Aunque supongo que muchos conocerán la historia, os dejo una metáfora en la que se evidencia la importancia de la información: saber qué va a ocurrir, o intuirlo al menos, es crucial para que podamos actuar en consecuencia, y por eso es tan importante la labor de sitios como este y de compañeros como estos: la información es poder.
Una mujer se está duchando y cuando va a salir, su marido llega y se mete con ella. De pronto, suena el timbre de la puerta y ella, que ya ha terminado, dice:
– Yo voy, dúchate tú, cariño
Se coloca mal que bien una toalla y abre. Ante la puerta, su vecino, que la mira de arriba abajo de un modo lascivo y lujurioso. Ella se incomoda pero él le dice.
– Si dejas caer la toalla, te doy mil euros.
Ella se ruboriza, piensa en lo descarado del tipo, pero en una décima de segundo decide y tira la toalla.
El vecino la vuelve a mirar de arriba abajo, recreándose, sonríe pérfido y mete la mano en el bolsillo.
– Aquí tienes, le dice, y pone en sus manos mil euros en billetes de cien. Luego da media vuelta y se marcha.
Ella siente el rubor golpeando sus sienes, siente vergüenza de sí misma, cierra la puerta rápidamente, recoge la toalla y entra con los mil euros en la mano. Del cuarto de baño sale una voz.
– ¿Quién era, cariño?
Ella responde rauda, nerviosa: ‘el vecino’
Del cuarto de baño vuelve a salir la misma voz.
-Ah, habrá venido a devolver los mil euros que le presté, ¿verdad, cariño?
La información, siempre la información. Evitó que me diera por comprarme un piso, evitó que me colaran preferentes, fondos de inversión, acciones de aquella compañía, evitó que aquella chica tan mona me convirtiera en padre de los hijos de aquel malandrín. No duden en informarse, sobreinformarse y recontrainformarse. Aún así no tenemos nada ganado y sí mucho perdido, pero no dejen de informarse y de informarnos. Gracias.
La pregunta que me viene a la cabeza después de leer el artículo tiene que ver con la genial pelicula «una proposición indecente»
[youtube=http://www.youtube.com/watch?v=RdWfI_u3aIw]
Estoy de acuerdo en lo relativo a la información. Pero justamente en este blog se defiende la consciencia.
¿La información a cualquier precio?, la información como meta, no forma parte de la búsqueda.
El fin no puede nunca justificar los medios.
La naturaleza humana o más bien el ego programado social mente, nos induce al materialismo y a la ganancia fácil.
Lo difícil es renunciar a la proposición indecente. Cuando entramos aquí es cuando se pone a prueba de verdad nuestra conciencia. Si a pesar de nuestros propósitos, de lo que sabemos, de lo que pretendemos, sucumbimos fácilmente.
Entonces sabremos que no hemos cambiado y que necesitamos empezar de nuevo.
Es como dejar de fumar, yo lo deje hace más de 14 años y sin embargo se que si fumo un sólo cigarrillo, seguramente volvería a caer en la dependencia del tabaco.
La información sobre lo que somos, sobre lo que queremos ser, es igual. Requiere un compromiso.
Sin ese compromiso y resolución nuestro ego seguirá organizando nuestro destino.
Después de 14 años sin probar el tabaco lo más probable es que si vuelve a fumar un cigarrillo le sepa a rayos fritos, le ponga mal cuerpo y que aborrezca cualquier labor de tabaco para el resto de sus días. Al menos mi experiencia ha sido así.
Estimado Ovente:
Es cierto lo que dice. Mi mujer después de llevar 7 años, en una boda, fumó uno que le supo fatal, pero siguio y luego tuvo que dejarlo de nuevo con mucho esfuerzo. Ella lleva 13 años.
Un saludo
Muy sabia la frase de «La información sobre lo que somos, sobre lo que queremos ser, es igual. Requiere un compromiso.»…. 🙂
Quizás todo nos haga mal porque no nos conformamos con darnos un placer, queremos atiborrarnos, no es un cigarrillo después de comer con un café, no, son 1 ó 2 atados diarios, no es un café a la mañana y uno después del almuerzo o cena, es una jarra de 2 litros por día, no es un chocolate el fin de semana es uno todos los días, si tan solo fuéramos mas medidos y controláramos la ansiedad dejarían de ser vicios y serían gustos que se dá uno de vez en cuando, como dice la canción de Alberto Cortéz,…»Ni poco ni demasiado, todo es cuestión de medidas»,…