Miedo al gran apagón (apagón), el nuevo fenómeno social

¿Qué pasaría si de pronto te quedaras sin luz y no funcionara nada? ¿Estarías preparado para un evento de este calibre? En algunas zonas de Europa ya están organizándose para un posible «blackout» o gran apagón.
Miedo al gran apagón (blackout), el nuevo fenómeno social

Klaudia Tanner, la ministra de Defensa austriaca, avisó a su población de que debían prepararse para un gran apagón. Tan convencidos están de que tal evento va a suceder que han lanzado una campaña de concienciación. Bajo el lema “qué hacer cuando todo pare”, animan a los suyos a almacenar comida, agua potable, pilas, combustible, velas y alguna radio.

Estiman que tal suceso puede darse entre hoy y los próximos cinco años. Para ello, están creando unidades militares capaces de abastecerse a sí mismas y dar una mejor respuesta a sus ciudadanos en tal contexto de emergencia. Ahora bien, ¿están exagerando los austríacos? Lo desconocemos. Sea como sea, también Alemania avisa de posibles apagones masivos en los próximos años.

Hay expertos que señalan que lanzar este tipo de mensajes es caer en el sensacionalismo, sobre todo cuando aún estamos en un contexto de pandemia global. Si miles de personas arrastran todavía el trauma de la emergencia sanitaria vivida, no es bueno introducir la posibilidad de una emergencia energética. Sin embargo, hay quien insiste en que es mejor preparar a la población. No se trata de alarmar, puntualizan, sino de informar.

Austria ha alertado del riesgo de un corte eléctrico a nivel masivo en los próximos cinco años. El origen, según ellos, estaría en las tormentas solares, pero también en sobrecargas del sistema, picos de demanda e incluso ciberterrorismo.

ciudad simbolizando el gran apagón

El gran apagón, un fenómeno ya conocido en psicología

El fenómeno del gran apagón no es algo nuevo. Ha sucedido a lo largo de la historia en numerosas ocasiones y conocemos sus consecuencias. Por ejemplo, el nueve de noviembre de 1965 se produjo un colapso en la red eléctrica que une la costa entre Estados Unidos y Canadá. Aquel apagón duró 14 horas. Y más sonado fue el de 1977, cuando Nueva York quedó a oscuras 25 horas.

Lamentable el de Argentina, en el 2019, fue uno de los más impactantes. Si bien fue intermitente, rozó los 300 días. También Nueva Zelanda cuenta con un llamativo historial de apagones debido a diversos terremotos. A igual que Costa Rica, país que entre el 2017 y el 2018 estuvo cerca de 137 días sin suministro debido a la catástrofe ocasionada por el huracán Irma y del huracán María.

¿Qué impacto tiene en la salud mental la falta de suministro eléctrico?

El King’s College London realizó un estudio en el 2009 sobre el fenómeno del gran apagón. Lo hizo analizando 47 trabajos previos vinculados al análisis psicológico de estas vivencias. Las conclusiones a las que llegaron no dejan de ser llamativas:

  • Una población preparada para estos eventos responde mucho mejor.
  • Es importante que se desarrollen medidas de actuación en grupos poblacionales concretos, como son los ancianos y los pacientes con trastornos psiquiátricos.
  • Perder la comunicación y toda la infraestructura asociada a internet tiene un gran impacto en la población. No poder hablar con los nuestros o estar conectados se vive de manera estresante.
  • Por lo general, no suelen darse experiencias de pánico.
  • Los actos de altruismo suelen superar los actos de criminalidad.
  • Lo que más necesita saber la población en estos contextos de “gran apagón” es saber qué ha sucedido y cuándo se restablecerá el suministro eléctrico.

Más allá de los problemas técnicos y económicos que supondría un gran apagón en el suministro eléctrico, están los desafíos psicológicos. Según nos informan los estudios sobre esta materia, estar preparados ante este evento nos puede ayudar a manejar mucho mejor una experiencia de estas características.

hombre preocupado por el gran apagón

Crisis sociales y nuevos desafíos psicológicos

Desconocemos si realmente viviremos algún gran apagón en los próximos cinco años. Sin embargo, más allá de la posibilidad de este evento hay un fenómeno que todo lo trasciende. Vivimos tiempos de incertidumbre, alarmismo y teorías de la conspiración. El miedo “vende”, y no hay día en que no se haga viral alguna noticia cierta o no al respecto de nuevos desastres.

El temor al desabastecimiento, la crisis energética, la pandemia o los eventos vinculados al cambio climático están afectando de muchas maneras a nuestro equilibrio psicológico. La preocupación se combina con el hastío y el cansancio se entremezcla nuevamente con la sensación de inseguridad.

Sea como sea, la psicología siempre puede dar respuestas, soporte e intervención en estos contextos. Sabemos que ante un posible gran apagón o blackout el mayor desafío para las personas es el aislamiento social. El estrés mental de no poder hablar entre nosotros, no saber qué ocurre a nivel local o nacional y desconocer cuánto durará esa situación supone un gran sufrimiento.

No está de más mentalizarnos o prepararnos ante una situación de estas características. Pero sin alarmismo, asumiendo siempre que es solo una probabilidad; nunca una certeza. Nadie sabe qué nos deparará el futuro, sin embargo, siempre es más útil focalizarnos en el presente, en este aquí y ahora que tanto requiere de nosotros para mejorar nuestra vida, para trabajar en nuestro bienestar.

Como explica Jon Kabat-Zinn, creador de la técnica de reducción del estrés basada en el mindfulness, vivir en plenitud no excluye tener que estar preparados para los desafíos y catástrofes.

https://lamenteesmaravillosa.com/miedo-gran-apagon-blackout/

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