Es María Reiche, quien las define como el extraño testimonio y legado de las antiguas culturas peruanas: “Las líneas de las Pampas de Nasca son nada menos que una historia documental de la ciencia y de los hombres de ciencia del Perú prehispánico. En ella se encuentra registrada una tradición científica en donde los antiguos peruanos desarrollaron un abecedario para anotar los más importantes acontecimientos astronómicos de aquellos días. Las Pampas de Nazca son las páginas de un libro escrito con este extraño alfabeto”.
Es difícil explicarse como perduran hasta hoy intactas las “líneas de Nazca”, subsistiendo a los embates del tiempo y la naturaleza: terremotos, cambios de clima, vientos y lluvias.María Reiche Grosse Neuman (1903-1998) célebre por sus investigaciones sobre las líneas de Nazca, Doctora en matemáticas y astronomía, fue conocida como “La Dama del Desierto”. Una científica y tenaz investigadora a pesar de las durísimas circunstancias que vivió .Estudió casi mil líneas mediante cinta métrica, sextante y brújula y más tarde también con el teodolito, guiándose por su orientación astronómica. Cargada de instrumentos de medición y de una escalera de mano, en numerosas ocasiones recorría a pie el desierto sin provisión alguna…….
María Reiche nos comenta este milagro, pues las líneas son ligeras hendiduras en el suelo. Una posible explicación puede estar en el clima del lugar “se puede decir que por cada dos años llueve media hora”, explica la científica.
Este asombroso fenómeno radica en que el movimiento del aire disminuye a pocos centímetros del suelo, debido al color oscuro de las piedras de la superficie, las cuales se asemejan a un cojín de aire caliente que protege a los geoglifos de los fuertes vientos.
Otro elemento que impide el cambio de la superficie es el yeso que contiene el suelo, que al contacto con el rocío hace que las piedras queden ligeramente pegadas a su base.
DIFERENTES TEORÍAS.
Durante cierto tiempo circularon diversas teorías que prevalecían sobre otras: La matemática María Reiche se aventuró con la hipótesis de que dichos dibujos tenían un significado astronómico; algo así como un calendario celeste.Teoría que también sostuvo con anterioridad Paul Kosoc.
Una de las personas que cuestionó la teoría de Kosoc y Reiche fue el astrónomo norteamericano Gerald Hawkins, quien opinaba que no había coincidencias entre las líneas de Nazca y los astros.
El autor suizo Erich von Däniken también se opuso al pensamienro de Kosoc y Reiche, afirmando que hubo presencia de extraterrestres en Nazca. Para él las primeras líneas fueron trazadas por extraterrestres, y las posteriores, por los propios indígenas que deseaban volver a recibir la visita de los seres interplanetarios.
La científica polaca Yadwiga Paekiewicz aseguró haber descifrado los geoglifos. Para ella, estos pictogramas contenían un mensaje: serían una especie de “Biblia de piedra”, según la lectura que la científica hace del mensaje, que hace notar que el autor fue, bien un clarividente, o bien se trata de un testimonio completamente delirante.
Johan Reinhaed defiende la teoría de que dichos dibujos se hicieron en honor a los dioses del agua.
Sin embargo recientemente el estudioso David Johnson, quien trabajó con científicos da la Universidad de Massachusetts ha arrojado una última hipótesis. Según el investigador, serían un enorme mapa de los recursos subterráneos del agua.
Esta hipótesis estaría avalada por la investigación del Instituto Arqueológico Alemán y el Instituto Andino de Investigaciones Arqueológicas, en la que los científicos documentaron la presencia de ofrendas religiosas en pequeñas cavidades vecinas al jeroglífico como si hubieran querido agradecer por la presencia de agua en ese punto. Johnson asegura que estas líneas milenarias construidas por las tribus originarias de Perú, significan un paisaje ritual cuya finalidad era permitir conseguir agua a los que estuvieran en condiciones de leer las “instrucciones”.
“Es muy probable” –explicó Johnson– “que fueran una suerte de lenguaje que servía para comunicar dónde estaban localizados los pozos y los acueductos”. Así, por ejemplo, cuando se encuentra un trapezoide significa que al lado hay un pozo. Los círculos habrían sido diseñados cerca de fuentes y manantiales. Y lo mismo hacían las grandes figuras de los animales.
El norteamericano Jim Woodman, junto a su amigo Bill Sphorer, elaboró otra teoría, que afirmaba que los Nazcas dominaban la navegación aérea. Se inspiró para ello en la decoración de las piezas de alfarería, donde creyó ver globos y hombres-pájaro estilizados. Incluso construyó un globo con los materiales del lugar y sobrevoló la meseta, añadiendo que en aquella época levantarían vuelo gracias a supuestos pozos circulares ennegrecidos que calentarían el aire del artefacto.
Esta teoría terminó de convencer a algunas personas, y a él mismo, cuando se hallaron restos de telas en tumbas nazcas, más livianas que las de los paracaídas, e impermeables, ideales para construir globos. Así, desde el aire, este pueblo podría supervisar lo que dibujaban, teniendo una visión de conjunto.
Recientemente, la científica polaca Yadwiga Paekiewicz aseguró haber descifrado los geoglifos. Para ella, estos pictogramas contienen un mensaje: serían una especie de “Biblia de piedra”, según la lectura que la científica hace del mensaje, que hace notar que el autor fue, bien un clarividente, o bien se trata de un testimonio completamente delirante.
El doctor Manassés Fernández Lancho en su obra Los dibujos de Nasca, sustenta una tesis por demás original y de profunda concepción mística. Sostiene que la interminables líneas de las Pampas de Nasca, que siguen el recorrido del sol en sus solsticios, representan líneas de espacio y tiempo, sobre ellas se dibujan los seres animados e inanimados, que no son sino la concreción de espacio y tiempo. Aparece también la figura de una espiral situada en una de las esquinas de la pampa, de ella parten: una línea que lleva al infinito, y otra que bordea la pampa y de la cual penden las figuras. Dice que el símbolo material de la divinidad está representado por esta espiral de casi 200 metros de diámetro. La doble línea que bordea el trazo de la espiral al ser recorrida cualquiera de ellas, vuelve a salir paralelamente a la otra, de tal forma que la línea espacio-tiempo entra y sale sin interrupción en una continuidad absoluta. Es la concepción materializada de lo divino, del origen y fin. Una de las líneas de la pampa recorre los límites de la misma, enmarcando todas las figuras: hacia fuera de la extensa línea se encuentra el medio exterior extraterrestre y hacia dentro se halla el medio ambiente terrenal en diferentes etapas de evolución. Así, pues, Manassés Fernández manifiesta que el gran escenario de las pampas es la forma cómo los nasquenses explicaban la Creación. Nos dice que la concepción de todo ser en el Cosmos es siempre la misma: “El tiempo y el espacio se concretan para materializarse, y esta presencia física da origen al ser; su destino es permanecer como tal por un determinado tiempo y después se destruye para reintegrarse inexorablemente a la misma línea de continuidad espacio-tiempo que la originó; vuelve entonces a incorporarse al ciclo de su divinidad.