LA CANCIÓN QUE CAMBIÓ LA FORMA DE PRODUCIR MÚSICA ESTUVO INSPIRADA EN LA VISIÓN PSICODÉLICA DE TIM LEARY Y EN EL LLAMADO «LIBRO TIBETANO DE LOS MUERTOS»

Algunos consideran la canción «Tomorrow Never Knows» como una de las más influyentes de la historia, responsable de cambiar la dirección de la música en su momento. Este track fue incluido en el álbum de 1966 Revolver, el disco que anunció al mundo que The Beatles no eran sólo un grupo de jóvenes bien portados y bien peinados que escribían excelentes canciones de amor con melodías pegajosas sino que su repertorio podía ser mucho más amplio en varios sentidos.

El fenómeno de The Beatles confirmaba entonces ser único; era el triunfo de lo popular y a la vez de lo subversivo y lo conceptual, una combinación que se ha repetido muy pocas veces en la historia. Con Revolver se empezó a atisbar la dimensión psicodélica y mística que dominaría en futuros discos y la experimentación musical innovadora que acompañaba a esta búsqueda existencial, la cual alcanzaría su máxima altura en el famoso White Album (1968).

«Tomorrow Never Knows» es conocida por ser la canción que introdujo el uso de loops y samples de audio a la música comercial. La creatividad de John y Paul, unida a la maestría del productor George Martin, mostraba ya su madurez a través de la experimentación. Los efectos sonoros reflejan el mood y el carácter onírico de las letras, incluso lo que no se puede decir con palabras. La voz de John Lennon parece venir de un mundo paralelo en el que aparecen múltiples espectros. Todo ocurre como en una especie de procesión funambulesca. El caos y el juego se incorporan a la composición.

Fue en esta época en la que los Beatles se empezaron a «soltarse el pelo», experimentaron con sustancias psicodélicas y se acercaron a la espiritualidad oriental. Y más aún, a ese particular sincretismo propio de los años sesenta de mezclar drogas y espiritualidad. «Tomorrow Never Knows» es la primera canción que marca claramente esta influencia. Si bien se ha dicho que «Lucy in the Sky with Diamonds» (1967) es la canción por antonomasia del LSD (tanto que el título se considera un acrónimo alterno a las siglas de este), en realidad «Tomorrow Never Knows» es la canción con una influencia o evocación mucho más clara a la sustancia, además de que es anterior, por supuesto.

Algunos años después de su lanzamiento, Lennon explicó que esta canción surgió después de su contacto con Tim Leary y en especial con el libro The Psychedelic Experience: A Manual Based on the Tibetan Book of the Dead, de 1964, en el cual Leary modeló la experiencia psicodélica sobre la base de la versión de Evans-Wentz del Bardo Thodol, el mal llamado Libro tibetano de los muertos, publicada por primera vez en inglés en 1927, con varias reediciones posteriores.

Sobre «Tomorrow Never Knows«, Lennon dijo alguna vez que es «casi la primera canción del ácido», y afirmó haberla escrito después de recibir las instrucciones de Leary. Y así, la letra empieza con una frase que podría ser de Leary:

Turn off your mind
Relax and float down stream

[Desconecta tu mente
Relájate y flota corriente abajo]

Pero rápidamente vemos la influencia del Bardo Thodol, cuya esencia consiste en una serie de instrucciones para navegar el «bardo» o mundo intermedio después de la muerte:

It is not dying
It is not dying

[No es el morir
No es el morir]

La muerte no es la muerte, es un escenario de la conciencia, creado por la conciencia, en la que esta debe reconocer una cierta luminosidad y encontrar la paz más allá de la ilusión de la rueda de la existencia.

Lay down all thoughts
Surrender to the void
It is shining
It is shining

[Abandona todos los pensamientos
Ríndete al vacío
Está brillando
Está brillando]

Aquí podemos ver más claramente la influencia de las ideas budistas. Es el vacío de la muerte pero, sobre todo, el vacío que es la realidad o shunyata. Un vacío que no es la nada, un vacío que brilla. Y esa luminosidad son todos los fenómenos que experimenta la persona, en el bardo y en lo que le antecede y sucede. Sólo luminosidad que se despliega como fenómenos, sillas, mesas, personas, etc.

«Esta canción soy yo en mi periodo del Libro tibetano de los muertos. Tomé una de las ‘reapropiaciones’ de Ringo como título, para suavizar un poco las letras que eran muy pesadas filosóficamente», dijo Lennon en una entrevista. Él quería que la canción tuviera como fondo el canto de mantras de monjes tibetanos en una montaña, pero en lugar de ello se emplearon una serie de efectos de producción. La voz de Lennon fue duplicada con la técnica de double-tracking. La voz imita la forma tibetana de recitar, fija en do sin seguir una progresión. Además incorpora los famosos loops, al parecer idea de Paul, un sitar y el solo de «Taxman» (incluida en el mismo álbum, Revolver) pero al revés.

Lennon confiesa que al inicio sólo tenía unas pocas líneas para la canción (probablemente las ya citadas) y que luego tuvo que continuar y completarla sin mucha orientación más allá de ese incipit. Y quizá esto se advierta claramente en el desarrollo mismo de la letra. En cierto punto el compositor le imprimió su propio sello a la visión ultramundana: «That love is all/That love is everyone» («Que el amor es todo/Que el amor es todos»). Pero, interesantemente, ese amor es el conocimiento. En la tradición budista tibetana el conocimiento es a fin de cuentas la luz misma que se despliega y toma, irradiando en su vacuidad, el aspecto de compasión.

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