Es un cuerpo celeste rocoso con el corazón de hierro y de poco más de un kilómetro de diámetro.

Es el asteroide Vestas, una fuente de producción de meteoritos, aunque para ser rigurosos hay que decir que lo era.

Ahora ya es un protoplaneta, o, si se prefiere, un embrión planetario.

Vestas ha subido de categoría gracias al análisis realizado en el último año por la sonda Dawn de la NASA, cuyos datos se han plasmado en seis publicaciones científicas que hoy recoge la revista Science.

Ya no hay duda, Vestas es un protoplaneta.

«No es sorprendente, sino algo esperado», explica Josep María Trigo-Rodríguez, científico titular del Instituto de Ciencias del Espacio (CSIC-IEEC), quien precisa que «tanto Vestas como el mismo Marte, que sería otro embrión planetario, presentan las características de ser objetos que se escaparon de la fase violenta en la que se formaron los planetas terrestres, como la Tierra, Mercurio o Venus».

Explicado de otro modo, la formación del sistema solar se desarrolló en tres fases: en la primera se constituyeron los bloques primordiales a partir de objetos pequeños; en una segunda, estos objetos colisionaron entre sí y formaron los primeros embriones planetarios, que luego, en una tercera fase, volvieron a chocar para formar los planetas terrestres que hoy conocemos.

De esta colisión se escaparon Vestas y Marte.

Y Vestas, teóricamente, sigue en fase de expansión.

«Cuando se formó Júpiter, pensábamos que el crecimiento de Vesta se había frenado, pero sus características nos muestran que se encuentra en un momento de transición para convertirse en planeta», explica Christopher Russel, investigador de la Universidad de California y autor principal del trabajo que hoy publica Science.

El hallazgo, en cualquier caso, ayudará a comprender mejor la formación del sistema solar primitivo.

«Queremos entender cómo se ha formado entrevistando a su habitante más viejo», señala gráficamente Russel.

Pero Vestas es también una fuente de producción de meteoritos en el sistema solar generados en el hemisferio sur del protoplaneta, en la depresión de Rheasilvia.

Uno de ellos cayó en el 2007 en Puerto Lápice (Ciudad Real).

R Romar

selenitaconsciente.com

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