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Hace unos días, en una conferencia realizada en el Museo del Vuelo de Seattle, el ex manager de varias misiones de la NASA al planeta Marte y ahora presidente y jefe de ingenieros de la empresa Planetary Resources (Recursos Planetarios), se presentó de la siguiente manera: “Buenos días, Soy Chris Lewicki y soy un minero espacial”. Claro, minero de un asteroide que no le pertenece, pero eso es de lo menos, ¿no?
Aunque suene increíble, la fiebre de la minería espacial ha comenzado…al menos, en el papel y vale la pena estar informados porque, al paso que vamos, el futuro está en el espacio. Las decisiones sobre el tema de propiedad espacial que se tomen en los próximos años serán decisivas para determinar si la humanidad será capaz de emprender un cambio o si todo seguira igual.
Esta semana, la empresa Planetary Resources, fundada en el 2009 por Eric Anderson y Peter Diamandis, presentó un plan para empezar a explotar los recursos minerales y acuíferos de los asteroides que día a día cruzan nuestra vecindad espacial. Dos tratados internacionales prohiben el reclamo de propiedad espacial pero a nadie le importa cuando hay dinero de por medio.
Los dos empresarios detrás de Planetary Resources tienen experiencia en el campo de la tecnología espacial: Anderson es uno de los fundadores de la compañía Space Adventures, que ha llevado a ocho billonarios en visitas de diez días a la Estación Internacional Espacial; Diamandis es uno de los fundadores de la compañía Zero G Corp., que por cinco mil dólares ofrece vuelos en los que se puede experimentar la falta de gravedad, sin salir de la atmósfera terrestre, a través de unas maniobras aéreas especiales llamadas “parábolas”.
Además, apoyando el proyecto de los mineros del espacio con ingentes inyecciones de dólares están, entre otros, el millonario Larry Page de Google y el famoso director de la película “Avatar”, James Cameron.
A la izquierda, Chris Lewicki, ex director de varias misiones de la NASA al planeta Marte y ahora Presidente y Jefe de Ingenieros de Planetary Resources. A la derecha, los dueños de Planetary Resources: arriba, Peter H. Diamandis y abajo, Eric Anderson. (Fotos por Planetary Resources)
La intención de Planetary Resources es extraer metales preciosos como el platino, el paladio, el osmio y el iridio de los asteroides cercanos a la Tierra y enviarlos hacia nuestro planeta para su comercialización y extraer agua para almacenarla en depósitos espaciales. Con todo respeto, Sres empresarios de Planetary Resources existe una ley que prohibe el reclamo de propiedad espacial o ¿es que alguien les ha dicho que “Lo que está en el espacio no es de nadie y es de todos o del que llega primero”?
3, 2, 1 el que llega primero al asteroide se lo queda
El equipo de científicos e ingenieros de Planetary Resources sostiene que un asteroide de 500 metros de diámetro, rico en platino, contiene 174 veces la cantidad de platino que se produce al año en el mundo y casi el doble de las reservas conocidas mundiales de otros metales del grupo del platino como el rodio, osmio o iridio.
Según el propietario Eric Anderson, los recursos siempre han sido el motivo que ha movido a la humanidad a las nuevas fronteras:
“Si miras hacia atrás históricamente, lo que ha causado que la humanidad haga grandes inversiones en exploración y en transporte, ha sido ir en busca de recursos, sean los europeos yendo a buscar la ruta de las especias o los colonos norteamericanos mirando hacia el oeste en busca de oro, aceite, madera o tierra. Esos valiosos recursos hicieron que la gente hiciera grandes inversiones en barcos, vías de tren y tubería. Mirando al espacio, todo lo que tiene valor en la Tierra – metales, minerales, energía, propiedades, agua – todo existe en cantidades casi infinitas en el espacio. Existe la oportunidad de crear una compañía cuya misión sea ser capaz de ir y básicamente identificar y acceder alguno de esos recursos y finalmente ver como llevarlos a donde son necesarios.”
