The Wall Street Journal cuenta en un artículo que en el hospital Gregorio Marañón de Madrid, el doctor Avilés y su equipo están a la vanguardia de la revolución de bioingeniería que ha hecho realidad el sueño de desarrollar órganos de repuesto para el cuerpo humano.
Desde que en 1996 un laboratorio en Carolina del Norte hizo una vejiga, los científicos han generado órganos cada vez más complejos. Hasta ahora, han habido cinco reemplazos de tráqueas. Un investigador de Londres, Alex Seifalian, ha realizado trasplantes de conductos lagrimales y una arteria, ambos desarrollados en laboratorio. Seifalian ha creado una nariz artificial que espera trasplantar este año en un hombre que perdió su nariz por cáncer de piel.
Los investigadores están intentando desarrollar un corazón
Ahora, con el intento de desarrollar un corazón, los investigadores están abordando el órgano más complejo. La recompensa podría ser enorme, tanto médica como económicamente, debido a que tantas personas en el mundo sufren enfermedades cardiacas. Los investigadores vislumbran un mercado multimillonario para partes que podrían reparar corazones dañados o arterias obstruidas.
Además de una nariz artificial, Seifalian está creando partes cardiovasculares. El científico anticipa un momento en que se crearán las estructuras requeridas para operaciones de puente coronario (bypass) en vez de tomar una vena de otra parte del cuerpo. Como parte de una prueba clínica, Seifalian planea trasplantar en unos meses una arteria creada por bioingeniería a una persona.
Escasez de donantes de órganos y gran demanda de transplantes
El desarrollo de partes del cuerpo humano en el laboratorio ha sido impulsado por la escasez de donantes de órganos en medio de una creciente demanda por trasplantes. Además, a diferencia de los pacientes que reciben trasplantes, quienes obtienen órganos generados en laboratorios no tendrán que tomar medicamentos inmunosupresores por el resto de sus vidas. Esto se debe a que los órganos desarrollados mediante biotecnología son generados con las propias células del paciente.
Hasta finales de 1980 se creía que era difícl desarrollar células humanas
Hasta finales de 1980, pocos científicos creían que sería posible fabricar órganos humanos porque era difícil desarrollar células humanas en el laboratorio. La tarea se volvió más fácil cuando los científicos detectaron los químicos que el mismo cuerpo usa para promover el crecimiento celular. Ahora, el trabajo más complejo está en marcha en el laboratorio de Seifalian, de origen iraní, en el hospital Royal Free en Londres.
En 2011, Seifalian, ahora de 56 años, hizo una tráquea con células de un paciente que fue empleada para sustituir una cancerosa y salvándole la vida. Seifalian y 30 científicos ahora buscan fabricar una laringe, oídos, narices, uretras y conductos biliares.
La mayoría de los órganos obtiene su forma de andamios internos de colágeno y otras proteínas. Los científicos batallaron por años para encontrar un material sustituto que fuera igual de fuerte y flexible y que no fuera rechazado por el cuerpo.
Materiales generados a partir de fibras de plantas y resinas
Finalmente, se enfocaron en materiales innovadores generados a partir de fibras de plantas, resinas y otras sustancias. El material que Seifalian usa, llamado nanocompuesto, es resistente a bacterias contagiosas y tiene poros para aceptar células.
La clave de los órganos de laboratorio son las células madre, halladas en la medula ósea, la grasa y otras partes. Las células madre pueden ser transformadas en otros tejidos del cuerpo, convirtiéndolas así en las piezas fundamentales de cualquier órgano.
A ver si con estos adelantos se termina el tráfico de órganos.
Sólo es un negocio más de los laboratorios, al alcance de sólo unos pocos.
Felicitaciones a los científicos dedicados a esto y ojalá todo el mundo tenga acceso a tal avance.