Esta fotografía [estremecedora que presento,] resume el estado del mundo en los últimos tiempos: [Una asustada cría de mono aferrada a una madre muerta, estrangulada por las fauces de un felino].
Tienen sus colmillos en todo, incluso en las naciones que algunos ingenuamente piensan que aún son independientes y creen que aún ofrecen una alternativa.
La inmóvil madre primate es el Estado nacional, la unidad de gobierno e identidad cultural que nos han inculcado tomar como nuestro estándar para juzgar todo.
El cachorro de simio que se aferra a la sociedad muerta somos los ciudadanos, de cualquier país, que abrazamos impotentes al Estado nacional que ha sido inmovilizado y completamente dominado por la despiadada entidad multinacional.
Lo que me llama la atención hoy al ver lo que publican últimamente los moralmente deleznables medios de comunicación es cómo los falsos conservadores promovidos en esos medios culpan constantemente a los burócratas y a las manzanas podridas por lo que está saliendo mal y sugieren que innovadores heroicos como Elon Musk son una alternativa [es decir, la alternativa es el dueño de la imprenta].
Por supuesto, en este proyecto participan multimillonarios chinos (y multimillonarios iraníes y rusos). Tal como ocurrió con los chinos y los judíos en el siglo XIX, el “peligro judío” y el “peligro amarillo” han vuelto para confundir a la gente y conducirla hacia el enemigo equivocado, de modo que no puedan darse cuenta de que el verdadero enemigo no se esconde en una cueva en Afganistán, no come con palillos en Pekín o Pyongyang, sino que está ahí mismo, a plena vista, bajo la bandera de Coca Cola, Walt Disney o Unilever.