un sustento a nivel biológico, y es que se ha evidenciado que la exposición a la luz brillante tiene un efecto beneficioso en el estado de ánimo. Estar expuestos a la luz solar mejora nuestro humor mientras la ausencia de este estímulo ambiental se relaciona con la aparición de la depresión.
Por lo mismo, la terapia lumínica está reconocida como un tratamiento efectivo para este trastorno y puede resultar tan eficaz como los antidepresivos. Y es que la exposición a la luz permite que los núcleos supraquiasmáticos funcionen correctamente y que el reloj interno se sincronice con los ciclos naturales de luz-oscuridad.
Emociones positivas
Además, la luz solar multiplica exponencialmente la producción de serotonina, una hormona intrínsecamente relacionada con las sensaciones de felicidad, relajación y satisfacción. Por ello, durante el verano somos más propensos a experimentar este tipo de estados positivos; especialmente en aquellos lugares donde las diferencias entre estaciones son muy marcadas.
Mayor vida social
Durante el verano disponemos de más tiempo libre para empelarlo en el ocio y en las relaciones sociales. No solo es el momento en el que muchas personas disfrutan de sus vacaciones anuales, también es común que las empresas modifiquen o reduzcan el horario laboral y que socialmente tendamos a pasar más tiempo en la calle, relacionándonos con amigos y familiares.
Dado que nuestros vínculos con otros seres humanos son necesarios y beneficiosos, el incremento del contacto social suele traducirse en un mayor bienestar subjetivo. Además, la reducción de las presiones laborales nos permite relajarnos y desconectar, disminuyendo los niveles de estrés.
¿Por qué algunas personas no se sienten bien en verano?
A la vista de los datos anteriores, cabe preguntarse cómo es posible que para algunas personas el verano resulte tan desagradable. Y es que, como hemos anticipado, cómo afecta el verano al estado de ánimo no siempre es positiva. La llegada de la temporada estival, de las horas extendidas de luz solar y de las altas temperaturas también pueden causar complicaciones e inconvenientes.
Por ejemplo, el calor excesivo puede generar un empeoramiento de cuadros eufóricos y maniacos en las personas que padecen trastorno bipolar. Pero, en general, todas las personas con algún trastorno psicológico son más proclives a sufrir con las temperaturas extremas.
Sin embargo, para la población general también existen dificultades. Y es que el sofocante calor del verano, la sudoración constante y el trabajo continuo que realiza el organismo para regular la temperatura pueden desembocar en una mayor irritabilidad y conductas agresivas. También puede generar apatía, fatiga, desgana y decaimiento.
Además, bajo estas condiciones poco amables, conciliar el sueño y dormir adecuadamente puede ser todo un reto. De este modo, el insomnio y la falta de un descanso reparador hacen mella en el estado de ánimo y en las capacidades cognitivas de las personas. La somnolencia, el mal humor y las dificultades para concentrarse y rendir adecuadamente son comunes.
Por último, hay quienes experimentan lo que se conoce como trastorno afectivo estacional del verano. Este se caracteriza por la aparición de sensaciones de tristeza, melancolía y abatimiento con la llegada de la estación estival; y aunque es menos común que la depresión estacional de invierno, afecta en torno a un 10% de las personas.
¿Cómo actuar cuando afecta el verano al estado de ánimo?
Si formas parte de este último grupo de personas a quienes el calor les afecta negativamente, existen una serie de medidas que puedes tomar. Procura mantenerte hidratado y evita la exposición al sol en las horas de más temperatura. Implementa una buena higiene del sueño que te permita mejorar tu descanso para reducir los síntomas de la privación del sueño y adquiere herramientas para gestionar tus emociones.
Por ejemplo, la meditación y los ejercicios de respiración pueden ayudarte a reducir la irritabilidad y mejorar tu ánimo. Y, en cualquier caso, trata de aprovecha estos meses para reducir el estrés, descansar y disfrutar del ocio.
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