Los científicos de la Universidad McGill de Canadá han aportado una noticia revolucionaria para los atletas del mundo, sobre todo para los olímpicos que miden sus fuerzas estos días en Londres. La prohibición de sus entrenadores de entregarse a los placeres carnales en vísperas de las competiciones no tiene razón de ser.

Los griegos antiguos creían que los deportistas deben abstenerse del sexo antes de los torneos o actuaciones importantes, pero los científicos canadienses probaron que estas limitaciones no influyen de ninguna manera en los resultados que mostrará el atleta. Durante la investigación, publicada en The Clinical Journal of Sport Medicine, 14 hombres casados -todos ex deportistas profesionales – pasaron unas pruebas en un laboratorio deportivo cada mañana después de mantener relaciones sexuales la noche anterior. En la segunda etapa hacían lo mismo pero absteniéndose del sexo.

Los resultados de la investigación mostraron que ni la fuerza física, ni tampoco la resistencia empeoraron después del sexo. Al enterarse del descubrimiento la Universidad Estatal de Colorado también realizó una investigación parecida con la participación de hombres casados ​​de entre 18 y 45 años. Se probó la fuerza de agarre, el equilibrio, el movimiento lateral, el tiempo de reacción, la potencia y la eficiencia aeróbica de los participantes, y la conclusión fue la misma: el sexo no produce ningún impacto negativo en ninguna de estas pruebas. Muchos de los partidarios de la opinión de que tener sexo antes del torneo perjudica los resultados en el deporte, suponen que el sexo reduce el nivel de agresividad del atleta. Sin embargo, esta teoría todavía no ha sido confirmada científicamente.

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