Un comandante de la aviación del Ejército sirio, Yihad Raslan, ha relatado con detalles todo lo que ocurrió el pasado 25 de mayo en la localidad de Hula, donde murieron más de un centenar de civiles a manos de las fuerzas del régimen y las milicias paramilitares.
Raslan estaba destinado en la ciudad de Tartus, pero se encontraba de permiso en su casa, en Hula, cuando comenzó el bombardeo de los carros de combate, en torno a las 13.00 horas. Luego los paramilitares conocidos como ‘shabiha’ entraron en la población en coches, camiones y motocicletas y fueron casa por casa asesinando a los civiles, incluidos niños, a sangre fría.
«Muchos tenían la cabeza sin pelo y barba. Muchos llevaban zapatillas deportivas blancas y pantalones militares. Gritaban ‘siempre shabiha, por tus ojos, Al Assad’. Era obvio quiénes eran», ha explicado Raslan, que se encontraba en su casa, a unos 300 metros del barrio de Taldus, donde se perpetró gran parte de la masacre.
«Nos decían que los grupos armados asesinaban a la gente y que el Ejército Libre Sirio quemaba casas. Nos mentían. Ahora he visto con mis propios ojos lo que han hecho», ha relatado, según recoge el diario británico ‘The Guardian’.
Todo terminó en unos 15 minutos al menos en ese barrio. «Las víctimas masacradas eran personas que conocía. Conocía personalmente a esos niños. He comido con sus familias. Tenía relación con ellos. El régimen no puede mentir sobre estas personas, sobre quiénes eran ni sobre lo que les han hecho. Ha sido un acto brutal cometido por el régimen contra personas que estaban con la revolución», ha agregado.
Raslan estaba destinado en una base de misiles en Tartus, lejos de la represión. «Sabía que estaban mintiendo, pero nunca había visto los efectos. Es la primera vez que veo algo así», ha señalado.
El comandante ha asegurado que las deserciones han aumentado después de la matanza de Hula, pero conoce cinco casos de militares que murieron tiroteados al día siguiente de la masacre, cuando intentaban escapar por un olivar de la zona. «Muchos otros quieren marcharse, pero no pueden. Se han anulado todos los permisos. Es muy arriesgado intentar huir ahora. Yo sólo pude irme gracias a circunstancias familiares excepcionales», ha asegurado.
Ahora, ha apuntado Raslan, continúan los bombardeos y los propios residentes de Hula creen que están atacando específicamente las casas donde ocurrieron las matanzas. «Quieren destruir pruebas, matar al testigo», ha declarado.
Otro desertor de Hula, un teniente que estaba destinado en Homs el fin de semana de la matanza, ha asegurado que Hula ha cambiado la opinión de muchos soldados que hasta ahora tenían miedo de marcharse. «No había soldados suníes en Hula. Eran todos alauíes, los oficiales y los soldados. Es una zona muy sensible. Muchos de los ‘shabiha’ proceden de aquí. No huirán desde aquí», ha explicado.
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No le creo. Se nota que són parciales. Al regimen,más a que a nadie no le conviene este tipo de situaciones,por lo tanto el endoso se ve claro su firma