Andrés Vacca.- Según trascendió esta semana, el régimen comunista chino ha enviado a decenas de robots equipados con armas de fuego para reemplazar a cientos de soldados de su ejército que están siendo severamente afectados por las condiciones de frío extremo que prevalecen en las altas montañas que limitan con India.
Según lo apuntado en un informe del Times Now News de India, más de la mitad de los vehículos robot que el régimen chino puso a disposición en la región, se dirigen a Ladakh, la región donde China se enfrenta al ejército indio por una frontera en disputa.
Las decenas de vehículos no tripulados que está desplegando el régimen en la región son capaces de transportar tanto suministros como armas tipo ametralladoras ligeras que se operan de modo inalámbrico.
Según los medios indios, al menos 88 robots llamados Sharp Claws fueron enviados en esta primera instancia, de los cuales 38 fueron inmediatamente dirigidos a la zona fronteriza de mayor conflicto.
También se han enviado unos 120 tanques robot modelo Mule-200 al Tíbet, y la mayoría de ellos se han desplegado en la zona fronteriza.
Además de los dispositivos no tripulados, el régimen chino reforzó la zona con al menos 70 vehículos blindados tipo VP-72 y más de 150 vehículos todo terreno con capacidad para transportar a varios soldados, armamentos o suministros de todo tipo.
Con anterioridad, el aparato de propaganda comunista había hecho alarde de los equipamientos de última tecnología tipo exoesqueletos con los que se había equipado a los soldados que enviaron a la zona de conflicto para estar protegidos de las temperaturas extremas, tormentas de viento y nieve al mismo tiempo que les facilita el transporte de pesadas cargas.
“Este tipo de traje de exoesqueleto es particularmente efectivo en misiones como la entrega de suministros, la patrulla y el servicio de centinela”, reportaron los medios de propaganda comunista en diciembre de 2020.
Este tipo de traje, informaron, es ideal para realizar trabajos en altitudes considerables donde las personas pueden sufrir debilidad en sus músculos por la falta de oxígeno, acrecentado por el frío de la montaña. Tal es el caso de las tropas fronterizas que deben desempeñar sus tareas a más de 5 mil metros de altitud.
Sin embargo, parece que los trajes no fueron lo suficientemente efectivos como lo planteó en un primer momento el ejército del régimen, los soldados sufrieron de todos modos las duras consecuencias de las altas montañas, y las autoridades decidieron ocupar sus espacios con decenas de peligrosos robots que despertaron las alarmas de la comunidad internacional.
China e India han librado un conflicto intermitente en su región fronteriza durante décadas a lo largo de lo que se conoce como la “línea de control”.
La región es extremadamente seca, remota e inhóspita, tiene poco valor práctico aunque carga con un pesado significado simbólico de poderío para ambos países que intentan manifestar su poder y dominio.
Las tensiones llevan varios años, pero se acrecentaron en enero de 2020 cuando los medios indios reportaron hubo un enfrentamiento armado entre tropas indias y chinas, tras un intento fallido por parte del régimen comunista de violar los límites establecidos en la frontera de Sikkim.
Según trascendió los soldados chinos habrían intentado cruzar la frontera, pero fueron desafiados por soldados indios, quienes intentaron exitosamente detener el avance del ejército rojo luego de un violento enfrentamiento, que dejó al menos 20 soldados chinos heridos y una fuerte tensión entre los gobiernos de ambos países.
El régimen chino reemplaza a soldados en el Tíbet por un ejército de robots equipados con armas