¿Es coincidencia que algunos de los comentarios más alucinantes sobre fenómenos aéreos no identificados (UAP) provengan de ex funcionarios de la Agencia Central de Inteligencia (CIA)?
Como ejemplos podemos dar nombres: Jim Semivan, John Ramirez, James Woolsey y John Brennan. Todos ellos han hecho comentarios sorprendentes en los últimos meses.
Brennan, exdirector de la CIA, incluso fue bastante explícito cuando a finales del 2020 dijo:
«¿Hay otra vida más allá de nuestro planeta? La vida se define de muchas formas diferentes. Creo que es un poco presuntuoso y arrogante por parte de nuestra especie el creer que no hay otra forma de vida en ningún lugar del universo. Lo que podría ser en realidad tal vida (extraterrestre) está sujeto a diversas interpretaciones.
»Pero creo que algunos de los fenómenos que veremos continúan sin explicación y podrían, de hecho, ser el resultado de algo que aún no entendemos y que podría involucrar algún tipo de actividad que algunos podrían decir que constituye una forma de vida diferente».
Entonces, ¿por qué existe un vínculo aparente tan fuerte entre la agencia y los ovnis? Por el momento —si bien ya está en los papeles— no se ha creado físicamente una oficina que se ocupe de los fenómenos aéreos no identificados, empero, los ex funcionarios siguen dándole al jarabe mandibular cuando se les pregunta sobre el tema. De hecho, están hablando bastante.
Los experimentadores
En los casos de Semivan y Ramírez, ambos afirman haber tenido encuentros cercanos de algún tipo.
Según Semivan, el incidente —que lo involucró a él y a su esposa— pudo haber ido más allá de un simple encuentro al tener consecuencias para la salud física.
El 30 de enero de 2022, Semivan, ex oficial de operaciones de la CIA y cofundador de To The Stars, apareció en el clásico programa radial Coast to Coast con el periodista de investigación George Knapp. En esa entrevista expresó lo siguiente sobre su experiencia, ocurrida a principios de la década de 1990:
«Por lo general, no me gusta discutirlo. Hay un par de razones para ello. Una de ellas es que mi esposa y yo todavía estamos siendo estudiados/observados…
»… Fue una experiencia que nos sucedió mientras estábamos en nuestra habitación, en medio de la noche, aparecieron seres.
Fue molesto, no cuando sucedió, sino más tarde, porque hubo cosas físicas que le sucedieron a mi esposa, lo cual fue muy molesto, y a mí, que fue menos molesto, y tenemos documentación para todo eso».
¿Existe acaso la posibilidad de que la CIA esté desempeñando un papel activo en el estudio de los efectos biológicos de los no identificados… quizás involucrando a sus propios empleados, como Semivan?
Efectos colaterales
En una entrevista reciente, el científico de la Universidad de Stanford, Garry Nolan, comentó que —a pedido de la CIA— ayudó a realizar análisis médicos relacionados con personas que afirmaban haberse acercado demasiado a los ovnis.
Dichos incidentes involucraron al personal del Pentágono, incluidos pilotos y personal de inteligencia. Y aquí hay un paréntesis más que intrigante que hacer. Es comprensible que los pilotos puedan acercarse demasiado a los UAPs al perseguirlos o ser perseguidos. Pero… ¿cómo se está acercando tanto a los ovnis el personal de inteligencia?
Esto es especialmente confuso cuando la CIA (a nuestro entender) no se ocupa específicamente del fenómeno en sí.
Un ex analista de inteligencia de la Infantería de Marina, que usa el seudónimo de Bob Plissken, sugirió a Liberation Times que el personal de la CIA está compuesto en gran parte por mentes curiosas, observadores capacitados que hacen preguntas cuando se produce una observación anómala en su profesión. Estos rasgos también estarían presentes en su vida privada, lo que podría hacer que sean más conscientes de los UAPs u otros fenómenos debido a una mayor conciencia de los matices en su entorno.
Eso podría explicar por qué la CIA cuenta en sus filas con talento que está interesado en e incluso atrae a los ovnis. No obstante, oficialmente la conexión entre la agencia de inteligencia y estos fenómenos sigue envuelta en un velo de misterio.
¿Hay una oficina UAP de la CIA?
Cuando George Knapp le preguntó si hay una oficina de UAP dentro de la CIA, Semivan respondió que no, al menos no hasta donde él sabe.
Semivan declaró:
«Cosas como los ovnis… Yo por lo menos no conozco ningún lugar en la CIA que se ocupe de los ovnis, aunque sí había lugar para el estudio de lo paranormal en general… Y eso que todos estaban tratando de averiguar dónde estaba la sede donde yace toda la información sobre los ovnis, pero no creo que alguien haya tenido mucho éxito. Desde luego, eso no significa que no haya existido o exista».
Pero a pesar de que no existe una conexión oficial, la agencia supuestamente ha detectado incidentes que involucran a UAPs.
Después de la aparición en Coast to Coast de Semivan estuvo John Ramírez, un oficial retirado de la CIA que alcanzó el nivel GS-15.
Ramírez también afirma que —según él entiende— no hay una oficina oficial dentro de la CIA que se ocupe de los ovnis. Sin embargo, a diferencia de Semivan, este oficial tuvo experiencias formales con UAPs mientras trabajaba en la agencia.
Atrayendo OVNIs
Hablando con Knapp, Ramírez recordó extraños incidentes que ocurrieron en Rusia. Su trabajo era monitorear la preparación militar de las fuerzas rusas y ocuparse específicamente de la defensa contra misiles balísticos.
