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Por Perla Hoffman

Estamos viviendo un tiempo maravilloso e histórico para toda la humanidad. Según las antiguas tradiciones y profecías, ésta es una época como ninguna otra.

Se habla de la eliminación de la dualidad y el retorno a la unicidad. ¿Pero qué significa esto? ¿Qué es lo que debemos entender?

Hoy en día tenemos una fuente inagotable de información y enseñanzas impartidas por grandes líderes espirituales, maestros, autores y seres de luz. Todos, de una manera u otra, enfatizan la necesidad de mirar hacia “adentro”. Nos invitan a llegar a la conclusión que todos somos Uno.

La Física nos enseña que podemos transformar y desviar energía, pero que no la podemos extinguir. Gracias a avances tecnológicos, podemos escanear un cerebro humano y medir la energía que emana. ¿Sabías que en 10 minutos se puede freír un huevo con el calor que produce nuestro cerebro? ¿Asombroso, verdad?

Podemos deducir entonces que somos seres con una identidad energética. Es tan sencillo como eso. Somos energía. Una vez que entendemos esto, empezamos a respetar un poco más lo que somos. Entendemos que podemos tomar el control de nuestras vidas y que ciertamente podemos lograr cambios deseados. ¿Cómo? preguntarás. Bueno, hagamos otra pregunta. ¿A dónde van nuestros pensamientos y emociones?

Tomemos un momento para pensar en lo siguiente: Como es Arriba es Abajo. Una vez que dejamos salir algún pensamiento o emoción, ese pensamiento o emoción está cargado con una frecuencia que sale en busca de una frecuencia similar. ¿Te puedes imaginar millones y millones de personas pensando lo mismo y que esa energía sea como una inmensa ola yendo hacia acá y hacia allá en movimiento perpetuo?

La próxima vez que estés enojado, triste, malhumorado, estresado…, te invito a pensar en lo siguiente. Acepta la responsabilidad que tu energía va a producir. No solamente a ti, sino a millones de otros seres humanos. Tanto los que están sintiendo lo mismo que tú como a nuestros hermanos empáticos que son sensibles a esa frecuencia y lo están absorbiendo.

Cuando entendemos y aceptamos “conscientemente” que no estamos solos ya que energéticamente todos somos Uno, podemos tomar pasos para introducir verdaderos cambios en nuestras vidas. Finalmente podemos aceptar la gran enseñanza detrás de “si cambiamos nuestra forma de pensar, cambiamos nuestra vida y la del mundo”.

La próxima vez que estés en una situación desagradable, detente y pregúntate: ¿Vale la pena que yo suelte estas emociones y pensamientos de rabia, juicio, insatisfacción, miedo…?

Si al principio te resulta difícil, entrégalo a la luz para su transformación. Basta con ser sincero contigo mismo reconociendo y aceptando que lo que estás sintiendo y pensando no está en armonía y haces la entrega. La ayuda está a tu lado, si la solicitas.

Tienes el libre albedrio de escoger tus uniones energéticas. ¿Quieres tener más paz, amor, abundancia, felicidad…? Únete a esas energías. Cuando medites, ores, hagas alguna cura, acuérdate que estarás en compañía de millones. Así como agregas tu energía a esa frecuencia, abres, al mismo tiempo, el canal de retorno.

Esta nueva Era de cambios tiene una particularidad muy interesante. En otras épocas de elevación planetaria, la transformación ocurría en masa. Según las enseñanzas impartidas por los grandes conocedores actuales, esta elevación, a diferencia de todas las anteriores, será a nivel individual. Será precisamente esta “individualidad” el que extinguirá al dualismo permitiéndonos finalmente captar lo que todas las enseñanzas nos han tratado de transmitir que, en efecto, en esencia, somos Uno.

Perla Hoffman

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