Esta semana, los guardias de seguridad del Taj Mahal, el enorme mausoleo de mármol blanco del siglo XVII construido en Agra por el emperador mogol Shah Jahan, prohibieron la entrada al vidente hindú de Ayodhya, Jagadguru Paramhans Das, y a su grupo de discípulos. El evento provocó protestas que casi terminaron con un incendio en las oficinas arqueológicas centrales de la India.
Al vidente hindú se le negó la entrada porque llevaba un brahmdand de hierro. En los antiguos escritos sánscritos, el Brahmastra era una de varias armas espirituales creadas por el dios creador, Brahma. El brahmandand era solo uno del arsenal sagrado de Brahma, que también incluía el legendario Brahmanda Astra, un arma que se creía que podía destruir el universo. El sitio sagrado de renombre mundial determinó que el brahmán es un arma y al vidente se le negó la entrada a lo que se considera una zona de alta seguridad.
Al vidente de Ayodhya, Jagadguru Paramhans Das, se le negó la entrada al Taj Mahal por llevar un brahmdand de hierro, un arma antigua utilizada por los videntes hindúes. (Hindustan Times / YouTube)
Bloquear el acceso a Ayodhya Seer crea un «alboroto» arqueológico en la India
El vidente llevaba el brahmdand de hierro porque es el identificador tradicional de los videntes hindúes. Sin embargo, el personal de seguridad del Taj Mahal le pidió a Jagadguru Paramhans Das que dejara su arma semidivina afuera. En lugar de abandonar su preciado artefacto religioso, regresó a casa, donde, según Times of India, «sus seguidores crearon un alboroto».
Nagendra Maharaj, otro vidente de Mathura, dijo a la prensa que el incidente fue «un insulto» a toda la comunidad de santos hindúes. Señaló que el Taj Mahal fue anteriormente un antiguo templo de Shiva conocido como Tejo Mahal y preguntó por qué se discriminaba a los videntes de esta manera. Este problema surge solo unos años después de que a Maharaj se le negara la entrada por usar ropa de color azafrán kesariya.
Manifestantes intentaron quemar una efigie arqueológica
Toda la situación se calentó el miércoles cuando los activistas hindúes de Mahasabha protestaron en las oficinas centrales del Servicio Arqueológico de la India (ASI). Times Now News informó que los manifestantes estaban tan indignados que la policía tuvo que impedir que «quemaran la efigie de la organización». Además, otro llamado «grupo de derecha», conocido como Rashtriya Hindu Parishad Bharat (VHP), protestó por el trato recibido por el vidente de Ayodhya al llegar al monumento vistiendo ropas tradicionales color azafrán.
El arqueólogo supervisor de ASI, Raj Kumar Patel, le dijo a Times of India que el vidente y sus discípulos no fueron detenidos por el significado de sus ropas color azafrán, sino porque «llevaba un objeto en la mano que no estaba permitido». Tratando de calmar la situación, Patel se disculpó públicamente con el vidente y explicó que nadie intentó ofenderlo deliberadamente. Y aunque este evento se publicita como un drama, ASI revisó las imágenes de CCTV del Taj Mahal en la puerta oeste y el incidente duró solo tres minutos, y «no hubo discusiones», afirmó Patel.
Donde la religión y la política chocan
Dentro de este artículo hay una frase clave a la que debemos volver, pues es quizás la más reveladora. El segundo grupo de manifestantes, VPH (Consejo Mundial de Hindúes), fue descrito por Times of India no como un grupo religioso, sino como un «grupo de derecha». Fundado en 1964 para «construir y renovar templos hindúes y tratar asuntos de matanza de vacas y conversión religiosa», el Consejo Mundial de Hindúes se basa en el nacionalismo hindú.
Si bien el objetivo principal de VPH es «organizar, consolidar la sociedad hindú y servir y proteger el Dharma hindú», son criticados por contribuir a la violencia contra los musulmanes en toda la India, y especialmente por la demolición de Babri Masjid en 1992 por la disputa de Ayodhya, según informa The Morning Chronicle. Entonces, si bien al vidente se le negó la entrada por portar un arma y a otros por usar ropa color azafrán, lo que tenemos aquí es una situación profundamente política en la que los nacionalistas hindúes no se sienten bienvenidos en el Taj Mahal y otros templos de la India.
Imagen de portada: al vidente de Ayodhya se le negó el acceso al Taj Mahal. Fuente: Wit.Siri / Adobe Stock
Autor Ashley Cowie
https://www.ancient-origins.es/lugares-antiguos-asia/vidente-hindu-007563