Un nuevo y controvertido estudio apunta a un sistema estelar potencialmente habitable como el origen de la señal «Wow!», uno de los mayores misterios de la astronomía que ha desconcertado a los científicos desde su detección en 1977.
El 15 de agosto de 1977 a las 23:16, el radiotelescopio Big Ear recibió una señal de radio de origen desconocido durante exactamente 72 segundos proveniente de la zona oriental de la constelación de Sagitario y alcanzando una intensidad 30 veces superior al ruido de fondo.
De acuerdo con el protocolo utilizado, esta señal no fue grabada sino que fue registrada por la computadora del observatorio en una sección de papel continuo diseñada para tal efecto. Unos días después, el joven profesor de la Universidad Estatal de Ohio Jerry R. Ehman, que estaba trabajando como voluntario en el proyecto SETI revisando los registros de la computadora, descubrió la señal anómala más intensa que se hubiera detectado hasta entonces por un radiotelescopio.
La señal fue conocida como Wow! debido a la anotación que Ehman hizo en el papel continuo, denotando su sorpresa y emoción. La secuencia de dicha señal fue: 6EQUJ5.
Décadas más tarde, los investigadores aún no tienen idea de dónde provino exactamente o qué la causó, lo que generó una serie de teorías a lo largo de todo este tiempo, desde ser un par de cometas que pasaban —lo que ya fue desacreditado— hasta que es la prueba definitiva de que no estamos solos en el universo.
Ahora, el astrónomo Alberto Caballero ha buscado en los datos recopilados por el observatorio espacial Gaia de la Agencia Espacial Europea para concentrarse en un candidato a sistema estelar de donde podría provenir la señal, tal como se detalla en un nuevo artículo publicado en el International Journal of Astrobiology.
El objetivo era determinar si había algún sistema estelar habitable dentro de la región donde salió la señal Wow!, partiendo de la suposición de que «provino de un sistema estelar similar al nuestro», según se lee en el artículo.
Caballero logró reducir su búsqueda a una sola estrella similar al Sol llamada 2MASS 19281982-2640123, ubicada a 1.800 años luz de distancia en la constelación de Sagitario.
«Hay un análogo solar en la región de donde proviene la señal extraterrestre», afirmó Caballero. «A pesar de que esta estrella está ubicada demasiado lejos para enviar una respuesta en forma de transmisión de radio o luz, podría ser un gran objetivo para realizar observaciones en busca de exoplanetas a su alrededor».
«Esta estrella tiene una temperatura estimada solo cinco grados más alta que la del Sol, y un radio y una luminosidad casi idénticos», argumentó en un video de YouTube de 2020 sobre el tema (sí, ha estado circulando un tiempo esta teoría).
Si bien ciertamente es un poco exagerado —Caballero hace algunas suposiciones bastante amplias para llegar a su candidato—, otros astrónomos dicen que no es tan loco como parece.
«Creo que vale la pena hacerlo porque queremos apuntar nuestros instrumentos en la dirección de las cosas que creemos que son interesantes», dijo Rebecca Charbonneau, historiadora del Centro Harvard-Smithsonian para Astrofísica y experta en SETI que no participó en la investigación de Caballero. «Hay miles de millones de estrellas en la galaxia, y tenemos que encontrar alguna forma de reducir y elegir los lugares donde miramos».
No obstante, en caso que miremos a 2MASS 19281982-2640123 con nuestros telescopios y detectemos algún planeta habitable desde donde se puede haber emitido la señal Wow!, tardaría cientos de años en que llegue nuestra respuesta. Mientras tanto, Caballero sugiere buscar exoplanetas y tecnofirmas —signos tecnológicos de inteligencia extraterrestre— en ese sistema y en otros candidatos.
Fuente: Inverse/Live Science. Edición: MP.
Famosa señal extraterrestre parece haber provenido de un sistema estelar habitable