Practicantes de Falun Gong realizaron ayer una gran manifestación en Hong Kong  en el aniversario de un suceso que marcó lo que quizás en el futuro se considere como el gran hito de la criminalización de la inocencia en la madrugada del siglo XXI.

Trece años atrás, el 25 de abril 1999, más de diez mil practicantes de Falun Gong realizaron una manifestación pacífica frente a la sede del gobierno chino en Beijing en Zhongnanhai, reclamando el cese del acoso gubernamental a la práctica de Falun Gong, incluyendo la liberación de 45 practicantes de esta disciplina que habían sido detenidos ilegalmente de Tianjin sólo por hacer los ejercicios y la meditación de Falun Dafa en un parque. También pedían que los libros de Falun Gong pudieran ser publicados normalmente.

A pesar de que protesta fue pacífica, al punto que todos permanecieron en silencio y en la vereda para no estorbar el tránsito e incluso se ocuparon dejar el sitio limpio de cualquier basura que se pudiera haber generado tras el paso de la pequeña multitud, el Partido Comunista Chino (PCCh) utilizó esta manifestación como una excusa para lanzar la persecución oficial a los practicantes de Falun Gong. Esta persecución se ha convertido en genocidio y continúa hasta nuestros días, trece años después.

Analistas explican que incluso la manifestación misma había sido incitada por las propias autoridades del régimen, que ante las preocupaciones expresadas individualmente por practicantes en los centros de apelación debido a las detenciones el creciente acoso policial en los sitios de práctica, ordenó al personal de dichos centros responder “Es una orden del Gobierno Central, tienen que ir allí”. Se estima que así, con una manifestación multitudinaria, Jiang Zemin encontraría la excusa para lanzar su campaña estilo “Revolución Cultural” para forzar a los demás líderes garantizarles lealtad bajo la sombra la de persecución y aumentar así su poder.

La manifestación por el 13º aniversario de lo que llaman el “Día de Zhongnanhai” se llevó a cabo en el centro de Hong Kong. Los practicantes de Falun Gong exigieron el fin a la persecución y el enjuiciamiento de los responsables.

El desfile completo se compuso de cuatro secciones, cada una abanderada con uno de los siguientes lemas, representativos del activismo contra la persecución: “Alto a la persecución y justicia sobre los responsables”, “Con la razón y  métodos pacíficos luchamos contra la persecución”, “Despertemos y disolvamos el mal del PCCh” y “Sólo esclareciendo los hechos podremos encontrar un buen futuro”.

En el desfile participó la Banda marchante ‘Tian Guo’ (‘reino celestial’) con su orquesta. La demostración atrajo gran atención de residentes y turistas. Muchos espectadores tomaron fotos y saludaron a los practicantes de Falun Gong en señal de apoyo.

La Gran Época habló con la Sra. Shao, quien había llegado de China a la isla hacía unos días y se mostró sorprendida por la demostración de esta disciplina que es perseguida en el resto de China [En Hong Kong, que no se rige por el régimen comunista gracias la política de “Un país, dos sistemas”, Falun Dafa se practica libremente]. Shao interpretó que la manifestación reflejaba la verdad sobre Falun Gong: «Como ciudadana de China… quiero saber qué ocurre realmente con Falun Gong».

El Sr. Chen, un turista chino residente en Singapur, remarcó a La Gran Época que «La demostración es muy tranquila y bien organizada», tal como aquella del 25 de abril de 1999. Señaló también que espera que los secretos más oscuros del PCCh puedan salir a la luz.

Otro señor de Chen –éste, de Taiwán- apoyó a los practicantes de Falun Gong y confió en que Hong Kong pueda restaurar la democracia, encogida los últimos años por la presión del régimen comunista. “Hong Kong no debe ser gobernado por el PCCh, y asimismo Taiwán debe preservar la democracia”, reclamó.

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