A comienzos de esta semana, comisiones de derechos humanos, grupos de familiares de ejecutados políticos de Chile, intelectuales y organizaciones sociales se manifestaron en contra de la base militar estadounidense instalada en el Fuerte Aguayo,
En una carta dirigida al ministro de Defensa, Andrés Allamand, esclarecieron por qué repudian la iniciativa estadounidense y afirmaron que Estados Unidos no tiene “cualidad moral para enseñar operaciones de paz”.
La base militar, está financiada por el Comando Sur de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, presupuestada en casi 500 mil dólares, copia las estructuras de una ciudad, teniendo inclusive edificios. La intención, según carta de la Embajada de Estados Unidos, es “ejecutar operaciones de mantenimiento de la paz o de estabilidad civil”.
La explicación de la Embajada preocupa todavía más, pues muestra cómo el estado chileno está dispuesto a resolver las amplias y constantes manifestaciones sociales que vienen ocurriendo en los últimos años en el país, organizadas por estudiantes, defensores de derechos humanos y ambientalistas.
A pesar de ser de conocimiento público que el papel de las Fuerzas Armadas es resguardar la soberanía nacional, las organizaciones denuncian que el “acuerdo insiste en la lógica de que las Fuerzas Armadas deben intervenir en conflictos sociales o ‘estabilidad civil’, lo que renueva la práctica de la Doctrina de la Seguridad Nacional que potencia la creencia de que existe un ‘enemigo interno’ que las Fuerzas Armadas deben combatir”.
En la carta, las organizaciones alegan además que la base militar viola la soberanía chilena al permitir que militares de otro país actúen en territorio nacional. Ante esto, consideran la instalación de la base militar una situación “altamente preocupante” y que está orientada “hacia el control y represión de la sociedad civil”.
Por estos motivos, además de repudiar la base, son contrarios a que los entrenamientos militares estadounidenses sean pasados a los soldados de América Latina y Chile.
“Rechazamos este entrenamiento además porque Estados Unidos no tiene calidad moral para enseñar ‘operaciones de paz’ cuando ha promovido golpes de estado, financiado operaciones de desestabilización en países hermanos, y promovido la guerra en el mundo. No olvidamos que el 2009 se utilizó la Base Soto Cano en Honduras, ésta tenia personal militar de Estados Unidos, para concretar el golpe de estado al Presidente Manuel Zelaya”, revelan, citando también los perjuicios causados por la Escuela de las Américas.
Al final de la carta, los abajo firmantes demandan el inmediato cierre de la base militar estadounidense del territorio chileno y la remoción de los que se encuentran en ella.
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