El campeón del Mundo, Julian Alaphilippe; el campeón europeo y ganador de la última Roubaix, Sonny Colbrelli; los españoles David de la Cruz y Luis León Sánchez, Peter Sagan… Y así podríamos seguir hasta contar más de 50. Una buena parte del pelotón internacional está ahora mismo (o ha estado recientemente) en cama con fiebre y dolor de pecho… Pero no con covid-19, por una vez, sino con lo que podemos ya denominar el virus ciclista: una misteriosa enfermedad que sigue diezmando a los equipos. Ya nos ha quitado parte del espectáculo en París-Niza y en la próxima Milán-Sanremo, y amenaza con arruinarle a más de uno la temporada de clásicas belgas, que empieza en una semana. Pero, ¿qué sabemos de él? Te lo contamos.
Los síntomas del virus ciclista: bronquitis y fiebre
Todo empezó en el segundo día de la París-Niza, cuando el equipo Bahrain Victorious informaba sin más de que el sprinter y clasicómano Sonny Colbrelli, uno de los llamados a disputar la victoria de etapa, abandonaba a causa de una inocente «bronquitis». Y ese mismo día hacían lo mismo los primeros dos corredores del Israel-Premier Tech. La cosa, eso sí, todavía tardó otras 3 jornadas en expandirse y descontrolarse (y, ahora que todos nos hemos hecho un máster en virología, podemos aventurar la hipótesis de que ese sea el tiempo de incubación).
Pero fue llegar la primera etapa de montaña y darse una cascada de abandonos: 23 de golpe. Y ahí fue cuando empezó a hablarse del misterioso virus que se estaba propagando a velocidad de vértigo por el grupo. Lo que se reseñaba en todas las informaciones es que se trataba de síntomas gripales (fiebre y bronquitis, principalmente), pero, sobre todo, que no era covid-19. Los tests realizados a los ciclistas daban negativo.
Al final, solo 59 de los 157 corredores que habían tomado la salida en París llegaron a la última línea de meta en Niza. Y, aunque algunos de estos abandonos respondían a las causas habituales (caídas como la de Matteo Trentin, sprinters que no piensan afrontar la montaña…), la inmensa mayoría de los casi 100 tenían un denominador común: el dichoso virus. Incluidos los 6 compañeros de Hugo Houle en el Israel-Premier Tech (arriba, en la presentación de los ‘equipos’), quien tuvo que competir en solitario los últimos 3 días… y al que sin duda deberían investigar las autoridades sanitarias, porque parece que posee algún tipo de inmunidad innata.
Pero el caso es que la enfermedad no se ha limitado al país galo. Porque en Tirreno-Adriático, Peter Sagan y Ruben Guerreiro también tuvieron que subirse al coche por una especie de gripe. Y Julian Alaphilippe, quien venía asimismo de la ‘Corsa dei Due Mari’ (y antes, de sufrir una fuerte caída en Strade Bianche), anunciaba ayer que finalmente no podría participar en la Milán-Sanremo, uno de sus grandes objetivos del año.
¿Por qué? No por las secuelas de su salto acrobático en el ‘sterrato’, sino por la ya conocida combinación de fiebre y bronquitis. Suponemos que contagiado por algún miembro de su equipo, el Quick-Step, que en París-Niza perdió al menos 4 integrantes antes de la última etapa.
Las explicaciones de los médicos para el virus ciclista
Como hemos apuntado, lo único que sabemos por los doctores de equipo es que se trata de un cuadro gripal. No conocemos el virus exacto que lo causa, pero sí podemos decir que no es habitual que una gripe corriente se lleve por delante a más de un tercio de los corredores de una carrera determinada.
Algunos expertos y directores deportivos ya han intentado buscar razones para este contagio masivo, y para los prolongados efectos que estamos viendo que tiene sobre los ciclistas (Colbrelli, uno de los primeros en contagiarse, hace 10 días o más, tampoco estará en la Milán-Sanremo porque sigue sin estar recuperado del todo).
La primera es la más obvia: después de mucho tiempo de mascarillas y confinamientos, su sistema inmunitario está peor preparado para lidiar con virus antes triviales. «Nuestros equipos en París-Niza y Tirreno-Adriático caen como moscas por la clásica gripe. Fiebre, escalofríos, etc., pero negativos en covid-19. Creo que todos nos habíamos olvidado de la gripe, y probablemente hemos reducido nuestra resistencia frente a ella por haber estado aislados los últimos años», escribió en las redes sociales Jonathan Vaughters, manager de la formación EF Education-EasyPost.
Otra cosa que se dice que también ha podido contribuir es que muchos ciclistas acaban de bajar de concentraciones en altitud. Algo que ya sabemos que aumenta la cantidad de glóbulos rojos y, por tanto, mejora la oxigenación sanguínea, pero que es muy probable que les baje las defensas, como efecto secundario.
Y una tercera explicación está en el cambio brusco de clima. «Hay muchas enfermedades respiratorias, como todos los años. Los corredores vienen de Emiratos, y aquí, en Francia, encuentran temperaturas mucho más bajas. Pero es verdad que esta vez la cosa ha sido mucho más generalizada de lo que suele», explicaba el médico del equipo Intermarché-Wanty-Gobert, Joost De Maeseneer, en el medio belga DHnet. En fin, muchas teorías, pero pocas respuestas concretas. Así que solo podemos cruzar los dedos para que el virus ciclista no siga cobrándose víctimas entre los favoritos para los 3 monumentos de abril.
Fuente: https://www.brujulabike.com/virus-ciclista-enfermedad-peloton/
50 ciclistas abandonan la París – Niza por una misteriosa enfermedad…
Que virus tan inteligente!!! Ataca sólo a los ciclistas… cómo los reconoce?? Yo reconozco como denominador común la «vacuna» que contiene gráficos y no sé cuántas porquerías más con esos efectos adversos y muchos más.
Y Jose se le echa de menos por aquí, Jose vuelve a España que todo el mundo es gueño.
No te habrás puesto la ultima que nos comunican trabajadores de hospitales de Valencia están desbordados de vacunados.