El volcán Karangetang, uno de los más activos de Indonesia, entró este viernes en erupción en la islas Célebes horas después de que un sismo de 8,9 grados de magnitud en la escala de Richter sacudiera el noreste de Japón y provocase un tsunami.
El Karangetang comenzó a expulsar por su cráter nubes de gas y lava que ha descendido por sus laderas.
Las autoridades indonesias indicaron que están llevando a cabo la evacuación de los residentes que viven en las aldeas cercanas al volcán y apuntaron que hasta ese momento no disponían de información acerca de eventuales daños materiales o víctimas.
La montaña, de 1.784 metros de altura, ubicada en la isla de Siau (norte de las islas Célebes) ya entró en erupción el pasado agosto y causó la muerte de cuatro personas.
Indonesia está asentada en el denominado “Anillo de Fuego” del Pacífico, una zona de gran actividad sísmica y volcánica que es sacudida por unos 7.000 temblores al año, la mayoría de escasa magnitud.
———————————————————————————————————————————————
El tsunami no se ceba con América
Las olas del tsunami originado por el devastador seísmo en Japón han llegado con menor fuerza de lo esperado al litoral Pacífico de América. Ecuador y Chile son los únicos países que se mantienen en alerta, y solo en la costa oeste de EE UU se han registrado víctimas, con cuatro heridos y un desaparecido.
Tras el sismo de magnitud 8,9 en la escala de Richter, prácticamente toda la costa oeste de América, desde Canadá a Chile, emitió alertas ante la posibilidad de que grandes olas pusieran en riesgo a las poblaciones del litoral.
Inicialmente, los expertos habían advertido de la posibilidad de olas de hasta dos metros en Hawai, después de que las que arrasaron el puerto japonés de Sendai tras el terremoto alcanzaran los diez metros.
Los temores, sin embargo, se fueron disipando a medida que transcurría el día y después de que las primeras olas del tsunami golpearan las islas de Kauai y Ohau, en Hawai, con fuerza disminuida.
Según Gerard Fryer, del Centro de Advertencia de Tsunamis del Pacífico, la mayor altura registrada en las primeras olas llegadas a la isla hawaiana de Kauai fue de un metro; mientras algunos puntos de Big Island y Maui experimentaron inundaciones cuando olas de 2 metros golpearon la costa.
Pese a las advertencias de las autoridades que pedían a la población que se alejara de las playas y los puertos, en previsión de una subida inusual del nivel del mar, EE UU informó de cinco víctimas: curiosos que se acercaron a ver de primera mano la anunciada llegada del tsunami. Cuatro de esas personas fueron rescatadas por los equipos de salvamento en Oregón, mientras una continúa desaparecida en el norte de California, donde fue declarado el estado de emergencia para cuatro condados con numerosos destrozos en puertos y playas.
En torno a las cinco de la mañana española, la Agencia Estadounidense para los Océanos (NOAA) canceló la alerta de tsunami para los estados de Oregón y Washington, en EE UU, y la provincia canadiense de Columbia Británica.
Solo pequeñas olas en México
Tras Hawai, el tsunami llegó a territorio latinoamericano por México, donde se registraron solamente olas de 70 centímetros en sus costas, según el presidente Felipe Calderón.
El mandatario señaló que la primera y la segunda ola llegaron a México por las costas de Baja California, en el noroeste del país, y su tamaño «no rebasó el nivel de marea alta».
Tras México, Panamá, Costa Rica, Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua suspendieron el aviso preventivo al final de la tarde (en torno a las tres de la mañana en España), después de que las autoridades constataran que el efecto se limitó a unas casi imperceptibles olas en sus costas del Pacífico.
Alertas en Ecuador y Chile
La alerta se mantiene en Ecuador, donde hacia las seis de la tarde (una de la mañana en España) el tsunami llegó a las Islas Galápagos, situadas a unos 1.000 kilómetros de la costa, y el mar se retiró 30 metros e inundó zonas urbanas en la localidad de San Cristóbal, según el presidente Rafael Correa. Fueron evacuadas 240.000 personas que residían en las zonas costeras del país y de Galápagos. «Regresó el agua, inundó la población y sigue entrando», dijo el mandatario. «Está todo preparado en Galápagos. No hay riesgo de vidas humanas», añadió Correa, quien advirtió de que sí habrá destrucción de bienes inmuebles «porque ha entrado el agua con fuerza».
Posteriormente, en Chile, que sufrió un maremoto tras el devastador terremoto de 8,8 grados del 27 de febrero de 2010, el Gobierno elevó de alerta a alarma el nivel preventivo en las costas de todo el territorio continental, al detectar que el nivel del mar se redujo 54 centímetros en la Isla de Pascua, en el Océano Pacífico, a 3.500 kilómetros del Chile continental.
El Gobierno también decretó la evacuación preventiva de las zonas inundables de todo el litoral continental del país, que se extiende a lo largo de 4.000 kilómetros.
