La materia oscura se supone que mantiene unido al universo. Sin embargo, los telescopios modernos son incapaces de verlo, ya que no interactúan en la materia luminosa, excepto gravitacionalmente. Dado el espín de las galaxias a través del cosmos, así como su alejamiento unas de otras, parece que «deben estar» obligadas por la gravedad de la materia oscura, ya que no hay suficiente materia normal con la masa que debería poseer para comportarse de esa manera.
Los cúmulos de galaxias, por ejemplo, deberían haber disminuido considerablemente en los últimos miles de millones de años de expansión del espacio-tiempo, y no depender de tan salvajes velocidades. Algunas galaxias, dicen los astrónomos, se mueven tan rápido que son difíciles de seguir con los marcadores de la velocidad de la luz.
Se suele escribir en la prensa popular que la materia oscura constituye «el 25% del Universo» o que la energía oscura constituye «el 75% del resto del Universo». Para cualquiera que esté familiarizado con la física del plasma, es bien sabido que el plasma representa el 99,99% del Universo. La cantidad de masa gravitatoria inventada para justificar las teorías convencionales es la misma que la que se ignora del plasma ionizado de un Universo Eléctrico.
Recientemente, el European Southern Observatory (ESO) en Paranal, Chile, anunció que no hay «ninguna evidencia de materia oscura alrededor del Sol».
Este comentario se opone a la propuesta que el sistema solar orbita en el interior de un halo de materia oscura de la Vía Láctea. Algunos astrofísicos calculan un equivalente a 800 mil millones de masas solares, en partículas de materia oscura, lo que comprende nuestra galaxia. Puesto que se estima en 200 mil millones de estrellas, presumiblemente compuestas de «materia bariónica«, debiera haber entonces, una nube relativamente densa de materia oscura arrastrara al sol acelerándolo a lo largo del circuito a casi 500.000 kilómetros por hora. Pues la ESO dice que no.
Ya en 2007, había serias dudas acerca de la teoría de la materia oscura que en su momento fueron publicadas. Los poco fiables métodos de recolección de datos del equipo de investigación de la sonda Wilkinson Microwave Anisotropy (WMAP), arrojan una sombra sobre la llamada teoría «Materia Oscura Fría Lambda«. En 2010, los científicos de la Universidad de Durham también expresaron su preocupación por los errores de WMAP sobre la radiación de fondo de microondas (CMBR). El CMBR se supone que es la «huella remanente del Big Bang», así que los problemas en su análisis podría tener incluso consecuencias de más largo alcance.
Por ejemplo, los dos principios conductores de la teoría del Big Bang son que, el desplazamiento hacia el rojo es proporcional a la distancia y que es un indicador de la velocidad. Un corrimiento al rojo mayor de un objeto, supuestamente, significa la distancia a la que se encuentra y la velocidad a la que se está alejando del observador. Esas dos ideas proporcionan el trasfondo a la creencia común de que el Universo se está expandiendo. «La energía oscura» entra en discusión en este punto, pero tampoco es el tema de este artículo. Si los datos de WMAP son inexactos, habría que volver a preguntarse respecto a la expansión del Universo y el Big Bang.
De lo que se realmente se trata son de corrientes eléctricas que conducen a las galaxias y sus estrellas. Los vórtices magnéticos entre los filamentos de corrientes de Birkeland a gran escala, crean las galaxias. Las corrientes de Birkeland tienen una fuerza de atracción mucho mayor que la gravedad, y disminuye con la inversa de la distancia en lugar del cuadrado de la distancia de la gravedad. Esto, por sí solo, podría explicar el movimiento anómalo de las estrellas en su giro en torno a los núcleos galácticos.
El flujo de la electricidad a través del plasma en el espacio, inicia los efectos que se captan a través de los telescopios espaciales, y que son confirmados por la investigación en tierra. Lo que deberíamos enfocar son las corrientes eléctricas en el cosmos, y sus campos magnéticos asociados, y no perder el tiempo en una búsqueda de ficciones cósmicas.
«La cosmología de plasma se puede demostrar con simples principios físicos de la formación eléctrica, que explican además, el comportamiento de las galaxias espirales y las estrellas, sin tener que recurrir a una hipotética materia oscura y agujeros negros» – Wal Thornhill.
– Referencia: ThunderBolts.info, 20 de abril 2012, por Stephen Smith
– Título original: «Dark and Dead»
– Imagen: Esquema de las corrientes Birkeland o de campo alineados, y su conexión con los sistemas actuales ionosféricos. Wikipedia. Autor: Le, G., J. A. Slavin, and R. J. Strangeway.
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Desde luego es un mundo apasionante, cierto que la materia oscura nos permite soñar con la ficcion de naves espaciales que aprovechan su fuerza antigravitatoria y es que al ser humano nos gusta soñar.
No sé si el final de esta historia será plasma en el espacio o la consolidació de la teoria de la materia oscura, lo que no me cabe la menor duda que este mundo es increible y maravilloso.