¿Influyen los medios de comunicación en la desconfianza en la ciencia?

En los últimos meses, la ciencia está siendo muy cuestionada. Ahora, ¿por qué? ¿Cuáles pueden ser las consecuencias?
¿Influyen los medios de comunicación en la desconfianza en la ciencia?

En los últimos tiempos, estamos siendo testigos de cómo la ciencia está perdiendo su posición de autoridad como garantía de verdad. A raíz de la crisis mundial producida por la pandemia, la imagen social de médicos, investigadores y divulgadores se ha puesto en tela de juicio de manera constante. ¿Influyen los medios de comunicación en la desconfianza en la ciencia?

Parece ser que sí. Hemos visto cómo muchos periodistas y políticos debatían -y debaten- sobre aspectos que no dominaban, dejando a la ciencia a un lado. Asimismo también es un hecho que los propios científicos están sometidos a una enorme presión y que si hay algo que se les exige es ofrecer certidumbre y conclusiones claras.

Sin embargo, y aquí llega lo más importante, se nos olvida cómo funciona la investigación científica en contextos de crisis sanitaria. Es imposible ofrecer conclusiones y datos categóricos en una realidad desconocida y marcada por la incertidumbre. La ciencia es observación, comparación experimentación y autocorrección.

Por ello, cuando a veces aparecen nuevos datos, y los científicos se ven obligados a reformular conclusiones, los medios no tardan en lanzar titulares críticos que elevan la desconfianza social. Y esto, sin duda, es un gran peligro para la propia sociedad en su conjunto.

”La ciencia se compone de errores, que a su vez, son los pasos hacia la verdad”.

-Julio Verne-

investigadora luchando contra la desconfianza en la ciencia

Desconfianza en la ciencia: ¿a qué se debe?

Señalaba el economista Adam Smith que el antídoto para la superstición y la ignorancia humana es la ciencia. ¿Qué coste puede tener la actual desconfianza en la ciencia en todos nosotros si nos limitamos a ponerla en duda de manera continuada? El impacto puede ser inmenso. Sin embargo, hay un hecho que apreciamos con frecuencia y que no deja de ser llamativo.

La ciencia es vendible y atractiva. Muchos de nosotros seguimos a un científico o, al menos, a algún divulgador. Ahora bien, algo que sucede en este tipo de comunicación es que se ofrece una visión popular de la ciencia basada solo en certezas objetivas y en un poder predictor casi absoluto. Y esta visión está causando mucho daño.

Hay ámbitos de la ciencia, y más en situaciones como la actual, en los que resulta imposible ofrecer datos conclusivos. En escenarios de crisis las personas desean certezas, pero la ciencia tiene unos tiempos y nada funciona como nos han vendido en el mundo del cine o incluso en los programas televisivos de divulgación.

Este es el origen de algunas dudas que ya tienen recorrido. Crisis del pasado, como la encefalopatía espongiforme bovina (vacas locas) o el desastre sucedido en Fukushima, ya evidenciaron cierta desconfianza en la ciencia cuando esta no es capaz de ofrecer respuestas completas. Analicemos las causas.

El fracaso de los medios a la hora de comunicar datos científicos

Investigaciones, como las realizadas en la Universidad de Pensilvania, la Universidad de Buffalo y la Universidad Estatal de Nueva York, evidencian que los medios tienen una gran impacto en la desconfianza en la ciencia por parte de la población. Esa relación causa-efecto parte de diversas dinámicas:

  • Buena parte de los medios apuestan por le sensacionalismo para lograr el clickbait. Esto implica, por ejemplo, que publiquen aspectos puntuales y sensacionalistas sin incluir las explicaciones de los propios científicos.
  • Es común además que se limiten a publicar o comentar preprints científicos. Tengámoslo en cuenta, un prepint es un manuscrito original de un autor que aún no ha sido revisado por pares ni se ha publicado. Debemos recordar que la ciencia es una institución en la que es necesario que los expertos revisen, analicen, comparen y critiquen el trabajo de los demás mediante revisiones de pares para poder llegar a nuevas conclusiones.
  • Por otro lado, cuando surgen situaciones de crisis los medios ansían datos y noticias nuevas a diario (por no decir al segundo). Los científicos se ven por un lado en la obligación de seguir dando información, mientras se eleva la presión competitiva en su ámbito. La desconfianza en la ciencia se erige a diario cuando la sociedad no recibe respuestas rápidas a sus preguntas y certidumbres a inquietudes.
Persona mirando el móvil buscando la desconfianza en la ciencia

La desconfianza en la ciencia y las fuentes no fiables al alcance de todos

Carlos Elías es catedrático de Periodismo de la Universidad Carlos III de Madrid. En uno de sus últimos ensayosScience on the Ropes, decline of Scientific Culture in the Era of Fake News, Carlos analiza aspectos muy interesantes sobre el origen de la presente desconfianza en la ciencia.

Factores, como la irracionalidad de los medios antes descrita, el impacto de las redes sociales y el hecho de vivir en la era de las fake news, condensan una atmósfera social de gran deterioro para el progreso y la ciencia.

En este universo digital en el que nos movemos, la información discurre demasiado rápido y la ciencia tiene su propia velocidad e imperfección. La sociedad tiene pleno derecho a ser crítica, es cierto, pero pero también lo tiene a buscar la información en fuentes fiables y los medios tienen que ayudar en este aspecto. No todo vale.

https://lamenteesmaravillosa.com/influyen-los-medios-de-comunicacion-en-la-desconfianza-en-la-ciencia/

Un comentario en “¿Influyen los medios de comunicación en la desconfianza en la ciencia?

  1. También influye, y mucho, que llegar a entender la ciencia requiere un esfuerzo que no todos están dispuestos a, o capacitados para, hacer. Sin embargo negar lo que no entendemos es sencillo, casi todos los niños lo hacen.

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