En una ocasión, en la década de 1990, descubrió que los rusos habían detectado una nave inusual sobre la región del Círculo Polar Ártico, lo que provocó que sus fuerzas estratégicas de cohetes entraran en alerta máxima. Este fue un evento importante y fue recogido por Ramírez, quien se especializó en el sistema de radar soviético Daryal.
Tal fue la importancia del incidente que se le pidió a Ramírez que escribiera un memorando para el entonces subsecretario de Defensa de los Estados Unidos, John Deutch, quien sirvió bajo el presidente Bill Clinton.
UAP o no, uno puede esperar que el Pentágono esté interesado en cualquier evento que haya activado las fuerzas rusas en alerta máxima, especialmente porque el origen de tal nave aparentemente no era estadounidense.
Ramírez también ha contado un hecho —del que no puede hablar mucho— respecto a otro incidente sobre Rusia. Para explicar lo que sucedió, citó a un ex general de división ruso, quien declaró oficialmente que el Kremlin sabía sobre los UAPs y quería «atraer» a las naves.
Según el general retirado, los rusos usaron punteros láser conectados a un telescopio y estaciones de radar.
Ramírez resultó ser el encargado de analizar el sistema de radar utilizado por una de esas estaciones involucradas en el evento.
Los estrellados
Hablando con George Knapp, Ramírez citó al historiador de la CIA, Gerald Haines, quien escribió sobre la participación conocida de la CIA en la investigación de ovnis desde 1947 hasta 1990.
Haines escribió que la Oficina de Inteligencia Científica estudió los ovnis, en una cartera que se encontraba específicamente dentro de la División de Ciencias de la Vida. Tal división incluía especialistas médicos, lo que sugiere que el personal no estudió ninguna nave recuperada de algún estrellamiento.
Quizás tal oficina exista hasta el día de hoy, especialmente porque —según el relato de Nolan— la CIA está interesada en los efectos biológicos de los UAPs. Podríamos especular aquí que los miembros de la agencia se interesarían en los presuntos restos recuperados de naves extraterrestres, y que estos objetos pueden ser los responsables de los posibles problemas de salud experimentados por su personal.
Además, cabe destacar que Nolan sugirió que la CIA también le proporcionó materiales de supuestos UAPs para estudiar.
CIA de ultramar
Coincidentemente, Ramírez se desempeñó en la Dirección de Ciencia y Tecnología, un lugar potencial para estudiar cualquier nave UAP recuperada.
Uno podría imaginar que los esfuerzos de ingeniería de respaldo se ubican dentro de la base Wright Patterson de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos. Sin embargo, la CIA podría desempeñar un papel activo en los esfuerzos de recuperación.
Para muestra, basta citar un evento que sucedió en los años de la Guerra Fría.
En 1974, la CIA lanzó un proyecto para recuperar un submarino soviético hundido llamado K-129 del Océano Pacífico. Llamado Proyecto Azorian, la agencia se valió de un barco de recuperación especialmente diseñado con un dispositivo de izaje para recuperar el submarino.
La misión fue mayormente exitosa, aunque dos tercios del submarino se rompieron al sacarlo. Sin embargo, según algunos relatos, se recuperaron valiosos libros de códigos y otros materiales de aparente interés.
Uno podría imaginarse a la CIA emprendiendo cualquier misión potencial —y supuesta— de recuperación de UAPs, algunas de las cuales pueden haber ocurrido en el extranjero, lo que hace que sea más probable que caiga dentro del ámbito de competencia de la CIA.
Esta podría ser una posible explicación para el personal de inteligencia (si Garry Nolan hace referencia a funcionarios de la CIA) que entra en contacto con ovnis y sufre impactos peligrosos para la salud.
Necesidad de saber
Investigar y tal vez aplicar ingeniería inversa a los UAPs ciertamente encajaría dentro de la visión de la CIA. Eso es especialmente cierto en el caso de objetos que puedan originarse en adversarios.
Esto es lo que dice la CIA en su propio sitio web:
«Nuestra visión es que la información, los conocimientos y las acciones de la CIA brinden constantemente una ventaja táctica y estratégica para los Estados Unidos».
Entonces, ¿podría la CIA proporcionar una ventaja táctica y estratégica a los EE.UU. al dedicar una misión para investigar, estudiar y explotar la tecnología extraterrestre que podría ser cientos o miles de años más avanzada?
De manera frustrante, solo podemos especular que se han producido recuperaciones de accidentes ovni (de origen no humano).
Eso sí —y concluimos como empezamos— por alguna razón que desconocemos, ex altos funcionarios de la CIA se están pronunciando al respecto. Lo que plantea la pregunta: ¿hacia dónde nos lleva este proceso? ¿Se acerca la desclasificación definitiva?
Por Christopher Sharp/Liberation Times. Edición: MP.
¿Por qué los ex funcionarios de la CIA no pueden dejar de hablar sobre los OVNIs?
¿ Por qué ? Pues porque proporciona popularidad y dinero fácil sin necesidad de revelar información clasificada, cosa que no pueden hacer.
El hecho de que numerosos miembros de la CIA y militares, en activo o retirados, hablen sobre estos temas ya es un claro indicativo de que no hay nada ahí. Si hubiese algo no podrían ni insinuarlo por el juramento de confidencialidad que les ata. Y en ese país dicho juramento se toma muy en serio e incumplirlo acarrea consecuencias muy graves.
Es curioso como con sus actos revelan precisamente la veracidad de lo contrario que dicen, pero bueno nunca está de más ganar algo de dinerillo fácil.