En esta infografia se puede apreciar el proceso completo de extracción y de distribución de metales y agua que planea realizar la empresa Planetary Resources en los asteroides. Haga clic en la imagen para verla en pantalla completa.(Foto por Planetary Resources)
Por supuesto, como en el viejo oeste donde ponían a los colonos en línea y al sonido de un disparo de rifle salían todos a correr en busca de la mejor tierra. El que llegaba primero a una tierra recogía la banderilla que la delineaba y se quedaba con ella. La gran diferencia en que en el espacio los competidores sólo no serán más de tres por mucho tiempo.
El agua más cara del mundo
El plan también incluye la extracción de agua de asteroides cercanos a la Tierra. Según Anderson, el agua podría tener muchísimos usos en el espacio:
“Un asteroide rico en agua podría mejorar largamente la exploración a gran escala del Sistema Solar. El agua tiene muchos usos en el espacio. Por ejemplo, no sólo se usaría para hidratación, pero también podría ser descompuesta en oxígeno e hidrógeno, para crear aire respirable y combustible para cohetes.”
Hoy en día, transportar un litro de agua cuesta alrededor de 20,000 dólares por kilo de peso de la nave que lo transporte. Los directores de Planetary Resources están convencidos de que vender agua en el espacio es un gran negocio porque se podría vender a una centésima parte del precio mencionado.
Según los estudios realizados por Planetary Resources, un asteroide de 500 metros de diámetro, rico en agua, contiene 80 veces más agua que lo que el tanque más grande podría transportar al espacio. Si esa cantidad de agua se convirtiera en combustible sería equivalente a doscientas veces el combustible utilizado por todos lo cohetes enviados al espacio en nuestra historia.
La empresa Planetary Resources planea extraer recursos minerales de los asteroides mas cercanos a la Tierra. (Ilustracion por NASA)
Para Planetary Resources, el agua es lo más importante en el espacio:
“El agua es la llave del Sistema Solar. En el espacio, el agua provee beneficios ademas de su rol crítico en la hidratación. Puede proteger de la radiación solar, puede ser usada como combustible, es una fuente de oxígeno, y puede preservar las provisiones de alimento. Hasta este momento, toda el agua y recursos derivados del agua necesarios para vuelos espaciales han sido transportados desde la superficie de la Tierra a precios exorbitantes. De todo lo que restringe la expansion de la humanidad afuera de la Tierra, esto es lo más limitante. Lo que se necesita para un crecimiento real y sostenido es una provisión abundante de agua que ya esté en el espacio, disponible en el lugar requerido. Desencadenados de la Tierra como nuestra única fuente, la humanidad podría usar este recurso espacial para expandirse más alla de la órbita de la Tierra hacia el Sistema Solar. Afortunadamente, ya se ha encontrado una fuente abundante de agua y está en espera de ser reclamada, los asteroides.”
El plan de Planetary Resources es extraer agua de los asteroides y transportarla a una red de depósitos espaciales estratégicamente ubicados que harían las veces de estaciones de servicio. Luego, el agua podría ser vendida a la NASA o a otras empresas espaciales. Lo mismo sucederá con los metales extraídos, los cuales serán almacenados en depósitos espaciales. Luego, estos metales podrían ser vendidos a empresas que los necesiten para procesos industriales o que necesiten construir estructuras en el espacio.
El telescopio espacial Leo podría revolucionar la búsqueda de vida extraterrestre al permitir que el sector privado tenga la posibilidad de vigilar el espacio con instrumentos similares a los de la NASA. (Ilustración por Planetary Resources)
Los asteroides que Planetary Resources pretende explotar no son los que se encuentran en el cinturón de asteroides que existe entre Marte y Neptuno sino los más de 9,000 que pasan cerca de la órbita de Tierra. La extracción de metales empezará por los más de 1,500 asteroides que están tan cerca a la Tierra como la Luna.
Así de fácil, sin ningún papel ya se apropiaron de 1,500 asteroides.
