A primera vista, la Tianjin Eco-City se parece mucho a cualquier otra de China con un alto nivel de desarrollo urbano, con sus hileras de bloques de viviendas idénticas, los caminos anchos y cuidados arcenes.

Gráfico de Tianjin de China Eco-City, planificada como modelo de vida sostenible para unos 350.000 habitantes en el año 2020.

De hecho, ser considerado como modelo de vida sostenible ya es decir, en este país con un rápido proceso de urbanización y fuertemente contaminado, cuya congestión, contaminación y asfixiante humo de las ciudades lo hacen cada vez más inhabitable.

Muchas de sus características, incluyendo la vivienda bien aislada, el reciclaje de residuos y sistemas de energía solar para los calentadores de agua, son comunes en otros países, aunque sigue siendo muy escaso en China, donde la sostenibilidad se ha perdido en la carrera por el desarrollo.

En el modelo, alrededor del 60 por ciento de los desechos domésticos serán reciclados, y gran parte de la electricidad de la ciudad vendrá de fuentes de energía renovables, enttre ellas, la eólica, la solar y la energía geotérmica, mientras que el sistema de transporte se basará en los vehículos híbridos.

Los trabajos de construcción en Tianjin Eco-City, a unos 150 kilómetros al este de Pekín, se iniciaron en 2008 y no se completará hasta el año 2020, alrededor de 60 familias ya se han trasladado en este año.

Ellos son los primeros conejillos de indias en lo que el subdirector del proyecto, Wang Meng, llama un experimento por encontrar la manera de que las ciudades del país puedan proseguir de forma más sostenible.

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