En muchas ocasiones hemos oído qué son los Radicales Libres y lo asociamos con antioxidantes y temas de salud. Yo voy más allá puesto que se pueden comparar perfectamente con nuestra propia existencia

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Ante todo vamos a aclarar qué son los Radicales Libres que pululan por nuestro cuerpo y nuestro entorno (a partir de ahora me referiré a ellos simplemente como Radicales o RL).

¿De dónde salen los Radicales? Un RL se produce ante la presencia de determinadas reacciones químicas. En nuestro caso, muchos de ellos los creamos nosotros mismos cuando respiramos (nuestra respiración no es más que un aprovechamiento del oxígeno para transformarlo en última instancia en energía). Otros provienen de productos tóxicos.

¿Qué son los Radicales? Un Radical Libre es una molécula independiente, pero a la que le falta un electrón, haciéndola altamente inestable. Es por ello que en cuanto se tropieza con otra molécula estable, tiende a “apropiarse” de un electrón para ser estable. Pero no lo malinterpretes, un radical libre no es malo; Simplemente actúa como actuaría un imán en presencia de hierro: atrae, pero sin emoción ni deseo. Técnicamente se dice que es una molécula con un electrón desapareado y por ello con gran poder reactivo.

¿Qué daño pueden hacer? Mucho. Una parte de los Radicales Libres se autodestruyen, puesto que tienen una vida breve, pero otros muchos encuentran el electrón que necesitan para ser más estables químicamente hablando. No sería mala cosa de no ser porque normalmente ese electrón lo obtienen casi siempre del ADN de nuestras propias células, muriendo ésta en pocos días. Esto ocurre constantemente en nuestro cuerpo y ni nos enteramos. A eso se le llama envejecimiento.

¿Cómo se los elimina? A un Radical no se elimina, si no que se le puede neutralizar. Es entonces cuando entran en juego los antioxidantes, puesto que éstos le pueden aportar el electrón que les hace inestables, acabando con su reactividad.

RADICALES vs HUMANOS

Las Bases del Sistema
Los humanos como especie -y en realidad cualquier especie- tenemos una serie de principios básicos de funcionamiento que trascienden a las culturas y las sociedades. Uno de esos principios básicos y esenciales es que estamos diseñados para tener pareja, algo tan básico como el respirar, ya que de lo contrario la especie desaparecería.

Siguiendo con ese razonamiento podemos dejar sentado que el tener pareja (ojo, del sexo contrario) es algo fundamental en nuestra especie. Es lo que en diversos ámbitos no han dudado en llamar La Unión Sagrada. Y es que sin nuestra otra mitad, no somos absolutamente nada, tan sólo un saco de células.

La Comparación RL=RLH
En muchos niveles somos y reaccionamos igual que nuestras propias células. Una de las cosas que da sentido a nuestra vida es reproducirnos y tener una pareja del sexo contrario.

El tener una pareja del mismo sexo -muy de moda en la actualidad- es muy parecido a cualquier otra distracción con la que intentamos encontrar una satisfacción que siempre es temporal: El alcohol, el tabaco, el cine, la música, la TV, las drogas, el consumismo descerebrado, etc.

Bueno, pues ahora es cuando expongo esta idea descabellada: Creo que de entre los 7.000 millones de personas que pueblan este mundo, existen multitud de Radicales Libres Humanos (RLH): Personas inestables e insatisfechas buscando estabilidad, de la misma manera que un Radical busca unirse al electrón que le falta aunque sea a costa de destruir el ADN de la célula.

Me he fijado que muchas personas -tanto hombres como mujeres- se han convertido en auténticos radicales libres, buscando el verdadero amor, el electrón que les haga estables y felices. Aunque si un RLH se introduce en una pareja estable, ésta quedará destruida tarde o temprano.

Con este símil, me resulta más sencillo comprender mejor a otras personas y reconocer a un Radical Libre Humano nada más verlo; La soledad le atenaza y necesita desesperadamente alguien que le llene. Y mañana otro. Y pasado otro y así sucesivamente, sin importarle qué o quién quede destruido por el camino.

¿Qué pasa si se encuentran dos RLH? Nada, ya que siempre se reconocen unos a otros como humanos inestables que son. Suele acabar todo como una muesca más en la cartuchera de cada uno.

Pero ojo, no quiere decir que un radical libre lo sea toda la vida. Como organismos complejos que somos, estamos constantemente aprendiendo y evolucionando. La sabiduría, que normalmente va acompañada de la edad, nos dice qué cosas son las verdaderamente importantes. No hay más que preguntar a un adolescente qué es lo más importante en la vida y hacerle la misma pregunta a un anciano, las respuestas normalmente serán totalmente divergentes.

CONCLUSIÓN:
Queda clara una cosa: La Pareja (con mayúsculas) es lo más importante para nosotros como especie. Es cierto que podemos reproducirnos sin unión emocional, pero entonces nuestros hijos carecerán de la estabilidad que les proporciona tener unos padres que le den amor durante los esenciales primeros años de vida. Un niño criado sin padres o al menos alguno de los dos, una vez adulto, puede causar mucho daño de manera inconsciente.

¿De donde salen tantos Radicales Libres Humanos? El aumento de RLH está atacando a uno de los pilares de nuestra especie: La Pareja (con mayúsculas). Pero los RLH no son los culpables ni tampoco el aumento de su número es algo casual. Son las consecuencias residuales de un plan cuidadosamente meditado a gran escala y a muy largo plazo.

Una vez leído hasta aquí es posible que tengas dudas. ¿Cómo se eso sin ser yo el planificador? ¿De donde he sacado la información? Observando. Una vez que aprendes a observar puedes saber cosas sin tener necesidad de mirar directamente. Hay unas leyes que siempre se cumplen y es que cuando algo ocurre, siempre es por un motivo.

Es parecido a cuando los astrónomos saben que en determinado lugar del espacio hay un planeta, no lo ven, pero perciben como afecta al resto. O como cuando ves acercarse una pelota, normalmente es porque alguien

Pero otro día hablaré de ese plan, que no quiero extender en exceso el texto.

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