En el recinto se hallaron 11 vasijas, cuentas de piedra verde, un anillo y un colgante
Arqueólogos mexicanos entrando en la cámara funeraria. / EFE
El sitio arqueológico de Palenque, en el Estado mexicano de Chiapas, continúa revelando secretos siglos después de que fuera habitado por los mayas. Un grupo de expertos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) entró el martes de la semana pasada por primera vez en una cámara funeraria de unos 1.500 años de antigüedad aunque la noticia no se ha comunicado hasta este jueves. El equipo cree que la estancia podría contener los restos de K’uk Bahlam I uno de los primeros gobernantes de esa ciudad maya. El soberano ascendió al poder en el año 431 d.C. y fundó la dinastía a la que perteneció el célebre gobernante maya Pakal.
En un comunicado del INAH se explica que la cámara funeraria se encuentra en el interior del Templo XX de la zona arqueológica y es al menos dos siglos anterior al sepulcro de Pakal, descubierto en ese mismo sitio hace 50 años. A pesar de que se descubrió su existencia y su localización hace 13 años, los arqueólogos no han podido acceder a ella hasta ahora.
«Por las fechas estamos ante el nacimiento de la dinastía palencana, hacia el año 400 después de Cristo, porque podríamos estar hablando del recinto funerario de su fundador», ha dicho el arqueólogo Arnoldo González, responsable junto con el restaurador Rogelio Rivero del proyecto. Sin embargo, ha advertido de que esto no deja de ser especulación, mientras no comience la exploración arqueológica. «Incluso este espacio podría tratarse de una antecámara, pues no sabemos qué hay más abajo», ha añadido.
La tumba se encuentra a seis metros de profundidad con respecto a la parte superior del templo y tiene planta rectangular y el techo abovedado. El espacio mide de media 3,4 metros de largo, 1,43 de ancho y 2,5 de alto.
Hasta el momento no se han localizado restos óseos en la estancia ni sarcófago pero los arqueólogos han halado 11 vasijas y cerca de un centenar de pequeñas piezas como cuentas de piedra verde – posiblemente jade, muy utilizado por los mayas -, un colgante y un anillo. Tres de los muros de la cámara están cubiertos de pintura mural en vivos tonos rojos. En ellos se representa a los Nueve Señores del inframundo o Xibalbá.
«Lo importante de los recintos funerarios de esta época, el Clásico Temprano (400-550 d.C.), es la pintura. Estamos ante uno de los pocos ejemplos de murales descubiertos en contextos funerarios de Palenque; de ahí la importancia del trabajo que estamos realizando», ha declarado González.
González y Rivero han destacado que los hallazgos arqueológicos no serán explorados ni recuperados hasta estabilizar la pintura mural. Rivero ha dicho que las acciones emergentes para la preservación de los murales se prolongarán por tres semanas como mínimo y consistirán en el fijado y consolidación de la capa pictórica, a la vez que su registro gráfico y fotográfico.
El sitio arqueológico de Palenque es uno de los mejor conservados de la cultura maya. Está situado en plena selva y se calcula que tan solo una pequeña parte de su superficie – en torno al 15 % – ha sido explorado.
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