Según los resultados revelados por la Fundación de Opinión Pública, el 64 por ciento en casos de asesinato; el 54 por ciento en casos de terrorismo; el 28 por ciento en casos de narcotráfico; y un doce por ciento en casos de traición.

Por contra, el 21 por ciento de los encuestados se han mostrado convencidos de que el país ha de mantener la moratoria, impuesta en 1996.

La encuesta también muestra que hay personas que se han mostrado a favor de aplicar este castigo en casos de espionaje, profanación de lugares religiosos, soborno, saqueo y robo, según ha informado la cadena de televisión rusa RT.

El 27 de marzo, Amnistía Internacional indicó en su informe anual que el incremento de la práctica de la pena de muerte se debió al amplio uso de la misma en China –donde el total de ejecuciones superó el cómputo total en el resto de países–, Irán, Irak y Arabia Saudí. En el quinto lugar de la lista aparece Estados Unidos.

Por su parte, la Unión Europea mantiene una postura firme en contra de la pena de muerte y, de hecho, la abolición de la misma es un requisito previo para formar parte de la organización. En octubre de 2011, la Alta Representante de Política Exterior y de Seguridad Común de la UE, Catherine Ashton, afirmó que el trabajo de la organización en la abolición de la pena de muerte en todo el mundo era una «prioridad personal».