PHNOM PENH, ene (IPS) – Una revista especializada en negocios de Camboya destacó el crecimiento imprevisto del sector “maquinaria y equipamiento de transporte” y especuló sobre la “incidencia de las bicicletas” en el fenómeno. Pero este avance económico se basa en trabajadores con salarios irrisorios.
Cuando Camboya se ubicó entre los 10 mayores exportadores de estos birrodados a la Unión Europea (UE) en 2012, la Asociación Europea de Fabricantes de Bicicletas (EBMA, por sus siglas en inglés) comenzó a investigar cómo había ocurrido este cambio en el mercado del bloque.
En 2011, este país vendió 366.000 bicicletas a la UE y “en la primera mitad de 2012 casi se triplicó esa cantidad”, informó Bibeeu.com.
La EBMA descubrió que algunos fabricantes de bicicletas habían desplazado su producción de Tailandia y China a Camboya por cuestiones de costos. Se estima que la iniciativa les ha permitido ahorrar 14 por ciento en impuestos.
Existe un programa favorable para países menos adelantados (PMA) bajo el Programa Generalizado de Preferencias (GSP), conocido como el acuerdo Todo Menos Armas (EBA, por sus siglas en inglés).
El EBA permite que los 48 países considerados menos adelantados exporten sus productos libres de impuestos a la UE siempre que no sean armas ni municiones.
Lanzado a principios de 2011, el EBA dio lugar a un aumento de 53 por ciento de las ventas a los países europeos ese año, y convirtió a Camboya en el segundo exportador a la UE después de Estados Unidos, según la prensa especializada.
El aumento de los costos en China y Tailandia fue atribuido en parte al aumento salarial. El sueldo mínimo pasó en este segundo país a 300 baht (unos 10 dólares) al día, y en el primero a 400 dólares al mes. Mucho más que en Camboya, donde es de 61 dólares al mes.
La empresa Strongman y A & J, que figura como filial de Atlantic Cycle Company, abrió su fábrica en Camboya en 2005. Un sitio de Internet del gobierno que informa sobre las inversiones en este país muestra tres instalaciones manufactureras en la “zona de Tai Seng”, en la sudoriental provincia de Svay Reing, (A &J, Atlantic Cycle Co. y Smart Tech) y una cuarta, Best Way Industry, en la “zona de Manhattan”.
La Zona Económica Especial ofrece ventajas a los inversores, un rápido despegue sobre una alfombra roja con impuestos y salarios bajos, facilidades para los negocios y una población “joven y educada”, según un informe de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid).
El documento menciona 1.500 trabajadores en el sector bicicletero. El salario mínimo que figura desde 2008 es de 60 dólares al mes o 33 centavos la hora, con lo que es necesario trabajar seis días a la semana para llegar a 60. Esto muestra que en cuatro años no hubo aumentos.
Con los bajos salarios, los trabajadores se organizan para hacer un fondo común y compartir la comida, según Srun Srorn, activista y consultor, quien explicó cómo se las arreglan para vivir con ingresos de dos dólares al día.
“Por lo general cuatro amigos ponen 500 riels (unos 12 centavos de dólar), para poder comer”, relató.
Hay fábricas que incluyen un estipendio alimentario con el salario. Los trabajadores tienen breves periodos de descanso y compran comida en pequeños puestos ubicados fuera de las plantas.
Otras también incluyen un estipendio por transporte. No hay un sistema público en Camboya, por lo que los trabajadores se ven obligados a pagar taxis con motocicleta, que cuestan entre 50 centavos y un dólar cada viaje.
A mediados de diciembre, unos 1.000 trabajadores de una fábrica de Smart Tech en Svay Rieng hicieron huelga para reclamar un aumento salarial. Dos meses antes, hubo otra medida similar en A& J.
Moeun Tola, abogado del programa laboral del Centro Comunitario de Educación Legal, dijo que los trabajadores no estaban afiliados a ningún sindicato y que organizaron la huelga por su cuenta.
“No recibieron asesoramiento, pero les vamos a ofrecer asistencia legal”, comentó a IPS.
Better Factories (mejores fábricas), un programa de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) fue creado para ayudar a los trabajadores, pero por ahora solo asiste a los del sector vestimenta, según una fuente consultada por IPS.
Nhanh Kosol contó a IPS algunos detalles de la movilización de los trabajadores y dijo que su salario sigue siendo de 61 dólares, pero los empleadores aceptaron pagar un subsidio por transporte de 13 dólares al mes, además de horas extras, que pueden ser de dos a cinco al día, según la fábrica. En caso de ser cinco, se pagan tres dólares más.
Él pensó que trabajar en una fábrica de bicicletas no “era tan malo porque por lo menos tenía un empleo”, relató. “Algunos días, las condiciones laborales son buenas y otros, malas, pero el salario no alcanza para vivir y todo sube”, apuntó.
En los dos años que lleva trabajando allí, los empleados ya hicieron huelga dos o tres veces, “puede ayudar, pero no mucho”, se lamentó.
Bike EU ubica el precio de la unidad importada de Camboya en unos 200 euros (unos 269 dólares).
Estados Unidos también registró un aumento de las importaciones de bicicletas de este país, según estadísticas de comercio exterior.
En 2009, las importaciones del rubro “juguetes, tiro y artículos deportivos y bicicletas” ascendió a 2,06 millones de dólares. Al año siguiente se triplicó a 6,8 millones de dólares y en 2011 llegó a 10,3 millones de dólares.
Al ser consultado sobre cuánto creía que costaban las bicicletas que él ayudaba a fabricar, Kosol opinó que entre 1.400 y 3.000 dólares. La cifra más baja representa alrededor de 25 veces su salario mensual.