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En México concluyó el encuentro de ministros de Hacienda y jefes de Bancos Centrales de los países del G-20.
El G-20 incluye países de muchas regiones que tienen diversos regímenes políticos y diferente nivel de desarrollo, así como instituciones financieras internacionales interesadas en la solución colectiva de los problemas económicos mundiales. En estos estados viven más del 60 % de la población del planeta y se encuentra el 85 % de la economía mundial, pues del grupo forman parte los veintisiete países de la UE. El presidente de México Felipe Calderón resaltó que a primeros de noviembre a su país le correspondió el gran honor porque en México se trató no solo de las naciones que superan por sí mismas la crisis sino también de la asistencia mutua de los estados, lo que pone sus relaciones a un nivel más elevado.
No es casual que a inicios de noviembre México devino no observador sino el protagonista de los cambios globales que se operan en el mundo, a saber: la superación conjunta de la crisis. No en vano en la agenda del encuentro fue incluida España que, a la par de Grecia, Francia, Italia, vive una grave crisis económica. Sea suficiente decir que en la Península Ibérica el número de parados llega a cinco millones, la mitad de la juventud sin estudios no tiene empleo. La situación en la península hace tiempo que preocupa a muchos países en diversos continentes, que no solo siguen con atención la situación española sino también esperan cuándo Madrid solicite asistencia financiera. La mayoría de las delegaciones esperaban que el titular de Economía de España Luis de Guindos, al bajar del avión, pidiera un empréstito de cien mil millones de dólares. Incluso en la propia España muchos esperaban cuándo el jefe del gabinete Mariano Rajoy hiciera tan importante solicitud para el país.
El tiempo corre pero Madrid no pide nada. El ministro de Economía confesó sinceramente: por el momento no necesitamos dinero. Es más, reconoció que jamás recibiría una cuantía inmensa. Con más razón que la víspera Mariano Rajoy confesó que no considera la ayuda financiera de la UE como base de la protección de los intereses económicos del país. Por supuesto que es provechosa la posibilidad de recibir de sus socios una ayuda cuantiosa, sin embargo de momento Madrid no se propone pedir empréstitos.
Un poco antes se supo que en diciembre la presidencia en el G-20 pasa de México a Rusia. En opinión de los expertos, la operación se efectuó con antelación y en forma diplomática, lo que augura buenas perspectivas a dos cumbres posteriores: en Moscú y en San Petersburgo. Allí se planifica continuar la discusión de los problemas de la “arquitectura financiera” internacional. Así llaman los especialistas a los debates relativos a los empréstitos y a los pagos por los créditos otorgados. La parte rusa se dispone a discutir un tema como la formulación de nuevas recomendaciones de manejo de las deudas públicas. La propuesta dice que Rusia no criticará a nadie o dará recomendaciones sobre la deuda soberana, sino que propondrá la concertación de acuerdos únicamente para implementar recomendaciones bien pensadas, que fueron formuladas hace ya diez años por el FMI y el Banco Mundial y que hoy necesitan algunas enmiendas.
Precisamente la inestabilidad de Europa eleva aquel nivel de incertidumbre en los esfuerzos que se hacen para superar los fenómenos de crisis en la economía y las finanzas mundiales. He aquí lo que dice al respecto Fiódor Lukianov, miembro de la Presidencia del Consejo para la Política Exterior y la Defensa de Rusia y director de la revista Rusia en la política global:
—El nivel de incertidumbre en el mundo está relacionado, en primer lugar, con los problemas económicos, pero en el medio global contemporáneo la economía es parte de la política. Digamos, la actual situación dura en la UE es el resultado precisamente de la miopía política que se cometió al poner en marcha el proyecto del euro. Correspondientemente, ahora los problemas de la zona de una divisa única han salido a la superficie debido a la heterogeneidad de los países participantes.
Según el criterio de Fiódor Lukianov, nuestro país durante la presidencia en el G-20 debe empeñarse en consolidar las posturas de los estados miembros respecto a la búsqueda de pasos edificantes para conseguir la estabilidad en Europa y en el mundo entero.
vs/mo/ap
http://spanish.ruvr.ru/2012_11_06/G-20-Mexico-Banco-Estado-Union-Europea/