Las primeras olas que llegaron en la noche (hora local) a la costa de Perú tuvieron entre 15 y 40 centímetros de altura, pese a lo cual las autoridades señalaron que van a seguir monitoreando en previsión de que el siguiente oleaje pueda ser más intenso.
En Colombia, ante el temor de las autoridades de que se registrara un fuerte oleaje, se emitió una alerta para la costa Pacífica, que no implicó orden de evacuación.
Aparte de la costa occidental del Pacífico, zonas litorales de todo el mundo hansufrido en mayor o menor medida los efectos del temblor japonés.
Rusia: 11.000 evacuados
El tsumani llegó particularmente a las islas Kuriles, informa Rodrigo Fernández desde Moscú. Las olas fueron de entre uno y tres metros. En la isla de Shikotán tuvieron su altura máxima, mientras que en la de Kushanir alcanzaron los dos metros.
Los rusos, según el Ministerio de Situaciones de Emergencia, estaban preparados y el Centro de Alerta de Tsunami dio a la alerta a tiempo, nueve minutos antes de que llegaran las olas, por lo que las 11.000 personas que se encontraban en las zonas de riesgo tuvieron tiempo de refugiarse en los lugares preestablecidos para estos casos.
Alexandr Joroshavin -gobernador de la provincia de Sajalín, a la cual pertenece el archipiélago de las Kuriles- aseguró que «la situación está totalmente bajo control». Joroshavin explicó que miles de personas fueron evacuadas inmediatamente después del terremoto en la costa noreste de Japón y agregó que a los barcos que navegaban en las aguas de la zona de peligro se les ordenó que se dirigieran a mar adentro.
El Instituto Meteorológico señaló que las olas del tsunami también llegaron a las costas de la península de Kamchatka, Sajalín y Primorie, pero en ninguna de ellas causó daños importantes ni víctimas. La alerta de tsunami fue levantada en las Kuriles después de que pasara la tercera ola.
El presidente ruso, Dmitri Medvédev, ordenó a Serguéi Shoigu, ministro de Situaciones de Emergencia, que preparara las propuestas para acudir en ayuda de Japón. Moscú y Tokio mantienen un contencioso territorial a causa de algunas de las Kuriles, que están en manos rusas desde la II Guerra Mundial. Tokio considera suyas las islas meridionales de Habomai, Itu-rup (Etorofu), Kunashir y Shikotán son suyas y las incluye en la prefectura de Hokkaido.
Filipinas: playas prohibidas
El Gobierno advirtió a la población que las olas podían alcanzar un metro e instó a que no acudiera a las playas a ver el fenómeno. Las olas alcanzaron primero la costa noreste de la principal isla, Luzón, y dos horas después llegaron a Mindanao. La altura medida osciló entre 30 centímetros y un metro. Renato Solidum, director del Instituto Filipino de Vulcanología y Sismología, afirmó que, en un principio, no se habían registrado víctimas ni daños. Entre 10.000 y 20.000 filipinos viven y trabajan en la ciudad japonesa de Sendai, una de las localidades más cercanas al epicentro. Las autoridades filipinas también pusieron en alerta a los guardacostas y pidieron a todas las embarcaciones que se queden en puerto hasta que pase el peligro.
Taiwán: alerta levantada
El tsunami llegó a la costa oriental y nororiental de la isla, pero las olas solo tuvieron una altura de 10 centímetros, en lugar de los 50 centímetros inicialmente esperados, y no produjeron ningún daño, según informaron las autoridades. A continuación, fue levantada la alerta, dado que no se esperaban nuevas olas.
Indonesia: el recuerdo de 2004
El terremoto de Japón ha traído a la memoria de los indonesios el recuerdo de los 170.000 muertos -del total de 230.000- que produjeron en este país el seísmo y el consiguiente tsunami registrado en el océano Índico en 2004. Yakarta aseguró que había registrado un pequeño maremoto en las islas Sulawesi Norte y Maluku, y que había levantado seguidamente la alerta.
Nueva Zelanda: olas de menos de un metro
Los servicios de Defensa Civil en Nueva Zelanda emitieron una alerta de tsunami, pero indicaron que no esperaban que supusiera un peligro. «La experiencia histórica y los modelos de cálculo indican que la mayor incidencia -una ola de menos de un metro en la línea de costa- ocurrirá a lo largo de las costas del centro y el norte de la isla Norte», precisaron.
Australia: alarma desactivada
Las autoridades aseguraron que Australia no se vería afectada, por lo que no se había emitido una alerta. Las islas de Palau, donde se temía la llegada de olas del tsunami, no se vieron afectadas finalmente.
China: mano tendida a Japón
El Gobierno levantó la alerta después de que Taiwan y el territorio estadounidense de Guam dijeran que las olas habían pasado de largo. Pekín ofreció su ayuda a Tokio, y dijo que tenía listo un equipo de rescate.