Ese asteroide es mio, yo lo ví primero
Chris Lewicki, director de varias misiones de la NASA al planeta Marte y ahora presidente de Planetary Resources, ha desarrollado un plan detallado para establecer su emporio minero extraterrestre.
El primer paso consiste establecer una base de datos que contenga la composición, órbita y forma de cada uno de los asteroides que se encuentran cerca a la Tierra para poder identificar cuales deben ser explotados. Para lograr esto, se pondrá en órbita el telescopio espacial Arkyd Series 100 también conocido como “Leo”. Este telescopio servirá para identificar los asteroides que podrían contener cantidades significativas de metales preciosos o de agua. El telescopio espacial Leo será posteriormente comercializado para uso personal o empresarial convirtiéndose en el primer telescopio espacial en el mercado comercial. Según los propietarios de Planetary Resources, el primer telescopio espacial será puesto en orbita alrededor del 2014.
El sitio web de Planetary Resources publicita al telescopio Leo como “un telescopio espacial comercial al alcance del ciudadano de a pie”. Lo irónico es que el costo aproximado del Leo es de varios millones de dólares. No conozco a ningún ciudadano que, como canta la publicidad, tenga el telescopio Leo a su alcance, al menos, financieramente hablando. Sospecho que el 99.5% del planeta no tiene ni tendrá esa cantidad de dinero.
Los propietarios de Planetary Resources afirman que el telescopio espacial Leo será el ordenador personal de este siglo. (Ilustración por Planetary Resources)
Quizás, Planetary Resources debería usar una frase más apropiada como: “Un telescopio espacial comercial al alcance del millonario de a pie”. Aunque estoy seguro que los millonarios no van a pie, de hecho, demostraría un poco más de respeto por la mayoría de habitantes de este planeta.
¿El telescopio espacial será el ordenador de este siglo?
Imaginando las posibilidades que se podrían presentar con el telescopio Leo, me pregunto si llegará el día en el que alguna organización o investigador independiente que estudie el fenómeno ovni/extraterrestre tenga su propio telescopio espacial dedicado exclusivamente a buscar la esquiva respuesta sobre este tema. Respuesta complicada aunque los propietarios de Planetary Resources sostienen que el telescopio espacial causará una revolución similar a la que provocaron los primeros ordenadores personales.
En el 2050, ¿cada familia tendra su telescopio espacial que le servira para comunicarse con sus amigos de las constelaciones vecinas?
Por otro lado, las implicaciones de permitir que cualquiera que disponga de esa cantidad de dinero tenga su propio telescopio espacial son complicadas. Para no salirnos más del tema del articulo, les dejo sólo una pregunta ¿la NASA va a permitir que cualquiera tenga su propio telescopio espacial y descubra lo que ellos no quieren que sea descubierto?
Regresemos a los mineros del espacio que aún no han explicado cómo extraerán el agua o los metales preciosos de los asteroides.
Al telescopio espacial Leo se le agregará la capacidad de propulsión y avanzados instrumentos científicos para convertirlo en el Arkyd Series 200 o Interceptor. (Ilustración por Planetary Resources)
El telescopio espacial Leo es como la pieza inicial de un gran Lego. Sobre el telescopio espacial se irán haciendo mejoras que lo terminarán convirtiendo en un robot explorador capaz de confirmar la existencia de agua, de comunicarse a traves de laser con otros robots exploradores y finalmente extraer el mineral. La clave del negocio es que el costo de fabricación de estos robots exploradores es relativamente bajo comparado con otro tipo de naves espaciales.
Según el equipo de técnicos de Planetary Resources, los asteroides tienen una característica que los convierte en el sueño de cualquier minero: los materiales no se encuentran concentrados a grandes profundidades sino que están distribuidos en varios niveles, haciendo más simple su extracción.
