Traducción al español por PijamaSurf
Trazando un paralelismo entre el ocaso del Imperio Romano y la actualidad de Estados Unidos como nación, el lúcido crítico cultural Morris Berman ofrece algunas claves de lo que considera el inevitable colapso del imperio estadounidense.
Morris Berman es uno de las más lúcidos observadores de la realidad estadounidense contemporánea, un historiador y crítico cultural que se ha impuesto la difícil tarea de contar los acontecimientos que se viven actualmente en la Unión Americana desde una perspectiva aguda, profunda, que ponga en juego tanto las realidades más evidentes como las que tienden a ocultarse, las contradicciones del american dream, sus aciertos y sus estrepitosos fracasos, indagando siempre las razones que pueden explicar todos estos fenómenos.
Por el momento Berman se encuentra enfocado en comparar el destino de Estados Unidos con el de ruina y colapso del último Imperio romano, «identificando factores que fueron centrales en la caída de Roma y que se muestran presente en el Estados Unidos de hoy», según explica, animado por la idea de que el llamado «sueño americano», la quintaesencia de la cultura estadounidense, no es otra que la ambición y la codicia, el egoísmo de quienes «se comen unos a otros» y saben que para sobrevivir es necesario alimentarse de los otros – y que, al parecer, no hay de otra.
Para Berman la expresión de esta consigna convertida en motor de vida está en numerosas presunciones no siempre conscientes como el hecho de que los estadounidenses se crean una especie de «pueblo elegido» o que sientan que las fronteras de su país pueden prolongarse indefinidamente.
Con todo, el historiador que esta manera de ver el mundo se encuentra en su ocaso, y así lo demuestra el surgimiento del Tea Party y el movimiento Occupy Wall Street, los cuales, si bien son sumamente diferentes entre sí, prácticamente opuestos, de alguna manera parecen impulsados por cierta sensación, dice Berman, de que «el Sueño Americano los traicionó [….], el temor de que algo o alguien se ha fugado llevándose Estados Unidos consigo».
En ambos casos, sin embargo, se trata de dos extremos en los que solo caben las minorías más o menos radicales. En medio de estos se encuentra el grueso de la población que solo quiere lo que la mayoría siempre ha querido. De ahí que Berman encuentre uno de los errores cruciales en el pensamiento de la izquierda política estadounidense: no bastará retirar a la élite del poder y sustituirla por una dirección de corte democrático o francamente socialistas, para que la población entera se vuelque en simpatías con esta nueva aventura política. «El problema que tengo con esto es que la evidencia muestra que la mayoría de los estadounidenses quieren el Sueño Americano, no otra forma de vida – quieren un Mercedes-Benz, como alguna vez lo ejemplificó Janis Joplin», declara Berman.
Riqueza material infinita basada en el esfuerzo individual es el ideal estadounidense, y el deseo de cambiar ese paradigma es prácticamente nulo. Incluso los pobres hacen suyo esto, por lo cual John Steinbeck notó que estos se veían a sí mismos como «millonarios temporalmente desconcertados»
A esta postura viene a sumarse el hecho de que el estadounidense promedio es cada vez más ignorante (incapaz de responder preguntas básicas sobre su historia) y un síntoma crónico de su ethos nacional que los hace incapaces de escuchar una crítica a los fundamentos de su cultura (calificando de antipatriotas a quienes cometen semejante sacrilegio).
Lo interesante es que, dialécticamente, todo esto se combinó en alguna época para dar pie a la grandeza de la nación estadounidense, aunque ahora esos mismos factores, según Berman, están actuando en contra suya, propiciando su colapso. Un sistema de valores hegemónico – entrañablemente relacionado con el capitalismo y el liberalismo – que nunca ha dado oportunidad a la alternativa, a una propuesta de talante distinto que podría denominarse la de los «descontentos del capitalismo» y que incluye en su tradición los nombres de Thoreau, Emerson, John Kenneth Galbraith, Jimmy Carter y otros, una posición política que parte de cuestionar el concepto de riqueza y opone al «ellos se comieron unos a otros» una línea de John Ruskin: «No hay riqueza, sino vida».
http://es.sott.net/articles/show/12793-Por-que-el-imperio-estadounidense-esta-destinado-a-colapsar-
Saludos Amigo
Espero no melestarte, solo quiero pedirte un favor y es el siguiente, mi Blog es nueva y casi nadie la conoce… pero con mucha dedicacion eh realizado un post que quiero compartir con todos ustedes y me encantaria que me ayudaras a que muchas mas personas lo vean para que su mensaje llegue lejos…
el Post se llama ¿Porque mataron a Michael Jackson? y se que les va a interesar…
Espero les guste.
http://estadodecoherencia.wordpress.com/2012/04/01/porque-mataron-a-michael-jackson/
Estimado lector:
Me ha gustado el post, y te deseo mucha suerte con tu blog.
Te he añadido a mis feeds, para seguirte y postearte, si no te importa.
He posteado a Jackson con ese mismo mensaje más de una vez.
Me encanta escucharlo.
Gracias
Reblogged this on El Blog de Cesar Marcano y Variedades..
El imperio estadounidense esta destinado a colapsar por que es inevitable, por que nada dura eternamente y menos un sistema basado en el continuo crecimiento y la necesaria expoliación del resto de paises.
Las necesidades materiales y energéticas de ese modo de vida se incrementan cada vez más de una manera desorbitada. Y las fuentes cada vez son menos. El imperialismo colapsa cuando no puede seguir creciendo.
Roma empezó su decadencia cuando se quedó sin territorios que conquistar. Estos imperios necesitan un aporte continuo de recursos que nace de la depredación de los otros.
La cuestión no es si colapsará (eso es seguro) sino cuando y como será. No puedes mantener un crecimiento continuo y desmedido para siempre.
Ese inconsciente «patroterismo» basado en la «lógica» de LA LEY DEL MAS FUERTE, es ya conocida en otros paises que tuvieron suficientes colonias como para permitirse el lujo de que apenas se enteraron de la crisis del 29, y eso va entre otros para Francia, Reino Unido, Bélgica, Holanda…. Los yankis sí se enteraron porque su Imperio real es posterior a la 2ª Guerra Mundial. Personalmente tuve mis tiquis-miquis con mi Director, primero a consecuencia de la guera de la «Indochina Francesa», e inmediatamente después sobre la de Argelia. Mantenía que «Argelia ES Francia» y no una colonia francesa, pero reconocía que no estaba de acuerdo en dar la nacionalidad francesa a los argelinos. (¿?).
Pero volviendo a la actualidad, recordar la vieja frase que cae muy bien para estos, y los futuros tiempos, la dijo un personaje de primera fila, que «veía» venir nuestra realidad actual. OJO A LA «FIERA» ACORRALADA, y ponía muy en duda que esa «fiera» se conformara con darse por vencida sin reaccionar, o por el contrario se liará a zarpazos dispuesta a «morir… matando».
Se dijo entonces que AMERICA ES UN TIGRE DE PAPEL, y otro le contestó: SÍ PERO CON COLMILLOS ATÓMICOS…, y hoy en esas estamos.
Salu2 a to2.
Cuando algo sube muy alto no puede seguir haciéndolo, y es normal que empiece a caer, el ejemplo del imperio romano es el mejor. Quieren abarcar tanto que terminarán perdiéndolo todo.
Quiero decir a Matxorri que tiene toda la razón, Yo nací en Marruecos cuando era colonia francesa, mi padre era consul en Rabat pero me tuvo que declarar en el consulado francés para que tuviera la nacionalidad francesa, Un país colonizado por otro no pierde nunca su indentidad.