Varios arqueólogos e historiadores han estudiado esta particular figura denominada San Biritute, la cual se sabe que fue elaborada por la cultura Huancavilca que habitaba la zona donde fue encontrada, llama la atención la exposición de su miembro viril, sobre el cual recaen sus mitos y su fe.

San Biritute atrajo la atención tras la exposición de que formaba parte de rituales religiosos en la comuna de Sacachun, Ecuador, donde se encuentra exhibida. Se le considera protector de la salud, y se le atribuye facultades tales como generar lluvias a petición de sus devotos y en consecuencia cosechas productivas en una zona árida como lo es la zona, también se menciona que logra que parejas que no han podido concebir, logren su objetivo.

Más allá de ser un atractivo cultural, se encuentra ubicada en la mitad del llamado «Camino de los Dioses Huancavilcas» que recorre algunas zonas comunales integrantes de territorios ancestrales reconocidos.

Monolito de San Biritute exhibido en su ubicación actual. Fuente: Christian Morales

Al no existir detalles escritos sobre su origen, sus mitos y leyendas se cuentan de generación a generación, y al igual que sus rituales son aprendidos cuando los niños de la comuna ven lo que hacen los adultos.

Entre los entrevistados encontramos a Pablo Shambi, un joven sacachuneño de 24 años que nos cuenta como desde muy pequeño vio a su madre azotar con látigos y plantas medicinales al monolito, mientras le rogaba que le permita tener más hijos.

Aseguran que poco tiempo después su madre logró tener un nuevo embarazo, lo que alimentó las creencias sobre su don de fertilidad de quienes lo veneran.

Indiscutiblemente representa a un hombre, pero no deja de llamar la atención sus dos metros y medio de estatura, y su peso de al menos 200 libras. Las leyendas comentadas por los ancianos de la comuna indican que han observado al monolito transportarse por sí mismo alrededor de la zona, como en constante vigilia y resguardo de quienes habitan cerca de ella, ahuyentando ladrones y personas negativas de los alrededores.

Este dios no les pertenece…

En el año 1952 la figura fue secuestrada por un grupo de sujetos armados que accedió por un camino rural a la comuna y lo retiró contra la voluntad de los comuneros, transportándolo por orden del alcalde de la fecha hacia la ciudad de Guayaquil, donde se la exhibió en el Museo Municipal de la ciudad hasta el año 2011, donde tras acciones legales y protestas fue regresado a su lugar de origen.

San Biritute se encontró exhibido durante 59 años en el Museo Municipal de Guayaquil, Ecuador. Fuente: Christian Morales

Cuentan que, tras su retorno a la comuna, se acabaron las sequias que según los habitantes habían durado 59 años y, curiosamente el día de su recolocación, se reportó una fuerte lluvia, que inundó la comuna y a la que los pobladores atribuyeron como la celebración de los dioses Huancavilcas.

Tras el retorno de la figura, los miembros de la comuna retomaron actividades a las que se dedicaron sus abuelos, como la siembra de maíz, melón y sandía, dejando de lado actividades que previamente tenían como la crianza de patos, pollos, pavos y chivos.

Los pobladores afianzaron la facultad de la felicidad, y es que desde el 2011 la población de Sacachun creció de 30 a 50 familias, los niños corretean por la comuna y los adultos dicen que ha retornado un ambiente de armonía que estaba ausente sin el monolito.

Celebración y gratitud

El 21 de marzo de cada año se celebra el día del florecimiento, donde se realiza el denominado «circulo de piedra» en el cual se enciende fuego sobre diversas plantas consideradas medicinales y se deja que estas se quemen junto a San Biritute, para que su humo envuelva el monolito y lo rejuvenezca, dándole nueva energía para alejar la maldad, la soledad y principalmente los espíritus negativos.

Ritual del Florecimiento llevado a cabo el 21 de Marzo de cada año. Fuente: Christian Morales

Posteriormente, los participantes vestidos de aborígenes rinden tributo con danzas y al sonido de pequeños tambores dirigidos hacia a el monolito y le ofrecen los productos que han brotado de la tierra gracias a sus lluvias, «Gracias San Biritute por la cosecha que nos has permitido, en este nuevo año que iniciamos contamos tu sabiduría para traernos tu elemento, nunca perdemos la fe contigo» expresaron los participantes en coro, quienes mantienen mucha fe en el ritual y aseguran que de no realizarlo San Biritute les castigaría dejándoles sin alimento.

Imagen de portada: San Biritute en Sacachún. (CC BY-SA 4.0)

Autor Christian Fernando Morales Arcos

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