Los inocentes robots buscadores de metales
Al telescopio espacial Leo se le agregará capacidad de propulsión y avanzados instrumentos científicos para convertirlo en un Arkyd Series 200 o ”Interceptor”. Esta nave tendrá la capacidad no sólo de identificar a distancia los asteroides ricos en metales y agua (como el telescopio Leo) sino que podrá acercarse lo suficiente como para obtener una confirmación definitiva de los recursos existentes en el asteroide y otros datos importantes como: forma del asteroide, rotación, densidad del mismo, y composición del suelo y del subsuelo. Los Interceptors serán utilizados, mayormente, para el análisis de los asteroides que se encuentran cerca de la órbita terrestre. Los Interceptor podrían trabajar en pares para analizar en detalle el potencial minero de un asteroide de gran tamaño.
Según Lewicki, en el 2017 deberíamos ver el primer encuentro cercano entre un robot “Interceptor” y un asteroide.
En esta ilustración se aprecia a un grupo de robots exploradores Rendezvous Prospector examinando un asteroide. (Ilustración por Planetary Resources)
El tercer paso consiste en agregarle al Interceptor instrumentos que le permitan realizar comunicaciones espaciales de larga distancia a través de laser. Este nuevo robot explorador ha sido denominado el Arkyd Series 300 o “Rendezvous Prospector”. De esta manera, se podrán organizar misiones de estudio de asteroides mucho más alejados de la órbita terrestre. En estos casos, para reducir el riesgo de la misión de análisis, se enviará un grupo de Rendezvous Prospectors que puedan compartir el trabajo de estudio del asteroide.
En la página web de Planetary Resources no se especifíca como se llevarán a cabo la operaciones de extracción del mineral. En la mayoría de entrevistas con los medios de comunicación, los propietarios no han querido discutir como realizarán sus operaciones de extracción. En todo caso, por ahora su interés es reducir considerablemente los costos de fabricación de robots de exploración espacial y empezar a construir su base de datos sobre los metales y la cantidad de agua que contienen los asteroides que orbitan cerca a la Tierra.
Se buscan valientes mineros espaciales
Aunque podemos imaginar que la extracción se realizará con robots, es evidente que necesitarán un numeroso grupo de valientes humanos dispuestos a trabajar de mineros en el espacio. Para empezar a formar su equipo, Planetary Resources ha abierto una convocatoria en su página web con el título “Estamos buscando unos pocos buenos mineros de asteroides”. Por si se anima, este es el enlace. Tratando de mostrar la creatividad de la compañía, el cuestionario tiene preguntas como:
– ¿Sus habilidades como soldador son de Cromagnon o angélicas?
– ¿Es un apasionado del espacio? pruébelo
– Adjunte una imagen que lo describa pero que no sea de usted.
– ¿Cuáles son sus herramientas favoritas?
Imagen extraída de la página web de la empresa Planetary Resources, en la que se se realiza la convocatoria a los mineros espaciales. (Imagen por Planetary Resources)
Nueva frontera, nuevos problemas, misma adicción
Lo cierto es que aunque parezca que Planetary Resources tiene todo resuelto, no es así y no debería ser así.
Para empezar, el tratado internacional firmado en 1967 titulado “Outer Space Treaty” o “Tratado sobre el espacio exterior” prohibe a los noventa países firmantes la posibilidad de reclamar propiedad espacial, sea en la Luna, Júpiter, Marte, un asteroide, el Sol o las Pléyades.
Otro tratado firmado en 1979, el famoso “Moon Treaty” o “Tratado Lunar”, prohibe a los países firmantes la posibilidad de reclamar la propiedad de cualquier cuerpo celeste en el Sistema Solar. Cabe destacar que este último tratado, no ha sido ratificado por ninguna de las naciones involucradas en la carrera espacial.
En las últimas semanas, se ha creado una polémica sobre la posibilidad de que estos tratados hayan dejado un hueco legal que podría permitir que las empresas privadas reclamen derechos de propiedad espacial. Según algunos especialistas en el tema como Rand Simberg, el tratado de 1967 sólo prohibe declaraciones de soberanía nacional sobre un territorio espacial pero no prohibe declaraciones de propiedad espacial por parte de particulares o empresas privadas.
