A través de la práctica de la Tierra Pura del nembutsu , explica Mark Unno, los “seres tontos” nos encomendamos al pleno despertar de Amida, el Buda primordial de la Luz Infinita.
Amida (sánscrito: Amitabha) encarna la iluminación primordial que es nuestra verdadera naturaleza. Al confiarnos a él, los seres kármicos como nosotros podemos realizar nuestra propia naturaleza búdica. Detalle de El descenso de bienvenida del Buda Amida y veinticinco bodhisattvas, 1668. Legado de Lettice Sands Phelps Stokes / The Metropolitan Museum of Art
En el budismo Mahayana, dos de los momentos clave relevantes para el despertar son el surgimiento de la bodichita y la realización de la bodhi. Bodhichitta, la mente de aspiración por el despertar, es el corazón y el motor del voto del bodhisattva para llevar a todos los seres a la liberación. Bodhi es el despertar pleno realizado por todos los budas cósmicos, incluido Amida, el Buda de la Luz Infinita.
En el budismo Shin, la mayor de las escuelas japonesas de la Tierra Pura, la bodichita y el bodhi se realizan mediante la práctica del nembutsu. Al invocar o cantar el Nombre del Buda Amida , Namo Amitabha Buda en sánscrito, o Namu Amida Butsu en japonés, el practicante dice: “Yo, este tonto ser lleno de pasiones ciegas, me encomiendo al despertar de la luz infinita”.
A través del nembutsu , los practicantes se abren a la iluminación del vacío, el flujo profundo de la unidad de la realidad y el buda sin forma que se manifiesta dentro de cada uno de nosotros como el Buda de la Compasión Ilimitada. Namu Amida Butsu encarna tanto el voto del bodhisattva de la liberación universal como el despertar plenamente realizado de los budas.
El “ser necio” se refiere a nosotros que estamos llenos de apegos, o “pasiones ciegas” ( klesas ). Tendemos a sobreidentificarnos con el nivel de la forma, de nuestras ideas y de este mundo de apariencias. El ser necio es el yo kármico. “Amida Buddha” expresa la iluminación del vacío, la verdad más allá, o en realidad, antes de las palabras. Amida expresa la vacuidad del yo, el dharmakaya sin forma o el cuerpo de Buda.
La relación entre bodhi y bodichita se puede entender de la siguiente manera: “Ya, pero todavía no”. Cada uno de nosotros ya es la manifestación o autoexpresión de la realidad más profunda de la vacuidad y Amida Buddha, pero aún no podemos ver o sentir esto debido a nuestras pasiones y apegos ciegos. En la práctica del Nombre, recibimos el voto del bodhisattva que surge de nuestro yo más profundo y verdadero, el yo Amida, la realidad del despertar. Es porque ya somos uno con toda la realidad en el corazón del universo mismo que aspiramos a liberarnos de la ilusión de separación. El Nombre, Namu Amida Butsu , significa el hecho de que “todos los seres son uno conmigo y, por lo tanto, me siento impulsado a volverme uno con todos los seres”.
Bodhi, despertar, se trata de ver la verdad, en la forma en que usamos la palabra «percepción» para denotar sabiduría o conocimiento. Pero en el budismo Shin, hay un énfasis aún mayor en “escuchar el dharma”. Eso es porque, debido a nuestros engaños y pasiones ciegas, nos resulta difícil ver la verdad de la unidad. Sin embargo, sentimos que está ahí, algo más profundo y más grande que nuestros pequeños egos.
Es el Nombre, que emana del Dharmakaya, lo que conmueve nuestro corazón y nos lleva a realizar nuestro pleno despertar. Las pasiones ciegas son provocadas por el voto del bodhisattva que se agita en lo más profundo. Klesas, bodichita, bodhi, todos se realizan en la llamada de Namu Amida Butsu . Este es el corazón del despertar en el budismo Shin.
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