El ejército estadounidense se enfrenta a una auténtica epidemia de suicidios. La tasa ha aumentado en todos los ejércitos desde 2015, según el Pentágono. Es indicativo de una profunda crisis moral en las fuerzas estadounidenses.
30.177 militares y veteranos estadounidenses se han suicidado en los últimos 20 años, según un informe de la Universidad de Brown (*). Para comparar: desde el 11 de septiembre de 2001 sólo 7.052 soldados han muerto en operaciones estadounidenses.
Los jóvenes estadounidenses no quieren alistarse en el ejército. El 20 de julio, el subjefe del Estado Mayor del Ejército, el general Joseph Martin, anunció que, sin suficientes reclutas, el ejército estadounidense tendría que reducirse a su nivel más bajo desde 1940.
El Pentágono pretendía inicialmente aumentar el número de fuerzas terrestres hasta 485.000 en 2023, pero ahora está claro que el ejército tendrá que reducirse a 445.000. Según el general, al ejército le faltarán al menos 7.000 soldados para llevar a cabo las operaciones actuales.
Sólo el 23 por cien de los jóvenes estadounidenses son aptos para el servicio militar. El resto no son aptos debido a la obesidad, la enfermedad, la adicción a las drogas o los antecedentes penales. De los que son aptos, sólo el 9 por cien quiere alistarse. El 57 por cien de los jóvenes estadounidenses simplemente tiene miedo de alistarse. Están convencidos de que, tras el servicio, van a tener problemas psicológicos y físicos. De ahí el aumento de los suicidios, ya que es difícil romper el contrato e insoportable permanecer en filas.
Debido a la falta de personal, el Pentágono ha reducido los requisitos de los reclutas y sólo llena sus unidades al 90 por cien. Ahora es posible alistarse incluso sin un título universitario. Se crean campamentos especiales para reclutas donde se prepara a los obesos y a los discapacitados mentales para el servicio militar.
Mientras tanto, el descontento crece dentro del ejército. En los sistemas de mensajería secretos de las unidades de élite, combatientes activos y retirados de las Fuerzas Especiales hablan negativamente de las autoridades estadounidenses. El jefe de la contrainteligencia militar de Estados Unidos, Harry Reid, dijo que los mensajes secretos se investigarían seriamente.
(*) https://watson.brown.edu/costsofwar/files/cow/imce/papers/2021/Suitt_Suicides_Costs por cien20of por cien20War_June por cien2021 por cien202021.pdf
Los jóvenes estadounidenses no quieren alistarse en el ejército