No es necesario tanto documento. Si un país quisiera, pese a los tratados, reclamar la propiedad de la Luna sólo tendría que desconocer el tratado de 1967 y establecer su primera base en su nuevo territorio.
Página de inicio del sitio web de la empresa Planetary Resources. (Imagen por Planetary Resources)
Lo interesante es preguntarse si una decisión de ese calibre provocaría algún tipo de conflicto internacional. Es evidente que el primer país que establezca una base en la Luna tendrá mayores posibilidades de reclamar y resguardar la propiedad o soberanía del satélite terrestre.
Nuestra historia habla por sí misma y no somos tan civilizados como creemos. No se trata de reclamar la propiedad a través de papeles sino de resguardarla y protegerla.
Además, si las empresas privadas más poderosas del planeta empiezan a reclamar propiedades en el espacio sería una continuación de la enfermiza adicción al dinero y al poder que venimos viendo año tras año. Es decir, los recursos del espacio estarían en manos de muchos de los responsables del estado miserable en el que se encuentra el planeta, los mismos que han contaminado el aire, los mismos que han casi terminado con la vida en nuestros oceános, los mismos que han arrasado con bosques enteros, los mismos que han acelerado el proceso de extinción de varias especies, los mismos que han hecho de la crianza de animales algo cruel y macabro, y de hecho, los culpables de la miseria de mucha gente en este planeta.
Con ese interés enfermizo por hacer más dinero que han demostrado estas empresas en la superficie del planeta ¿no podría suceder que en el proceso de extracción de los metales desvíen el curso de algún asteroide y pongan en problemas al planeta? o que ¿al realizar operaciones de extracción en asteroides cercanos a la Luna influyan en su órbita y esto tenga un efecto negativo en la Tierra?
Una imagen extraida del video promocional de la empresa Planetary Resources en el que se puede apreciar como un asteroide en capturado en una especie de contenedor metálico. (Imagen por Planetary Resources)
Parafraseando al indignado blogero Randall Amster, que no me vengan con asteroides:
“Con todo el debido respeto a los amigos de Planetary Resources… pueden besar nuestros asteroides! Ellos no son los propietarios de estas rocas, ni de la Luna, ni de ningún otro cuerpo celeste que ocupe el espacio. Ya es bastante malo que su modus operandi haya vuelto al planeta Tierra en un sistema global privatizado (al menos en lo que a ganancias de dinero se refiere; las perdidas aún son cargadas colectivamente al resto de nosotros.) Ahora quieren registar escrituras de propiedad y de explotación minera en los cielos, y porque nos prometen juguetes más baratos en el proceso no nos debe importar ¿es así como funciona?.”
Randall se refiere a “juguetes más baratos” ya que los propietarios de Planetary Resources han declarado que algunos de los metales que extraerán de los asteroides, una vez insertados en la economía terrestre, reducirán considerablemente el costo de los celulares y otros aparatos electrónicos.
Si algún día las naciones del mundo tienen la capacidad para extraer recursos de los asteroides, el producto de esos metales debería usarse para aliviar la pobreza y la falta de igualdad en la población del planeta Tierra. Pero, como vamos, es una utopía…
Imagen extraída de la página web de la empresa Planetary Resources en el que se aprecia un asteroide que parece haber sido dividido en cuadrantes para su posterior explotación. (Imagen por Planetary Resources)
El tema de la propiedad espacial es complicado y merece un artículo aparte porque está en juego, a largo plazo, el futuro de la especie humana y la oportunidad de que el espacio no se convierta en una extension de lo que sucede en el planeta.
Los Divulgadores le informaremos todo lo relacionado con este tema para que usted también nos ayude a crear conciencia. El cambio, si alguno puede existir, tiene que empezar por nosotros mismos.
Fuente: Planetary Resources, Cosmic Log, Huffington Post, The Telegraph, Fox News
http://losdivulgadores.com/2012/04/nos-cargamos-el-planeta-y-ahora-vamos-por-los-asteroides/
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